Capítulo 19

311 26 0
                                    

"Horas, no minutos"

Dejé que Jake y Jungwon siguieran de amigos en la piscina, en cuanto a mi, fui directo al bar del hotel y pedí el trago más fuerte que tuvieran. Escoció mi garganta como si lo estuvieran fusilando en ese preciso momento, pero no era nada comparado con la vergüenza que sentí.

Se suponía que era mi luna de miel con Jungwon, no entendía por que Jake tuvo que venir a arruinarlo todo. Era mi amigo, gracioso y un chico estupendo, pero no era el momento más adecuado para venir a "Animar las noches", de eso me podía encargar yo sin la ayuda de nadie.

De pronto, mientras bebía, sentí una mano delicada en mi hombro. Supe de inmediato que no era él, Jungwon sólo iba y me gritaba, o me golpeaba en le hombro o cualquier tipo de cosa infantil que por más años que pasáramos juntos, nunca dejaría de hacer como si fuéramos los mismos niños de ocho años.  

Giré mi cabeza lentamente y me encontré con una chica rubia más o menos de la misma estatura de Yuna, pero con unos ojos azules muy profundos y bonitos. Sin embargo, era muy femenina y seductora, no tenía la gracia y simpatía que desbordaba mi esposo.

-¿Qué hace un chico como tú bebiendo a estas horas? ¿Quieres que te acompañe?- debía tener más de veinte, se le notaba en la mirada y en la voz. Además, parecía dispuesta a todo para que le invitara una copa.

No apetecía hablar con ella, pero tampoco estar bebiendo como un condenado horas después de bajarme de un avión, así que no reclamé cuando ella se sentó en la silla que estaba a mi lado.

-¿Como te llamas?- me preguntó. Me miraba de arriba abajo, analizando la ropa cara que la madre de Jungwon me había regalado para le viaje. Seguro pensaba que era su día de suerte.

-Daniel- mentí- Daniel Wilson

Daniel era el nombre americano de Jungwon, no creía que se enojara si tomaba prestado su nombre para burlarme de una cualquiera por unos minutos. Estaba seguro que si fuera por Jungwon, me hubiese regalado encantado toda su identidad, le fascinaba este tipo de bromas.

-Yo soy Jane Smith- traté de disimular mi asombro lo mejor que pude, a veces para esas cosas era bastante bueno, para ocultar mis sentimientos. Me dijo su nombre sin habérselo preguntado.

-¿No eres de aquí, Daniel?

-No, soy de Australia- cada vez se acercaba más hacia mi y recargaba todo su pecho sobre el mesón del bar, su escote resistía todo lo que podía por no reventar frente a mi.

-Yo soy de Inglaterra, de Londres- comencé a odiarla tan rápido como hablaba. Me contaba cosas que no preguntaba y eso era desagradable.

Entonces, cerca de la entrada del bar, divisé el cabello rojo de Jungwon. Ya no estaba con Jake y parecía algo perdido, seguramente no sabiendo a dónde ir o qué hacer.

Deseé que dejara de lucir como un niño extraviado para que me fuera a rescatar de esa bruja que tenía a mi lado que se arreglaba para seguir hablando de si misma sabiendo que no la estaba escuchando. Pero Jungwon no era así, él era un chico todavía. Y no sabía si amar u odiar esa parte de él.

Finalmente, me vió. Y agradece la distancia que nos separaba, porque pareció que un aura oscura lo rodeo de repente y que todo su rostro se ponía pálido. Ni siquiera esperó o esquivo a las personas que se le cruzaban, caminó a toda prisa y con decisión hacia mí.
Le sonreí como nunca cuando estuvo lo suficientemente cerca como para distinguir las expresiones de mi rostro, le dediqué la sonrisa más inocente y a la vez burlona del mundo. No planeé causarle celos, pero era una pequeña venganza por lo de Jake.

-¡Sunghoon, cariño, te estaba buscando!- exclamó. Jane se dio la vuelta para mirarlo y se tapo la boca para reírse de Jungwon.

Eso no me lo esperaba, Jungwon tampoco. Pero me enfadó muchisimo. Se había burlado del camisón floreado de Jungwon, del mismo camisón que yo elegí para él.

𝐌𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐦𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora