𝗗𝗮𝘆 𝟬 | ᴇᴀᴛ ɪᴛ ❢

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Yeonjun y Beomgyu llevan años de noviazgo, y es por eso que finalmente decidieron dar ese gran paso en la relación: la convivencia

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Yeonjun y Beomgyu llevan años de noviazgo, y es por eso que finalmente decidieron dar ese gran paso en la relación: la convivencia. 

Al contrario de lo que suele ocurrir, ellos se adaptaron bastante bien al día a día con el otro. Sin embargo, había un pequeño detallito que preocupaba un poco a Yeonjun, y es que Beomgyu apenas toca la comida.

Dado que Yeonjun es el encargado de la alimentación, ver cómo Beomgyu hacía muecas de asco o separaba cuidadosamente ciertos ingredientes dañaba un poco su autoestima como cocinero. Nunca se ha dedicado profesionalmente a ello, pero pasar tanto tiempo para decidir qué hacer y luego cocinarlo con todo su cariño esperando recibir un "Mmmh, está delicioso, hyung, me encanta todo lo que haces ♡" de parte de Beomgyu para que al final este solo pareciera estar en un tedioso castigo a la hora de comer… El ego del mayor estaba algo dañado, y la decepción lo invadía por completo.

Al principio dejó de lado esa desagradable sensación de rechazo y se preocupó muchísimo pensando que tal vez Beomgyu sufría algún trastorno alimenticio. Fue tal su preocupación que investigó mucho sobre el tema, e incluso estuvo a punto de llevarlo a un psicólogo por si acaso. 

Pero no fue necesario. Solo con verlo comer grandes cantidades de comida rápida o precocinada que compraban cuando no tenían mucho tiempo pudo confirmar que no se trataba de un problema psicológico, y empezó a creer que era algo personal. 

Pensó que tal vez Beomgyu odiaba lo que cocinaba, y tener eso en mente hizo que Yeonjun estuviera unos días bastante embajonado. ¿Acaso cocino mal? ¿Debería meterme en un curso? Se preguntaba constantemente. Sabe que no es tan buen cocinero como su amigo y vecino Taehyun, pero siempre se esforzó por hacer cosas deliciosas para su pareja, y que este lo repudiara de manera tan directa era un poquito doloroso.

Aún así, no ha dejado de cocinar, y es gracias a esto que, con el tiempo, descubrió que el único problema de Beomgyu es ser tan quisquilloso con la comida. No era nada personal con el mayor, simplemente este tiende a usar ingredientes que a Beomgyu le asquean bastante.

Se ve que al menor siempre le daban lo que quería y lo tenían bastante consentido en ese sentido al punto de nunca haberlo acostumbrado a alimentos importantes en la dieta como, por ejemplo, las verduras. 

Aunque sabe que es malo evitar esa clase de alimentos, realmente se alegró mucho al saber que Beomgyu no hacía eso únicamente con lo que él prepara, sino con absolutamente todo. Logró confirmarlo gracias a todas esas veces que fueron a comer una hamburguesa y Beomgyu le quitaba la cebolla, los pepinillos y el tomate antes de darle un bocado.

Desde ese día se mantuvo muy observador para conocer exactamente todos esos alimentos que Beomgyu odiaba y poder adaptar sus recetas a su exigente paladar. Pero ocurrió algo que le haría cambiar sus planes por completo. 

—Beomgyu, necesitas mejorar tu dieta. Los datos de la analítica rozan entre lo sano e insano. No es preocupante, pero si sigues así puede llegar a serlo —explicó el doctor viendo los resultados de la mencionada analítica desde la computadora—. Quizás con una dieta más variada podemos regular eso. 

El menor llevaba tiempo sintiéndose algo caído, y como parecía estar emocionalmente bien, Yeonjun solicitó esa analítica para comprobar que todo estuviera correcto. 

—¿Qué quiere decir? Mi dieta ya es muy variada —soltó Beomgyu con desinterés mientras Yeonjun se llevaba las palmas a la cabeza preguntándose porqué su pareja trataba con tanta indiferencia algo tan importante como su salud. 

Además, ¿dieta variada? Si con eso se refiere a la escala que hay entre los dulces y la carne bien cocinada, entonces sí, era una dieta variada. Pero, vamos, todos sabemos que el médico no se refiere a eso. 

—¿Qué alimentos recomienda, doctor? —preguntó Yeonjun siendo el único preocupado al respecto. 

—Frutas y verduras para que el sistema inmutinario se mantenga estable; también algo de pescado no vendría nada mal, aporta vitaminas y minerales que son buenos para el cuerpo. Como dije, no es tan preocupante, así que no hace falta que sea un cambio extremo, simplemente expandan un poco el menú, pueden ir variando entre comida sana y comida basura sin abusar de ninguno.

Luego de esas palabras, la pareja se despidió y salieron tranquilamente del hospital, uno dando saltitos como si nada mientras el otro observaba con preocupación los papeles impresos que les dió el médico. 

—Hyung, ¿te apetece ver películas cuándo lleguemos a casa? Beommie quiere mimitos~ —canturreó el menor con voz aniñada. Ver películas incluye abrazos y caricias, algo que Beomgyu ama recibir a diario y sabe que Yeonjun también ama esos momentos. 

Pero esta vez era distinto. Normalmente cuando lo propone, Yeonjun sonríe como un tonto enamorado, lo abraza y suelta un "Vamos". Sin embargo, en esta ocasión solo alzó la mirada con el ceño fruncido y una expresión bastante seria. 

—¿Yeonjunnie? —llamó pensando que tal vez lo había enojado. 

Viendo los ojitos cristalinos de Beomgyu, Yeonjun negó rápidamente para darle a entender que no era lo que pensaba—. Lo siento, Gyu, pero ya lo he decidido. A partir del lunes vas a probar todos esos alimentos que no te gustan, y no habrán chuches ni mimos hasta que lo hagas —explicó. 

—¡¿Qué?! —un Beomgyu sobresaltado tomó los hombros del mayor y comenzó a zarandearlo sin poder creer lo que había escuchado—. ¡No me puedes hacer eso! ¡Sabes que no logro dormir bien si no me abrazas luego de saborear mis gominolas! 

—Lo sé, por eso tu única opción es comer lo que te cocine. Me apena llegar a este extremo, pero es por tu salud y porque no es bueno ser tan quisquilloso. Debes acostumbrarte a comer un poco de todo. 

Beomgyu soltó al mayor al escuchar su tono serio. Sabía que ya era imposible convencerlo de lo contrario—. ¿No puedo negarme? 

—No, pero prometo que cada día te recompensaré bien —aclaró mientras plantaba un suave beso en las mejillas del bajito. 

—¿Lo prometes? —Yeonjun asintió, a lo que Beomgyu soltó un suspiro rendido—. Está bien. Intentaré darle una oportunidad a las comidas que odio... —murmuró no muy convencido de sus propias palabras. 

Yeonjun sonrió ampliamente y no pudo evitar abrazarlo—. Ya verás que no será tan malo como piensas~

Esta historia la escribí a lo random durante un viaje

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Esta historia la escribí a lo random durante un viaje. Es cortita y se lee bastante rápido.

No hay angst ni drama intenso, solo YeonGyu siendo pololos que se pelean por la comida.

 𝐄at 𝐈t! 🍅 ꒰ ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ ꒱ ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora