[♡우리의 낙원 | Tronix♡]

♡.2

¿Angeles caídos?...

Al cabo del tiempo los médicos atendían al guerrero, lo más grave fue la falta de luz en su corazón..

La escencia de cada ser humano que lo hace reencarnar bajo el árbol madre.

Solo tenía una oportunidad más...

Una última vida hasta ahora.

—†—

-¿Saben algo sobre la perdida de luz vital? -Preguntaba bajo la recepción de la gran biblioteca en el centro de la nación.

-L lo lamentamos su majestad.. no han habido casos registrados desde hace unas décadas cuando su padre ordenó eliminar todo rastro de cualquier demonio..

-¿A qué se refiere? ¿En qué está ligado ese caso?

-Pues.. no le diga a mi padre que le dije, pero aún queda registro de un libro que contiene los últimos secretos de esa raza, solo un aventurero logro leer una parte de este haciendo la información conocida.. hasta ahora no sé sabe más de el..

-¿Que información? ¡No te hagas la importante!¡Mi caballero morirá si no logramos resolver esto!

-P pues... Citando el mito dice algo Haci..

«Solo algunos clarividentes verán la luz en el corazón de un alma faltante..
El infiltrado huira llevándose la esperanza .. pero no temáis,
Esto no traerá desfortunio para nadie más que para un frío fulgor de una raza inexistente,
Más allá detrás de la montaña dónde el sol y la luna reposan a polos opuestos, llegando a un auge de magestuosidad en fauna,
Una cueva se alzará, visibilizando el altar a la nueva etapa
Angeles caídos y Magos en el profundo país que nunca existió
Las fuerzas unirán para concebir  al nuevo emperador.. y conceder el más ansioso deseo de su progenitor.»

—†—

¿Que hay en común?..

¿Que significa?..

¿¡Qué representa!?..

¿¡Angeles caídos!?

¿¡Polos opuestos??..

—†—

-Mi mejor amigo está al borde de la muerte y yo solo escucho absurdas leyendas, ja-ja-JAJAJA... -coloco su mano en su frente, finas gotas agridulces caían sobre sus mejillas coloradas- soy patético.

-Yo no quería a alterarlo de esa manera su majestad! E es solo un mito andante entre el reino..

El joven emperador solo dió una vuelta tembloroso, camino lentamente por el pueblo cabizbajo.
Aquel estado de ánimo por los suelos no le hacían ver aquellos momentos tan agradables en aquel pueblo; Risas de niños pequeños jugando, mujeres siendo cortejadas amablemente por caballeros, mercaderes promocionando estafas de una manera pícara.
Solo el miraba el triste suelo grisáceo como si fuese lo unico en su vida, un gris triste y monótono..

Sin color alguno.

Sin precedentes de un lugar estable.

¿Blanco o negro?.

¿Bueno o malo?.

¿Triste o alegre?.

No había un intermedio en aquel gris interminable..

[  NO HAY MAS!.. no hay mas..  ]

-¡Eh!! ¡¡Estafador!! ¡No hay más carne o pescado! ¡Los pague desde hace un mes! -El gesto por parte de aquel desconocido molesto hizo alzar la mirada del emperador, quedando espectante ante tal escena.

-¿Uh?~ creo que es cierto, creo que tendrás que esperar una semana más~ ¡Largo!.

-¡¡N no!! ¡Tengo que alimentar a mis compañeros! ¡Mueren de hambre! Solo dame lo que tengas!!

-Se lo llevo aquella dama, pago el triple de lo que usted~.

-... -Aquel desconocido cubierto por una capa enorme con gorrito cubriendo su cara a simple vista apretó los puños impotente - ¡¡T todos ustedes son iguales!! -al voltear se topo con el de cabellos obscuros de mirada penetrante, el famoso emperador del que todos hablan, su ceño molesto no cambio pero vaya que en su interior moría de nervios, bajo la mirada haciéndolo sentir peor.

-Señor, ¿acaso lo que dice este pequeñito es verdad? ¿Osa matar su credibilidad a cambio de unas monedas extra?.. Ja, y yo sintiéndome patético por lo de hace rato -paso su mano por su cabello haciéndolo hacia atrás, sacaba lentamente su espada.

- {Me acaba de llamar pequeñín?..}

-¡N no su majestad! E eh!!-  ¡j joven! ¡Tome todo lo que guste! ¡Hay muchos frutos y herbales frescos! T tome lo último que tengo de carne, la cuenta corre por la casa!

-Ja, a eso me refería , adelan-

-¡Me niego!

El desconocido frunció el ceño, alzando la mirada..
Ojitos brillantes color aceituna de pupila rasgada, tal y como un gato,
Piel palida cuál margarita en verano, dejando ver un frondoso cabello que a simple vista parecía ser suave, de un lado blanquecino y del otro de aquel color que tanto detestaba el de la realeza, que ahora parecía hipnotizar su corazón, un gris brillante, era exótico, era nuevo lo que el de ojos color cielo miraban.

- No aceptare limosnas de alguien tan inferior a mi! La semana que viene quiero esa carne, de lo contrario -saco una pequeña daga clavandola en el mostrador- ve despidiéndote de tus engendros -empujo al de la realeza caminando hasta perderse entre la multitud..

¡Que descortés!..