⋆ 𝐀𝐋𝐄𝐗𝐈𝐓𝐈𝐌𝐈𝐀 ⋆

prólogo

Tenía una vista completa de Berlín desde la azotea y lo bonita que la ciudad comenzaba a tornarse cuando el cielo se oscureció y no quedaba más que la iluminación artificial, resaltando la belleza de la ciudad nocturna.

Miré sobre mi hombro, esperando ver a Lorelay cuando la pesada puerta se abrió a mis espaldas y cuando me encontré con los bonitos ojos café de Hunter dirigiéndose hacia mí, lancé el cilindro entre mis dedos a medio comenzar hacía el vacío. Sacudiendo los restos de polvo en mis pantalones antes de sentir sus brazos rodearme con delicadeza cuando se escondió en mi pecho. Sintiendo una de sus manos deslizarse por mi espalda, no dije nada cuando tomó mi teléfono y solo me dediqué a sonreír cuando vi en la pantalla la bonita foto que Ann nos había tomado ese día en la marcha.

Tampoco le reclamé cuando vi su dedo evadiendo la seguridad de mi teléfono, seguía sin entender cómo y cuándo es que había añadido su huella digital.

Lo más seguro es que intentaba descargar algo en mi teléfono, o estuviera tratando de arreglar el tema con el internet, desconectando a todos en el departamento de la red, dejando únicamente su computadora, como normalmente hacía cuando dejaba de fluir con normalidad.

Lo mire con cierta extrañeza cuando escuche la canción comenzando a reproducirse, hasta que metió mi teléfono en el bolsillo de su pantalón con estampado del hombre araña e hizo esa pequeña reverencia frente a mi es que capte su indirecta. Me incliné, al igual que Hunter, flexioné mi brazo detrás de mí espalda para copiar su movimiento, aceptando su pequeña invitación cuando pasé una de mis manos por su cintura con delicadeza, sintiendo su tacto en mi hombro a la vez que nuestras manos se entrelazaron.

Esperando para comenzar a movernos con la música entre risas nerviosas y tiernas miradas. Las mariposas que no había logrado experimentar en mi adolescencia, las sentía revoloteando en mi estómago con Hunter y con cada pequeño momento que tenía con mi chico, con mi esposo.. pensar en él, como lo que era, mi esposo y lo mucho que lo amaba solo aumentaba mi nerviosismo junto con el rubor que seguramente estaba tiñendo mis mejillas y la punta de mi nariz de algún rojo brillante, la aparente razón por la que él se reía mientras me observaba.

- oh, to see without my eyes.

Lo escuché pronunciar junto a la voz de 'Sufjan' de fondo, comenzando a llevarme con él en pequeños movimientos, los pasos básicos de un vals.

Culpó al suelo y el estúpido charco que seguía ahí después de la lluvia de hace algunos días por la forma en que resbaló. Hunter alcanzó a tomar mi antebrazo, rasgando un poco de la manga de mi camiseta. Su bonita sonrisa cambió por una pequeña mueca preocupada. Por el brillo en sus ojos, pareció que iba a llorar por al escuchar la tela delicada romperse.

- the first time that you kiss me.

Complete, alejándonos con delicadeza del charco. Retomando nuestras posiciones para guiarlo conmigo mientras me movía suavemente al ritmo de la música. Quería distraerlo antes que intentará disculparse, empezará a llorar o entrará en transe por la pequeña rotura en la tela. Su cabeza se posó sobre mi hombro, rodeando sus brazos por mi cintura mientras continuamos.

Hunter era el chico más puro que había conocido, nada de lo que hacía era con mala intención, nada podía serlo, nada. Y estaba más que claro por la forma que tenía de desconectarse cuando sentía que me lastimaba a mi, Ann o Lorelay, las horas que se encerraba en su cuarto y dejaba de hablar con todos.

- Blessed be.. -. Sonreí al escucharlo murmurar.

Deteniéndome un instante para tomar sus mejillas, bajando por su mentón con suavidad para dejar una pequeña caricia por su piel cuando eleve su mirada, viendo cada maldita estrella en el cielo reflejándose en esos bonitos y oscuros ojos café.

No podía ni imaginarme regresar al primer día en que nos conocimos, cuando yo no era más que un completo extraño para él y los días en que no decía más allá de un hola y un adiós. Simplemente no podía imaginarme de nuevo con la suerte que había tenido, sin buscarlo y sin esperarlo había caído rendido ante ese chico de cabello rojo.

-.. The mystery of love.

Sonreí cuando sentí las manitos de mí esposo sobre pecho y sus labios chocando torpemente contra los míos en un pequeño beso que terminó por robarme, del que se separó completamente rojo y avergonzado.