Lo siento, me he enamorado de alguien más.
Te mereces algo mejor, yo soy muy poco.
Cometí un error, estuve con alguien más.
No te merezco, eres alguien especial.
Minho, eres demasiado para mi.
Aquella frase al final fue lo último que escuchó de su ahora exnovio, por lo que no esperó a que más mentiras salieran de su boca, simplemente salió corriendo del restaurante donde había sido citado con la intención de que aquel chico que acababa de romper su corazón no alcanzara a ver sus escurridizas y traicioneras lágrimas; no iba a mentir, le había dolido, siempre dolía.
Una vez que subió a un taxi que lo llevaría a casa se permitió soltar su primer sollozo, no le importaba que el conductor lo mirara extraño a través del espejo retrovisor, no cuando su corazón se oprimía cada vez más con las malas jugadas que su mente le estaba haciendo en ese preciso instante. De un momento a otro recordó a su primer novio, tan dulce y atento que cuando supo que sus sentimientos eran correspondidos le juró amor eterno, pero al año lo engañó con una de sus amigas en una fiesta; luego recordó a aquel chico un par de años más grande que él, quien se encargó de enseñarle que en el amor no todo era color de rosas, le enseñó que era un sacrificio que con el tiempo se tornaba tóxico, le costó mucho trabajo salir de ahí, pero lo había logrado con ayuda de sus amigos.
Después de ellos vinieron otros más a los cuales no recordaba muy bien, fueron amores pasajeros que ni tiempo le dieron para saber si verdaderamente estaba enamorado.
¿Acaso nadie lo tomaba en serio?
¿Nadie se sentía feliz a su lado?
¿Era tan sólo un chico del momento?
¿Lo veían como un juguete con el cual podrían divertirse?
Minho podía responderse sólo, con cada relación fallida, con cada nueva grieta en su corazón, podría incluso sonar narcisista, pero se había dado cuenta que el problema no era su aspecto ni tampoco su forma de ser, sino eran las personas que escogía para formar parte de su vida. Desde su segunda relación comenzó a asistir con un terapeuta que le enseñó a amarse a si mismo y así no depender de los demás, pues después de cada amorío mal logrado lo único que le quedaba era el mismo.
Por esa razón, cuando bajó del auto y llegó a su departamento se permitió soltar un último sollozo. Él vivía solo desde hace un poco más de dos años, pues con tan sólo 22 años tenía dos trabajos de medio tiempo para pagar sus estudios universitarios. Al inicio había sido demasiado difícil, pues su universidad quedaba muy lejos de su casa, obligándolo a independizarse desde muy temprana edad, inclusive había llegado a tener varios roomies para que lo ayudaran con los gastos, pero con el tiempo ellos conseguían algo mejor o se iban a vivir con sus parejas, parecía un ciclo sin fin, en donde todo comenzaba con un Minho solitario y terminaba igual, sin embargo, no todo era malo, algunas veces sus amigos venían a acompañarlo tan siquiera un rato, eso lo hacía sentirse un poco más completo, se sentía querido.
Así que con tantos pensamientos en mente se acercó al pequeño estéreo que yacía sobre un mueble de su sala, solamente lo prendió y como un acto involuntario comenzó a bailar, nisiquiera conocía la melodía que hacía eco en la habitación, tampoco le importaba si el ritmo en el que se movía no era el indicado, solamente se dedicó a moverse de un lado a otro mientras de abrazaba a él mismo.
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Liability
Fanfiction° o n e s h o t ° Lee Minho siempre se ha sentido una carga. Han Jisung sabe que eso no es verdad. Publicada: 14/07/2022 * Inspirado en "Liability" de Lorde. M I N S U N G :)