Pequeño Alfa

Capítulo 01 : Te Tengo, Pequeño Alfa

Chanyeol miró tranquilamente a la persona frente a él; disfrutó ver eso, esa simple mirada llena de terror al reconocerlo entre la oscuridad de su hogar.

— ¿Q-qué haces aquí?— el alto sonrió muy divertido mientras jugaba con el cuchillo que tenía entre sus manos.

— Creí que eras un alfa SooJong, pero mírate, ahora mismo estas temblando como un omega— ChanYeol desordenó su cabello negro con gracia asegurándose de soltar sus feromonas para asustarlo más— ¿Sabes? Hoy me contaron algo que no me gustó para nada ¿Es verdad que te metiste con la mercancía de Kim?

— N-no.

— Pero hay evidencia de que fueron tus perros y ellos no se mandan solos ¿verdad?

— N-no fui yo— SooJong lo miró con ojos suplicantes para que no diera otro paso más hacia él— Escúchame, sólo los presté a alguien, yo no di la orden.

— ¿Podrías decirme con quien andas muy caritativo? Creí que éramos amigos— ChanYeol avanzó rápidamente hacia el alfa, lo sostuvo del cabello y jaló de sus hebras hacia atrás posicionando noblemente el cuchillo de oro en el cuello del hombre— ¿Cooperaras conmigo? O quieres que vayamos por el camino difícil. Aunque ese camino me gusta más.

— ¡E-espera! Por favor— SooJong levantó sus manos y comenzó a suplicar con terror— ¡Los Byun! Sí, los Byun. Ellos me pagaron una muy fuerte cantidad de dinero y nadie se niega a diez millones de dólares ¿verdad?

— ¿Me estas diciendo que los Byun están traicionando a los Kim? Me parece algo difícil de creer.

— H-hasta yo me sorprendí, señor. Ahora que le dije la verdad ¿puede soltarme?— ChanYeol sonrió y alejó el cuchillo— Gracias, vaya amigo, creí que iba a mo...

— ¿Morir?— el alfa suspiró con asco mientras caminaba hacia el cuerpo inerte en el suelo. Sacó el cuchillo del corazón del cadáver y lo limpio con su pañuelo blanco— Nunca fallo en la puntería, soy tan magnífico como para ser real.

Minutos después las cámaras de seguridad de ese grandioso hotel captaron a un hombre saliendo del edificio no sin antes mandar una sonrisa arrogante y un guiño para nada sutil.

Después de todo, Park ChanYeol nunca estuvo allí.

—Tanto glamour como para terminar muriendo peor que un animal sin dueño— murmuró mientras se colocaba sus lentes negros. Su celular empezó a timbrar y no tuvo otra opción más que contestar.

— Ya eliminé todas las grabaciones en las que apareces, hijo de puta. Te dije que no bajaras por las escaleras, has hecho mi trabajo más difícil.

— Siempre tan cariñoso, SooBin— sonrió al escuchar un gruñido del otro lado de la línea y sin darle más importancia subió a su auto y tiró su celular en el asiento de al lado para conducir sin interrupciones— ¿Tengo que hacer algo más?

— Kim dijo que te encargues de los perros de SooJong y te quiere ver en la cena, al parecer tiene un trabajo más importante para tí.

— El viejo siempre tan demandante— escupió con enojo.

— Solo dile que no podrás.

— Sabes que no puedo, Bin. Quiero terminar con esta mierda de deuda y seré libre.

— Y tu sabes que el viejo no te dejará ir, eres su mejor asesino.

— Bueno, veré la forma de salir— la llamada se cortó con una risa burlona de SooBin.

Era casi imposible irte con vida, eso lo sabía. Pero sea como fuera tenía que salir.

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