Capítulo 2: Prisionero en Kyoshi

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Era mediodía y ya habían pasado algunos días desde que el joven fue capturado por las guerreras de la aldea, al parecer la líder de estás conocida como Suki había notado que su barco estaba llegando a la costa antes del comienzo de la pelea entre el muchacho contra la serpiente marina conocida mejor por los lugareños como Unagi, lo que más la alarmó tanto a ella como a los aldeanos fue que él chico era un maestro fuego por lo que ella junto con sus compañeras partieron en busca de su captura. Gracias a la poca información que pudo obtener durante su interrogatorio con el jefe de la aldea descubrió que el lugar donde se encontraba era la aldea Kyoshi, un lugar mejor conocido por ser el antiguo hogar del avatar Kyoshi, la aldea no era la gran cosa ya que solo albergaba algunos granjeros y pescadores de bajos recursos además de que el lugar se había alejado de la guerra hace ya mucho tiempo.

Personalmente esto era de poca importancia para el joven, lo único en lo que pensaba era en la manera en la que escaparía de aquí cosa que no sería fácil debido a sus heridas, había sido tratado mientras estaba inconsciente pero aún así no estaba del todo recuperado añadiendo que la falta de alimento también era un problema recibiendo solamente agua, pan y si había suerte algo de carne durante el día, tarde y noche pero eso no era suficiente.

Tenía que salir de aquí, había tenido la idea de calentar sus palmas a tal grado para luego ponerlas alrededor de las barras de su jaula y poder derretirlas, pero ahí volvía el problema de sus heridas ya que no podría ir muy lejos y si las guerreras llegarán a darse cuenta de su huida no les tomaría nada de tiempo encontrarlo ya que el muchacho suponía que estás conocían toda el área a su alrededor " *Suspiró* (Lo mejor será que espere hasta recuperar mis energías y que mis heridas sanen lo mejor posible, así podré idear un mejor plan y tendré más chances de huir)".

El chico intento cerrar sus ojos tratando así de conciliar el sueño pero fue interrumpido debido a los gritos de emoción que causaban los hombres, mujeres y niños de la aldea.

"(¿Está comenzando algún festival?)" Pensó el joven, vio como unos niños se reunían muy alegres, al parecer algo bueno estaba pasando para que el ambiente que usualmente era tranquila ahora fuera todo alegría y energía, el joven presto más atención a lo que los niños decían hasta que escucho a uno de ellos decir "No puedo creerlo, el avatar está aquí"

El joven se sorprendió internamente, cuestionándose si lo que había escuchado de esos niños era real, este se acercó un poco viendo como tres jóvenes eran guiados por guerreras Kyoshi y el jefe de la aldea hacia la casa más grande del lugar. Presto mucha más atención a los tres chicos, dos de ellos era muy parecidos, un varón con una pequeña cola de caballo y su cabello rapado por ambos lados y una mujer de cabello largo que al igual que su hermano llevaba su cabello amarrado con el mismo estilo, ambos presentaban las mismas características físicas, piel morena, cabello castaño y ojos azules, quizás eran hermanos parientes cercanos pero fue el otro niño que llamo más su atención, aquel chico vestía ropas anaranjadas y amarillas, su cabeza estaba totalmente rapada pero lo más curioso fueron los varios tatuajes de color azul con forma de flecha. Antes de poder sacar distintas opciones sobre todo lo descubierto, el chico con tatuajes empezó a entretener a los niños del lugar con unas canicas haciendolas girar en el aire, eso definió todo aquel niño era el avatar, el prisionero volvió a sentarse para suspirar con fastidio.

"(Esto no puede ser bueno, si empieza a correrse la voz de que el avatar está aquí la nación del fuego no dudará en navegar hasta la isla y comenzarán toda una masacre hasta poder llegar a él y lo peor es que si llegan a descubrirme alguno de ellos me ejecutará personalmente)" El joven frotó su cien intentando pensar en un nuevo plan "(Veamos mis opciones, ahora que el avatar está aquí las guerreras bajarán la guardia y mis posibilidades de escape serían mayores... Pero el problema siguen siendo mis heridas, si no logro recuparme lo antes posible mi intento de escape sería inútil, sigo siendo visto como un espía de la nación del fuego por lo que si esas guerreras llegan a enterarse de mi escape buscarán por toda la isla y ahora con la ayuda del avatar. Ahora si no hago nada y espero, la nación del fuego estará frente mío tratando de incendiar está jaula o en el mejor de los casos me conviertan en esclavo) *Suspiro*" Varios planes e ideas pasaron por su cabeza lastimosamente todas terminaban con el capturado o muerto.

Avatar: El Legado del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora