Reflejado En Mi

Dulce Deseo Entre Sueños /Parte 2

JASON :

Era hermosa, es algo que no se podía negar. Su cabello rojizo (casi como zanahoria) caía sobre su hombro en una trenza larga terminando en su cintura. Su tez era tan blanca como un lienzo en blanco sin ningúna mancha aparente, ella tenía unos ojos negros como un vacío a él cual me invitaba a caer, esos ojos que estaban examinando cada parte de mi anatomía, si, esos ojos eran un peligro inminente y apuesto a que también inevitable.

Por fin dejó de examinarme, para posar su mirar en mis ojos, amenazando con que la dejase de observar de aquella forma.... ¿Intrigante?

-Oh ya a terminado la examinación -dije al tiempo que la miraba directo a esos ojos atrapantes- ¿Se te ofrece algo?

Se le veía algo incomoda ¿Acaso realmente tenía un humor poco agradable?

-Si, yo soy tu nueva vecina -Dijo después de aclararse la garganta- Un gusto.

Levantó su mano esperando una cordial presentación de mano a mano.
Odio el contacto físico.
Después de dudar unos segundo tome su mano estrechando la con la mía.

-Mi nombre es Alex, Alex Foley.

-Lo sé -dije en un susurro casi inaudible.

¿Acaso estas pensando en voz alta Jason?

Ella por su parte me mostró una cara de total desconcierto, claro, no había escuchado lo que dije gracias a él cielo.

Idiota.

Asentí y sonreí dándole gracias a cualquier forma de vida superior por que aquella chica zanahoria no hubiese escuchado.

-Soy Jason, Jason Baker -apreté nuestro agarre un poco más, con una única razón. Intimidar- Un gusto.

-Venía para darles la bienvenida -dijo con cierta timidez en su voz, y soltó mi mano.

Mi acto fue cometido justo como quise, eso me hizo sonreír con cierto triunfo que tal vez para ella no era notorio o quizás ni siquiera con sentido de la razón alguno, pero para mí tenía tanto sentido.

-Gracias Foley.

Si, estaba agradeciendo, pero no por qué se viniese a presentar como toda familia de este vecindario ya lo había echo, si no por el momento en el que lo hizo, cinco minutos más y Damien era el que le hablaba ahora. Justo como el lo quería. Bueno, estropear sus planes era lo que amaba hacer después de todo.
Además ella no se veía como alguien a quien pudieses engañar fácilmente, iba a estar difícil meterla en un juego tan macabro con el que estaba ya en planes.

-Por nada -dijo ella respirando hondo y regalandome una sonrisa de oreja a oreja.

Oh querida, eres un poco ingenua. Esa sonrisa no es menos falsa a las que yo te eh regalado.

-También queríamos invitarles a tener una cena con nosotros.

-Oh, ya veo -me recargue sobre el marco de la puerta, sin despegar ni un poco mi mirar de él suyo- Estaremos ahí.

-Los esperamos. Ocho y media entonces.

Ella no soportaba estar ahí ni un solo segundo más.
¿Acaso sabes oler a un cazador, zanahoria?
Estaba apuntó de irse, pero apenas se giro para ponerse en marcha la tome de él brazo.

-¿Tu madre a venido aquí antes no?

Se giro nuevamente quedando frente a mi otra vez, y quito mi mano de su brazo.
Y sonrió. Oh estaba fastidiada.

-Así es, mi madre, Blair, ah venido antes a presentarse.

-Ya veo ¿y tu padre? -dije con una sonrisa maliciosa como si solo quisiese molestar, pero no era así Alex- ¿A él no se le apetece venir y conocernos?