El otorgamiento de un nombre es el primer "deseo" que se le cumple a alguien al momento de nacer.
Sin embargo, Muta Kokichi no sabía la clase de expectativas que conllevaba su propio nombre "Kokichi".
Él solo sabía que aquello era un lujo que estaba fuera de su alcance.
No existía tal cosa como una persona perfecta.
Él nació con energía maldita.
Pero nació sin libertad.
Si un gran poder podía traer felicidad, quién sabe qué tan grande podría llegar a ser.
Al menos para él, este tipo de poder que tenía no le propiciaba felicidad, sólo podía ser concebido como una maldición.
–Restricción celestial.
El precio del poder de Kokichi era el perder un completo y saludable cuerpo.
Su piel era tan frágil que se quemaba bajo la luz de la luna, le faltaba su brazo derecho y ambas piernas, provocando que le fuera imposible dejar su oscuro cuarto repleto de máquinas de soporte de vida.
A cambio, había obtenido una inmensa cantidad de energía maldita, así como un amplio radio en el que podía usar sus habilidades.
Un trato que él no deseaba y del cual no tenía ninguna memoria de haber hecho en el instante en que él llegó a este mundo.
Kokichi, quién no tenía libertad, solo podía encontrar salvación en ese cuarto sombrío a través de la variedad de programas que ofrecía la televisión. Si él no hubiera tenido un televisor, bien podría haber perdido la cabeza rápidamente.
Un anime en particular del género mecha le dejó una profunda impresión a Kokichi.
A pesar de que esa obra estaba dirigida a una audiencia infantil, las escenas centradas en la oscura cabina donde el piloto estaba solo con un panel de máquinas, las cuales le eran fascinantes para él por ser similares a la situación en la que vivía...
Él también era un héroe metálico en su imaginación, para Kokichi, aquella fantasía le brindaba un cierto alivio.
El anime era acerca de un héroe mecha que se rehusaba a inclinarse ante nada ni nadie.
El poder de los misiles cruzándose entre sí y que ardían más fuerte que las llamas del infierno. Los cohetes dejaban la viva marca de su paso a través del viento.
Con el chirrido de sus partes mecánicas, el robot peleaba contra sus enemigos en medio del fuego cruzado.
No importaba si a lo que se tenía que enfrentar eran balas o afiladas espadas, el protagonista jamás se acobardaba. A pesar de sus heridas y el duro destino que tenía que enfrentar, nunca inclinó la cabeza.
Aunque las batallas continuaban una tras otra, como un tornado incansable, no importaba cuantas veces se caía, el protagonista siempre volvía a levantarse.
Y al final, siempre volvía a lado de sus compañeros.
El nombre del robot era—
*
—Mechamaru, ¿Por qué luces tan brillante el día de hoy? ¿Acaso recibiste una nueva capa de pintura?
—¿Tú crees que haría algo así? Es solo porque Panda me destrozó la otra vez, así que tuve que cambiar de pies a cabeza.
—Cuando ustedes lo dicen de esa forma, se escucha muy lindo.
Este lugar era el salón de la clase de segundo año de La escuela metropolitana técnica de hechicería de Kyoto.
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Camino de rosas y espinas al amanecer
Siêu nhiênLuego del incidente ocurrido en Chiba, un hombre se acerca a Kugisaki quien estaba de compras en la ciudad. El hombre parece ser que trabaja en el mundo del modelaje y desea que Kugisaki se una a él. Sin embargo, la verdadera identidad del hombre es...