Sexo: La novela

1 | Really nigga?

Era... mi hermana...

¿Enserio? de todos en esta casa ¿Tenía que ser ella?

No sé por qué, pero ya lo veía venir.

Los dos nos quedamos parados uno frente al otro con un buen de espacio entre nosotros, ninguno decía nada, podía notar en su rostro la incomodidad y enojo.

No la puedo culpar, nos encontramos en medio de la madrugada, y tengo una erección que ni yo me la creo.

Maldigo al dios de las coincidencias si es que existe, solo me están jodiendo.

¿Cómo y porqué pasó esto?

Momentos antes...

Pov Irene

– Ha... haa... ¡Ahhh! –

Demonios, ¿porque estoy hot?

Son casi las 3 de la madrugada, una incomodidad me despertó y no me dejaba dormir.

Cambiaba de un lado para el otro en la cama, no podía dormir, sentía como el calor me invadía, me dieron unas ganas inmensas de hacerlo.

Solo podía masturbarme para calmar este sentimiento, nunca me había sentido cachonda de la nada, era muy extraño, pero lo más extraño es que no me podía venir, mis dedos no eran suficiente. Me levante, necesito despejarme.

Me costaba un poco caminar, temblaba casi al mismo tiempo que caminaba, y tener mis pantys mojadas no ayudaba.

Tomaré un bocadillo y luego tal vez me meta a la tina.

Gire para entrar al comedor para posteriormente ir a la cocina pero...

Estaba frente a mi, León mi estupido hermano mayor.

¿Qué cojones hace en el comedor en medio de la madrugada?

No esperá... ¿Acaso él...?

Mire hacia abajo y... tenía un bulto gigante, este marrano la tenía parada.

Y seguía viéndome con esa cara que me fastidia en shock, me irrita que me siga mostrando su horrible bulto pero... no... no sabía que la tenía tan grande.

No esperá, Irene ¡¿Qué estás pensando?!

Es mi hermano mayor, y lo odio, ¡¿Cómo puedo estar pensado en esas cosas?!

Debe ser esta sensación, de la nada me puse caliente, no me deja pensar con claridad.

Estábamos en un silencio incómodo, hasta que él lo rompió.

– ¿Vienes por un refrigerio? – Se notaba en su voz la incomodidad, se que solo lo dijo para liberarnos de esta situación tan bizarra, pero... ¿No pudiste pensar en algo mejor?

– (Mierda, esto es muy incomodo, tengo que salir de aquí rápido, no quiero que siga viendo mi torre) Ehm... provecho, chao – Me dijo desviando la mirada, apresurandose por el pasillo, yo también quería salir rápido de esto, así que me metí a la cocina.

Las ganas me estaban sofocando, fui al lavadero, me eche agua a la cara, cogí un cartón de leche y tomé directamente.

Mi mano bajó hasta llegar a mis partes privadas, tenía que calmar estos instintos.

Mi mente se estaba nublando, cuando apenas me doy cuenta, que estoy por meterme un pepino.

Por favor que esto termine ¡YA!.

Fin Pov

Mientras tanto con León...

Que horrible, ¿Por qué tenía que encontrarme con Irene?