DÍA III

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Antes de comenzar el capítulo, quería disculparme, puesto que incluso habiendo anunciado que publicaría capítulo el domingo pasado, no lo hice. Llevo ya semanas sin actualizar, y eso es debido a la época de exámenes. Sé que no es excusa, y que debería organizarme, pero realmente considero necesario mencionarlo.

A partir de ahora trataré de actualizar regularmente: lunes y jueves.
A aquellas personas que quieran matarme ahora mismo, he de recordarles que el asesinato no es una opción. (Por favor no me matéis, estoy casada y tengo dos muñecos llamados Olivia y Rosoncio)

Sus manos agarraban fuertemente mi cuello, impidiéndome respirar. Estaba intentando arrastrarme hacia su interior, y la mitad de mi cabeza ya se hallaba dentro. Afortunadamente reaccioné a tiempo, sacando mi cuchillo y clavándolo fuertemente en su brazo derecho.

Cual monstruo que es, no mostró dolor alguno, así que continué apuñalando su brazo hasta que lo separé de su cuerpo. Descolgué su mano de mi cuello y lo tiré al suelo. Clavé el cuchillo repetidamente en su brazo izquierdo, hasta que este cayó al suelo  junto al otro.

Su sangre era negra como el petróleo, y bajaba chorreando por la pared, formando un charco en el suelo. Me limpié con una manga la que había salpicado mi cara y contemplé su cadáver. ¿Realmente estaba muerta? Simplemente había dejado de atacar, pero eso no significa que pare para siempre.

Registré mi alrededor con la mirada, y mi vista fue a parar en una silla que allí se encontraba. Caminé hacia ella y la levanté de su sitio, llevándola hacia donde la ventana se encontraba. La alcé en el aire y la estrellé contra ella. Ningún tipo de reacción. Supongo que no volverá a atacar a nadie.

Salí de la habitación y continué explorando. Anduve por el aparentemente interminable pasillo, hasta que encontré una habitación. Dentro de ella había un faceling de apariencia femenina, con cabello liso y negro, que le llegaba un poco más abajo de los hombros. Su piel era pálida como la nieve, y llevaba puesta una falda blanca y una camiseta rosa de manga larga

Estar cerca de estos seres provoca una sensación extraña. Es como un fuerte déjà vu, como si ya lo hubieras visto antes. Esto se debe a la falta de rasgos faciales, lo cual hace que lo puedas relacionar a cualquier persona que conozcas.

Llevo varios días aquí, por lo que ya me he acostumbrado a estas entidades y al extraño aura que desprenden. Pero este, de alguna manera, era diferente. Aquella sensación se había multiplicado por mil, estaba completamente convencido de que la conocía de algo. Realmente tenía ganas de acercarme a ella y preguntarle, pero la poca razón que me queda me advirtió de la horrible idea que hubiera sido hablarle a una entidad.

Decidí alejarme de ella para no someterme al peligro, y continué vagando por los repetitivos y aburridos pasillos del nivel. Anduve durante lo que calculo que fueron 10 minutos, y volví otra vez al punto de partida, en la misma habitación, con el mismo faceling mirándome.

Ya sabía que este nivel entraba en bucle, pero, ¿tardar 10 minutos en recorrer el pasillo? Siempre me lleva horas. ¿Qué está pasando?  Definitivamente están tratando de atraparme. ¿Será culpa del faceling? ¿Puede ser cosa del nivel?

Corrí por el pasillo hasta que me sentí seguro. Entré en una habitación, totalmente agotado. Me senté en el suelo y saqué una botella de agua de mi mochila. La destapé, y me estaba disponiendo a beber de ella cuando alcé la vista y me lo encontré. El mismo faceling en la misma habitación, mirándome fijamente.

La entidad me estaba analizando, pero realmente no parecía tener intención de atacarme. Para no incitarla a hacerlo, salí de la habitación silenciosamente, y esta vez caminé en dirección contraria a la que había venido. 

En ese momento salí del bucle, ya que me encontré una habitación que no había visto antes. Tenía varios cajones con víveres, los cuales guardé en mi mochila y seguí andando.

Avisté una silla en una especie de sala de espera, y me senté en ella. Fue entonces cuando todo el cansancio de mi cuerpo cayó sobre mí, y me sentí profundamente abatido. No me había dado cuenta de todo el tiempo que llevaba sin dormir. Comencé a cerrar mis ojos, y justo antes de caer dormido, vi una figura humana acercándose hacia donde yo estaba.

Diario de un faceling (Backrooms Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora