Camino de rosas y espinas al amanecer

Capítulo 4: Bailando silenciosamente hacia adelante

La historia estaba llena de color.

Así era la vida, la cultura y el clima.

Un país, una ciudad forma sus colores después de años.

En comparación con Tokio, que tenía un metabolismo acelerado, en la antigua ciudad de Kioto se decía que había colores profundos.

Ubicado junto a un grupo de edificios de gran altura que podría ser clasificado como metrópolis, esta ciudad mantuvo acumulando sus huellas que estaban impregnadas por todas partes. No importa qué palabra se haya usado, marcas históricas o paisajes naturales, estas huellas se pueden ver en todas partes y la gente los llama tradición.

Es por eso que el paisaje de Kioto era hermoso.

Sin embargo, Zen'in Mai sabía que Kioto no era solo algo hermoso.

Bajo la influencia de su larga historia, la bondad y la maldad vivieron una al lado de la otra, tiñendo esta tierra de un tono complejo. En el medio, el color de la belleza eran los matices de la inmundicia.

Tradición y perplejidad, estatus familiar y conflicto, hechiceros y maldiciones.

Para las personas que pudieran ver estos males, no solo cantarían alabanzas a la belleza de esta ciudad.

Mai detestaba absolutamente los colores de esta ciudad y sus tonos --- por lo que tenía una cara de infelicidad desde que regresó de Tokio.

–El evento de intercambio de este año es apresurado, ¿No podemos quedarnos en Tokio un poco más?

En este momento, están dentro del centro comercial que estaba al lado de Hachijoguchi de la estación de Kioto.

Si fuera verano, estas chicas se dirigirían a una tienda de crepes que se especializaba en helados, pero ahora el viento otoñal traía algo de frío, por lo que decidieron sentarse en la esquina de un café.

–Esto no se puede evitar. Después de todo, algunos usuarios de maldiciones y espíritus malditos causaron problemas incluyendo algunos damnificados.

Miwa respondió usando su celular para tomar fotos de su café con leche que tenía una forma de corazón dibujada con espuma.

«Ella toma fotos todo el tiempo ¿a dónde las sube?» Mai hizo un puchero y dibujaba círculos alrededor del borde de su taza mientras pensaba sobre esto sin sentido.

–¿Pero no crees que regresamos demasiado rápido? Quería encontrar tiempo para vagar por las calles y comprar.

–Sí, yo también quería ir a echar un vistazo a los mercados de pulgas.

Con una pequeña jarra de miel en la mano, Nishimiya dibujó círculos mientras la vertía en su café con leche y se unía a la conversación. La miel de color ámbar más la leche espumosa hicieron que la apariencia del café con leche se viera especialmente fragante y dulce.

Mai y Miwa eran cercanas, y aunque Nishimiya era su senpai, no parecía importarle esa jerarquía.

Los estudiantes de la filial de Tokio tienden a salir en grupo con sus compañeros de clase de su nivel, pero para los de Kioto, era más común ver a estas tres chicas compuestas por segundo y tercer año divirtiéndose juntas.

Si esto fuera una escuela normal, habría una gran brecha impidiendo que los estudiantes de diferentes niveles se llevaran bien.

Pero, en primer lugar, el número de estudiantes en la escuela técnica era bajo y las hechiceras eran aún más raras de encontrar.

En comparación con la escuela de Tokio, en la filial de Kioto, que es más conservadora, las chicas naturalmente formarían una pequeña pandilla con otras chicas. Esta fue una de las razones por las que estas tres personas eran cercanas.