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"La primera vez que pensé que me había enamorado fue cuando descubrí mi pasión, aquello que quería perseguir durante los próximos años de mi vida al terminar preparatoria, el entrar a la Universidad seguro de lo que me quería dedicar. Me imaginaba feliz, cosquilleaba mi estómago cada vez que contemplaba ese futuro al mismo tiempo que mis dedos cambiaban la página del libro. Pero sabía que haber hallado mi pasión y alcanzar mi ocupación no era amor, aunque se sintiese igual a como me lo describían.

Nunca dudé lo que es el enamoramiento, lo presencié desde pequeño observando el amor que mis padres sentían el uno por el otro. Ellos tenían esa historia mágica que era una en un millón y cuando se miraban el amor flotaba en el aire. Sabía que eso sí era amor, enamoramiento, una relación, pero al menos hasta mis 17 nunca se presentó en mi vida y por supuesto, jamás lo estuve esperando.
Luego cumplí 18 años, me mudé de mi ciudad hacia otra para comenzar a estudiar en la Universidad y lo hice todo completamente solo. Jamás se me cruzó pensar que se aproximaba mi primera vez, pero cuando lo vi sentí mi corazón revolotear como nunca antes.
No sabía qué era lo que estaba sintiendo.

La primera vez que lo vi, subía en el ascensor camino a mi piso de regreso de la Universidad y él subió al mismo tiempo que yo."

— Maldita sea, yo y mis manos torpes. - me quejé inclinándome para levantar las hojas que se cayeron al suelo entre el par de grandes libros que ocupaban mis brazos.

Al mismo tiempo unas manos masculinas ajenas sujetaron los papeles del otro lado. Inevitablemente elevé la mirada en dirección opuesta, en respuesta el chico dibujó una sonrisa en sus labios y entregó los apuntes en mis manos. Sí, la forma más cliché de conocer a alguien ¿pero eso es lo que importaba?

— Muchas gracias, no suele sucederme. - mentira, realmente suele sucederme y mucho. Él sólo asintió y dirigió sus manos a los botones del ascensor, presionando el número que indicaba su piso, era el quinto.

— No te preocupes, siempre hay una primera vez. A mí me sucedía constantemente cuando estudiaba en la Universidad, sin embargo la gente no era tan amable al respecto. - sentí mis músculos relajarse cuando la conversación comenzó a fluir de forma tan relajada. No había conversado con nadie desde que pisaba esa cuidad, ambos nos miramos y ambos sonreimos.

— ¿Qué estudiabas? ¿Lo dejaste o ya terminaste tu carrera? — noté que estaba demasiado confiado para ser un chico introvertido, pero fue inconsciente, una curiosidad extraña.

— Terminé mi carrera, era Medicina. Así que sí, soy Doctor. Supongo que es tu primer año en tu carrera ¿no? — preguntó y por primera vez me sentí nervioso de responder ¿por qué?

— Sí, es mi primer año, una carrera muy diferente. Supongo que no hay mucha diferencia de edad entre nosotros ¿no? Digo, te ves bastante joven. — ante mis palabras formó una mueca en sus labios, una sonrisa muy pequeña y su mirada se enfocó en el led que indicaba que casi llegaba a su piso.

— Depende, tengo 23 ¿y tú?

— 18 años.

— Estás en tu mejor edad, disfrútala. Me encantaría seguir conversando pero éste es mi piso ¿cuál es el tuyo?

— Es el piso 7, no estamos muy lejos.

— Entonces espero que nos encontremos de nuevo. Sabes cuál es mi piso si necesitas ayuda sobre la Universidad, aunque seamos de profesiones diferentes.

— Adiós, uh...

— Minho, Lee Minho.

— Yongbok, Lee Yongbok.

— Hasta pronto, Yongbok. — saludó y poco a poco salió del ascensor dejandome con una sonrisa que no pude borrar sin importar qué, presioné el botón de mi piso y continué.

"No me dijo el número de su departamento, pero tenía el presentimiento de que tendría otra oportunidad para saberlo.

Yo estaba feliz de conocer alguien que podría ser mi futura amistad en esta ciudad. Jamás tuve expectativas alejadas de eso, no al inicio."

EIGHTEEN : minlix, chanlix, hyunlix.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora