El primer día que te ví

Capitulo 3: ~Castillos en el Aire~

Después de los eventos con Luzbel, Irisha caminó hacia su casillero para sacar los libros de la siguiente clase, estaba algo decaída, de la nada llegó Crice con su cámara y traía aún sus audífonos puestos mientras escuchaba Pretty Face lo cual le resultó un poco irónico ya que describía un poco sus sentimientos por Irisha en estos momentos, empezó a tomarle fotos a Irisha, se quitó un audífono y pregunto mientras seguía-¿Y bien que tal te fue con Luzbel?- Irisha la vio y sonrió falsamente- De maravilla- así que Circe se rió y le tomó una última foto para mostrarsela y decirle- De acuerdo pero a la otra comunicaselo a tu cara o mínimo a tu tono de voz, ¿Quieres?-Por fin Irisha se rió y decidió contarle todo lo que había pasado, desde como le había hablado Luzbel, el castigo que le pusieron, como le impusieron el estar en un club que nisiquiera había estado deseando al cien participar, las tutorías con la antes mencionada todas las tardes al final de las clases y para terminar los apodos.
Sonó la campana indicando el final del descanso por lo que la pobre de Irisha solo suspiro triste ya que no había podido terminar de comer, por suerte la linda de Circe le había comprado una ensalada, mientras caminaban Irisha se apresuró a comerla y llegaron al salón.
Pasaron las horas sonó por última vez la campana indicando el final de el día, pero aunque para todos esto era una alegría total, solo hizo que Irisha quisiera llorar ya que tendría que ver a Luzbel para sus tutorías.

-Odio mi vida-dijo Irisha poniendo su cabeza contra la mesa.

-Si, tienes un poco de mala suerte pero no debes decir éso, aunque tendrás que esperar a que termine su práctica solo por hoy, ya sabes porque hasta mañana te íntegras a las animadoras- se terminó riendo por lo último.

-¡No te burles!, Si tienes razón aún falta, debería ir al campo a sentarme a las gradas a esperarla...sola, al menos que una linda chica con cámara me quiera hacer compañía- en lo último hizo un tono de súplica haciendo que Crice accediera algo sonrojada por el cumplido de Irisha y fue con ella a esperar a que Luzbel acabará.

Mientras tanto Circe estaba pensando un poco como sería si ambas fueran más sercanas, quizá con el tiempo Irisha sentiría lo mismo por ella, quizá si tan solo pudiera hacercarse más a ella podrían hacerse unidas, ahí estába ella creando castillos en el aire de lo que su relación podría o no convertiste, saco su camara y le tomó algunas fotos al entrenamiento de Luzbel, para salir un poco de su ensoñación, pero cuando volteó a ver a Irisha noto que estaba algo sorprendida de ver lo bien que jugaba Luzbel, eso hizo que se sintiera un poco celosa.

-Oye Irisha que te parecería ir juntas al campo de girasoles el fin de semana, podría tomarte algunas fotos y tú pintar el pasaje- Estaba algo nerviosa esperando una respuesta de la rubia sentada junto a ella.

-¡De verdad!, Claro creo que es lo que más necesito en estos momentos, así me distraigo de todo lo relacionado con Luzbel- respondió emocionada, hasta que escucho a alguien carraspear la garganta llamando la atención de ambas chicas, tomandolas por sopresa.

-Risha lamento interrumpir tu queja sobre mi con tu noviecita, para informarte que solo me ducho y te veo en la biblioteca- mencionó Luzbel con un tono de fastidió y después se fue molesta

Ambas chicas se voltearon a ver una a la otra un poco avergonzadas de su comportamiento y luego se dieron cuenta de que no hicieron la aclaración de que no eran novias por lo que Irisha le dijo-Lo lamento le diré que somos amigas para que no se confunda, aunque para ser honesta creó que debería irme llendo a la biblioteca, por cierto te veo mañana, de nuevo gracias por acompañarme- Circe insisto en acompañarla a la biblioteca pero Irisha no quería causarle más problemas así que decidió irse a casa y se fue, Irisha se quedó sola escuchando música con sus audífonos en la biblioteca mientras esperaba a que Luzbel llegará, aunque se encontraba un poco triste, por no haber podido irse a casa con Crice y su amiga se sentía un poco desanimada de que al parecer Irisha no estaba ni un poco interesada en ella cuando ella se había robado por completo la atención de nuestra pequeña fotógrafa.