XXXIX

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YOHAN

Hay veces en que nos encaprichamos tanto con una cosa que cuando la tenemos, simplemente deja de gustarnos, no la valoramos, nos aburre o la hacemos a un lado.

Justamente eso es lo que nos pasó a Elias y a mí, esperaba que el haber esperado tanto para tener una relación nos hiciera valorarla, sentirla y disfrutarla más, pero eso no sucedió, el gusto de eso que tanto esperamos solo nos duró un mes, nadie se equivoca, él es un completo idiota y tal vez yo también un poco.

Durante ese mes de novios solo la primer semana me trató bien y lindo como antes de serlo, pero eso solo porque le convenía para lo que quería, como dije, es un idiota y a la segunda semana comenzó a intentar presionarme para que me acostara con el, cosa que obviamente no sucedió, no soy como cualquiera de los otros omegas; cuando eso pasó me di cuenta que yo no soy lo que él quería ni él es lo que yo esperaba así que lo mejor fue terminar con eso que definitivamente no tendría futuro.

Por otra parte, desde el día que me citó Kenny en la plaza no lo he vuelto a ver, le he enviado mensajes, le llamé, le pregunté a su hermana y a Adam pero ninguno quiso decirme nada de su paradero, también pregunté a toda la escuela, fuí hasta al deportivo donde entrenaba y nadie quiso decirme absolutamente nada; traté de mantenerme tranquilo pero ya me estaba preocupado, ha pasado demasiado tiempo y yo se que otros saben donde está pero no quieren decirme y eso ha logrado alterarme más de lo que me gustaría aceptar, estaba enloqueciendo y eso no debía suceder...

Fuí a cada fiesta, asistí a todas las clases, vi cada entrenamiento, incluso algunos días estuve afuera de su casa, me sentía un completo acosador pero ya no soportaba un día más sin saber qué pasó con él, aquel día se fué sin decir prácticamente nada, su última conexión es de ese día unas horas después de que se fuera, sus redes están abandonadas, cuando voy a su casa me quedo horas y horas mirando la ventana de su habitación y ni una silueta aparece, nada que me haga saber que él está bien, de su casa solo salen sus hermanos y sus papás pero el jamás cruza aquella puerta; toda esta situación me ponía realmente ansioso y ya no quería indagar más en el tema pero no podía sacarlo de mi mente...

El semestre está a días de terminar, una vez más me senté atrás del que era su asiento y pasé toda la mañana mirando la puerta esperando el momento en que apareciera, pero no sucedió, una falta más se hizo presente al pasar lista, esto estaba siendo muy agobiante; el timbre indicó el descanso, guardé mis cosas y salí detrás de mis amigos, ellos platicaban animadamente pero yo no prestaba atención a lo que decían, toda esta situación me estaba matando, necesitaba saber de Kenny, necesitaba verlo, necesitaba sentirlo y ni siquiera entendía bien el porqué...

Tomamos asiento cerca del edificio donde se encuentra toda el área administrativa de la escuela, mis amigos platicaban y comían mientras yo solo miraba a la nada, tenía una sensación de vacío y necesidad que no podría describir. Pero eso cambió de un segundo a otro cuando el dulce aroma de uvas recién cosechadas inundó mis fosas nasales, yo conocía bien ese aroma y de inmediato busqué con la mirada al dueño de este.

Lo encontré saliendo del edificio administrativo, sin pensarlo corrí a él y lo abracé con todas mis fuerzas, mi lobo no podía con la felicidad que sentía, mi corazón comenzó a latir tan fuerte y rápido que sentí que saldría de mi pecho, extrañamente en ese momento me sentí completo, me sentí feliz, muy feliz, tan feliz que sin tener tiempo de reaccionar lo besé, sus labios eran tan suaves, tenían un ligero sabor a durazno, tardó un poco en corresponder, pero lo hizo y esa fue mi perdición, me sentí como en las nubes en ese momento y de nuevo no sabía porque estaba pasando todo esto...

Yohan: Te extrañe tanto, ¿Dónde estabas?

Kenny: Estaba muy ocupado

Yohan: Te busqué

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora