Amado corazón roto

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Te gustaban tanto mis ojos que te llevaste su brillo.
Te gustaba tanto mi sonrisa que ahora no se ve igual.
Te gustaba tanto mi calidez que ahora soy sumamente fría.
Te quedaste grabado en mis entrañas como si de un tatuaje en el alma se tratara, pues tú corazón mío, te has encargado de llevarte mi calor, dejando en mis venas sangre que olas parecieran, frías y sin calma recorriendo mi cuerpo.




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