❝Chapter 02❞

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"Las motos primero" 

El domingo no tardó en llegar, la fémina se encontraba bajando las escaleras para ir al baño, ella se encontraba tranquila luego de un buen sueño no obstante escuchar la conversación matutina fué la razón del comienzo de su mal día

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El domingo no tardó en llegar, la fémina se encontraba bajando las escaleras para ir al baño, ella se encontraba tranquila luego de un buen sueño no obstante escuchar la conversación matutina fué la razón del comienzo de su mal día.

—Querido, es un problema que nuestra hija no se lleve con Manjiro-kun, ¿Qué le disgustará de él?— preguntó su madre, realmente confundida. 

—Todo tiene su tiempo, pero si el caso sigue así será difícil— comentó el padre —Pero el problema es que no se conocen lo suficiente, pero eso lo resolveremos este mismo día.

La fémina trató de no tomarle importancia pero al regresar del baño y despertar su conciencia pensó en los comentarios que había escuchado hace unos instantes, se paró del baño y fué corriendo directo hacia sus padres, ¿A caso era una broma? No gastaría un bendito sábado en un rubio salvaje.

—¡Ni de broma!

—Oh cariño, ¿Ya te despertaste? Buenos días— saludaron con una sonrisa, como si no pasara nada.

—¡Buenos días ni qué nada! No pienso ver a ese rubio salvaje en este bendito sábado— se quejó, dando a entender que enteraba estaba de todo lo que los adultos tenían planeado.

—Bueno princesa, ya te tienes que ir acostumbrando a estar con el "rubio salvaje", luego de todo pasarás toda tu vida a su lado— bromeó su padre.

—Tu papá tiene toda la razón, además ¿Qué no te agrada del niño? Es amigable, cariñoso y empático, no entiendo qué no te agrada del niño— comentó su madre —Majiro-kun está por venir, te recogerá el muy caballeroso, estará con sus amigos así que no estarás a solas cariño.

Agregó lo último como si fuera el que solucionaría todo, pero la fémina sabía que aquellos amigos eran los mismos que tenían su propia moto y eran causantes de millones de problemas.

—Supongo que estaría bien entonces, pero ¿Estará Emma o Asuka?— preguntó la fémina, esas dos chicas eran la única razón de la cual no se alejaba de cualquier cosa con apellido Sano.

—Lo más probable— respondió, cuando sabía que Emma se encontraba en casa disfrutando de su bendito sábado.

La fémina pensando que la salida no podría ser tan mala como lo tenía entendido, ignoraría a los salvajes y solo estaría con las chicas por lo que con pequeñas ideas de qué sería lo que haría desayunó y se fué para cambiar.

Un simple conjunto era con el que se presentaba, al rato el timbre sonó y su madre mandó a que bajara al mismo tiempo de que abriera la puerta, era Mikey con el pelinegro mismo de aquel día, el último comandando la moto y el primer mencionando al asiento trasero.

—¡Buenos días querida! ¡Te ves divina!— saludó entusiasta, por un breve momento la fémina pensó que habría cambiado su actitud pero al percatarse de la presencia de su madre supo de su falsa máscara, vaya mocoso astuto.

Yo? Nunca!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora