7-Escapada

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-por favor, en serio lo siento, fui un imbecil y me arrepiento de ello, por favor perdóname- me suplico mientras se le escapaban algunas lágrimas.
-si, si lo fuiste y no te voy a perdonar, te estuve esperando dos horas, y cuando te encuentro te veo besándote con una muchacha- dije intentando que me soltara, pero el solo seco unas cuantas lagrimas y me abrazó fuerte -pero encima cuando llego a mi casa después de contarle a mi hermano todo lo que paso, vas tú y me envías un mensaje diciéndome que no me enfade que solo a sido un pico- dije sin mirarle a la cara, no quería verlo llorar, pero sentía sus lágrimas caer.
-fue una gilipollez de mi parte, al día siguiente tu hermano me pegó una paliza, los chicos tuvieron que separarle de mi, no fui capaz de defenderme- me dijo mientras me levantaba la cabeza para que lo mirase a la cara -intenté hablar contigo pero se me hizo imposible, al igual que volver a ganarme la amistad de tu hermano. Jorgo y María también se enfadaron conmigo sabes, me costó que me perdonasen, pero lo tenía bien merecido- me dijo mientras pausadamente repartía besos por mi cara, pero ninguno en mis labios.
-sabes, no se ni por qué me moleste, si tú y yo no éramos nada- le dije para hacerle daño, y funcionó, me soltó mientras en su cara mantenía una cara de entre sorpresa y tristeza, antes de poder salir de la cocina vi como las gotas caían de su cara y susurraba un "deberás lo siento, aunque no puedas perdonarme".

Subí a mi habitación corriendo y me tire a la cama, no quería que me vieran llorando. Lo que me dijo Olli enserio me había tocado y me había dejado pensando, jamás lo había visto así de mal, jamas lo había visto llorar, se me hacía extraño, y aunque no quisiese me sentía mal. Minutos después mi hermano entró a mi habitación.

-Los chicos ya se han ido- me dijo mientras se sentaba a mi lado en la cama y ponía una mano en mi espalda -los chicos te mandan recuerdos, dicen que ojalá y vengas con nosotros algún día a la guarida. También hay un chico nuevo en la pandilla, se llama Kai- me dijo mientras acariciaba mi espalda suavemente.
-¿es el que va en silla de ruedas?- le pregunté con la voz entrecortada.
-Ajá, el también te manda saludos- me dijo mientras se agachaba un poco y me daba un beso en la mejilla -si necesitas cualquier cosa, aunque sea porque has tenido una pesadilla me avisas- y me acaricio un poco el pelo.
-gracias- respondí yo -eres un gran hermano- le dije mientras me acercaba a abrazarlo.
-te quiero- me susurró al oído.
-y yo a ti- le respondí de la misma forma. Después de eso no me acuerdo de mucho más, ya que me quede dormida.

Sobre las 4:00am Olli entró a mi habitación, despertándome con unos dulces besos que repartía por mi cara, al verlo me alarmé, ¿como había entrado?, prácticamente me cambio el de ropa y me llevo hasta su bicicleta que estaba en el jardín. A todo esto mi hermano miraba divertido la escena, ya luego le replicaría. Nos subimos a su bici y empezó a pedalear, cuando ya llevábamos un rato le pregunté a donde íbamos, sin obtener respuesta alguna.
Un rato después llegamos a una ribera un poco alejada del pueblo, desde allí se veía perfectamente el amanecer. Olli me ayudó a bajar hasta la orilla de un pequeño lago, pero estando lo suficientemente alejados como para no mojarnos, y mientras veíamos el amanecer soltó las primeras palabras del día.

-Te amo, y si me lo permites estoy dispuesto a enamorarte- dijo mientras me miraba a los ojos.
-está bien, pero es la última oportunidad- le dije después de un corto silencio, mientras apartaba la mirada sonrojada.

Lamento la tardanza, estoy teniendo un bloqueo.

La hermana de Frank (Olli y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora