Aquí les dejo un fic que se me ocurrió por casualidad al ver una película. No tienen mucho que ver, pero me dio la idea.
Espero que les guste!
Estaré a la espera de sus opiniones para continuar! O no... :3
¿Cómo había llegado a esa situación? Aun no lo tenía muy claro. Los Dragneel eran una de las familias más influyentes del país. Mi padre y el señor Igneel Dragneel eran buenos amigos de la infancia. Sin embargo, nosotros éramos una familia normal. No éramos ni ricos ni pobres. Éramos felices y era lo principal.
Al parecer, los Dragneel no lo eran. Tenían dos hijos. Una chico de cabello corto y azul de unos 12 años llamado Romeo y un chico de mas o menos mi edad de pelo rosa llamado Natsu. Una familia peculiar.
Yo soy Lucy, Lucy Heartfilia y acabo de cumplir 19 años. Mis padres son Jude y Layla Heartfilia. Y actualmente me encuentro viviendo con Natsu. El mismísimo Natsu Dragneel. Pero aún no lo he visto. Excepto por una foto en la que tendría apenas 6 años.
¿Y como es que llevando un mes viviendo con él aún no lo he visto? Pues todo esto es gracias a una tarde en la que volvía a casa de hacer unas compras y me llevé una tremenda sorpresa.
Flash back.
-Hola a todos! Ya estoy de vuelta!.- Me quité los zapatos y los dejé en la entrada pero nadie contestó.- Que raro... ¿Papa? ¿Mama? ¿Hay alguien?
Fui al despacho de mi padre y cuando abrí la puerta me encontré con mis padres y con los Dragneel.- Esto... lo siento, no sabía que teníais visita. Luego os veo.
Iba a cerrar la puerta cuando mi padre me detuvo.- Espera Lucy, esto también tiene que ver contigo. Ven, siéntate.
Extrañada volví a entrar y me senté en un sillón en frente de mis padres.- ¿Qué tiene que ver conmigo?
-Bueno, como sabes Igneel y Grandine tienen dos hijos. Pero el mayor, Natsu, lleva cinco años encerrado en si mismo. No quiere hablar con nadie. Apenas sale de su habitación y ya no saben que hacer con el.- Me explicó mi padre lentamente, esperando que no tuviera una mala reacción.
-En realidad, esta viviendo solo en un apartamento que compramos para él, pensamos que era lo mejor.-interrumpió Grandine para continuar donde mi padre lo había dejado.- Durante este tiempo hemos contratado a varias asistentas y ayudantes que viviesen con él esperando que aparte de ayudarlo consiguiesen que empezara a hablar de nuevo y a relacionarse.
Parecía que ahora era el turno de Igneel.- Pero nada ha dado resultado. Hemos estado dándole vueltas al asunto y nos hemos dado cuenta de que nunca hemos intentando que sea alguien de su edad.- ahora estaba poniéndose nervioso y yo me estaba temiendo lo peor.- Por eso estamos aquí. Nos gustaría saber si aceptarías ayudarnos. Por su puesto nosotros correremos con todos tus gastos.
Y si en cualquier momento quieres dejarlo no estas obligada a quedarte. Puedes irte cuando quieras... -se apresuró a añadir Grandine.
Yo estaba en estado de shock. No encuentro las palabras para describir lo que estaba pasando por mi cabeza ahora mismo.
-¿Me estáis diciendo que pretendéis que me vaya a vivir con un chico con serios problemas mentales que ni siquiera conozco solo porque sí- No podía creer que estuviesen hablando en serio. Tampoco podía creer que mis propios padres accedieran a algo así.
-Lucy!.- Me regañó mi madre que no había hablado hasta ahora.- No digas eso. No tiene ningún problema mental.
-Sois vosotros lo que me mandáis a vivir con un completo desconocido que es un ermitaño.- ¿De verdad nadie entendía mi postura? Vale que eran amigos de la familia y eran personajes muy importantes pero esto era pasarse.- ¿No lo entendéis? Mi vida entera está aquí.
De repente los Dragneel se levantaron. Tenían las caras cubiertas con una máscara de tristeza tan profunda que hasta me dio pena.
-No te preocupes, sabíamos que era pedir demasiado. Pero eras nuestra última opción. Hubiéramos escogido a cualquier otra persona pero no todo el mundo sabe guardar un secreto y tenía que ser alguien de confianza.- Dicho esto Igneel salió de la habitación y su esposa fue tras el. Pero antes de salir se dio la vuelta y me miró directamente a los ojos.
-Al menos piénsatelo, por favor. No es un chico peligroso solamente... se ha vuelto retraído.- ahora miraba al suelo, parecía estar perdida en sus recuerdos.- Hubo un incendio en nuestra casa. Natsu era el único que estaba dentro. Cuando lo sacaron de la casa estaba inconsciente pero sobrevivió.- Volvió en sí y volvió a centrar su atención en mi. Yo no podía dejar de mirarla sintiendo un nudo en el estómago.- Es desde ese día que se comporta así.-Se dio la vuelta para irse.- Estaremos esperando tu llamada, Lucy.
Cerró la puerta tras de sí al salir de la habitación. Nos habíamos quedado en silencio, nadie se atrevía a interrumpir mis pensamientos. Vale, era cierto que me había apenado su historia y me gustaría ayudarles. Pero, ¿irme a vivir con ese chico? Era una locura. Ni siquiera sabría que hacer para ayudarle. ¿Y si estaba loco? No tenía ni idea de que podía pasar. Ella había dicho que no era peligroso pero como podía estar tan segura si hace años que ignoraba a todo el mundo.
En ese mismo momento levanté la vista hacia mis padres los cuales se estaban mirando entre sí. Y entonces comprendí que no iba a negarme. ¿Y si fuera yo la que necesitaba ayuda? Supongo que me gustaría que alguien me ayudase a superarla lo que fuera que me pasase aunque ni siquiera supiese que quiero ayuda. Lo intentaría. Ayudaría a ese chico. Pero si en un máximo de 6 meses no conseguía nada con el lo dejaría. Tendrían que aceptar eso.
-Lucy... -comenzó mi madre.-Por favor... necesitan ayuda y además...
-Voy a hacerlo.- Le interrumpí para que dejase de hablar.- lo intentaré por 6 meses y si no funciona volveré a mi vida.
Me levanté y me fui a mi habitación antes de que me arrepintiese de lo que había dicho. Pero tenía la sensación de que ya lo estaba haciendo.
Una semana después, había empacado todas mis cosas y me encontraba en el apartamento de ese misterioso Natsu Dragneel.
Fin Flash Back.
Sin embargo, a pesar de que me había propuesto ayudar seriamente. No había conseguido nada. No había visto a Natsu. No había hablado con él. Ni si quiera cuando apoyé la oreja en su puerta tratando de escuchar algo. Silencio. No se oía ni un ruido y estaba empezando a sentirme sola en esa casa. Nos encontrábamos en el último piso de un edificio. Había un apartamento por piso por lo que os podéis imaginar que era enorme.
Solo en contadas ocasiones aparecían notas en la cocina con alguna petición de comida en particular. Estaban escritas a maquina u ordenador, por lo que tampoco podía intentar averiguar algo por su escritura. Aunque era una tontería, estaba tan desesperada que hasta me perecía buena idea. Pero ya no sabía que mas hacer. A pesar de todo, después del tiempo que llevaba en esa casa, estaba casi totalmente segura de que había algo más a parte de un simple incendio que no me habían contado. Era demasiado solo por haber sido victima de un incendio, del cual había resultada salir ileso. Tenía pensado averiguarlo, pero...
Esto iba a ser más difícil de lo que me esperaba.
Y hasta aquí el primer capítulo.
¿Qué les ha parecido? Nos vemos en la siguiente actualización! :)
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Al borde de la desesperación
FanfictionLucy esta a punto de ayudar a una persona a la que no conoce. Una persona que no habla con nadie desde hace años. ¿Y todo por qué? Por hacerle un favor a la familia mas importante de todo el país. Pero se dará cuenta de que hay algo que ese chico es...