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Siente su cuerpo cansado, como si hubiese corrido durante horas sin tener un descanso, porque incluso las piernas las siente tan débiles y no entiende bien la razón. Sus ojos se abrieron apenas escuchó su teléfono sonar por la alarma, por desgracia le toca ir al entrenamiento del equipo estando en fechas navideñas. Es una lastima para todos los jugadores tener que asistir a un partido o sesión de entrenamiento en el día de la navidad, el calendario es una tortura y los días para descansar no existen; la epidemia del Covid-19 ha sido el culpable. Por la pausa en el fútbol y el que todo se retomara en fechas tardías, hay quejas, lesiones y contagiados, pero eso no impide seguir en el trabajo, esos meses de pausa fueron extraños por la falta de actividad e interacción con otras personas.
En fin, Kai termina por sentarse en la cama intentando recuperar un poco de razón y fuerzas, poco recuerda de lo que sucedió en la noche, pero esa es solo una patética excusa. Con sus manos se frota el cabello, mirando la oscuridad que hay en la habitación por las cortinas cerradas las cuales impiden que la luz del día entre por la ventana. No hay mucho sol por el clima frío de Londres, la nevada comienza siempre en las mañanas y perduran así durante horas. Aparte de que todos entrenaran con muchas exigencias, también les toca aguantar el infernal frío de afuera, ir abrigados y cubiertos es lo que deben hacer pero realmente no les ayuda del todo en mantenerse abrigados. No hay casi sol, solo nieve y una ventisca. Realmente a veces odia esas fechas, aunque en Alemania era peor y mas cuando le tocaba ir a Múnich o en las ciudades mas frías que hay en su amado país.