Capítulo 21

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"¡¿Ustedes qué?!"

Al bajarnos del avión, sostuve con fuerza la mano de Jungwon. Estábamos de vuelta en Corea, desde ese momento comenzaría nuestra vida juntos.

Cuando salimos, un grupo de personas con carteles coloridos nos esperaban, allí vimos a Jake, Sunoo, Heeseung, Jay, Hyujin, Jisung, Lia, mi madre, mis suegros y Karina. Corrimos juntos a abrazarlos, sin soltarnos de las manos.

-¡Y están aquí!- nos grito Karina- ¡Van amar la sorpresa!

-¡Karina!- gritaron todos la mismo tiempo.

Jungwon y yo nos miramos y reímos, estábamos de vuelta en casa. Tuvimos que irnos en dos autos separados porque eran demasiadas personas. Sin embargo, cuando entrábamos a los límites de Seúl, Karina comenzó a desesperarse y a verse muy ansiosa. Jay le regañaba y le decía que no servía para guardar secretos.

Estaban todos muy raros, ocultando algo. Y recordé que Sunoo había mencionado en la luna de miel que nos tenían preparado algo.

-Esperen, la casa queda por la otra calle- dijo Jungwon de pronto. Miré por la ventana y le di la razón, habíamos tomado la otra calle en la intersección, que nos dirigía al centro de la ciudad.

Nos detuvimos frente a un edificio, al frente había un parque y los edificios vecinos eran una tienda y una pizzería. Aunque este parecía sin habitantes, pero con un jardín muy bien cuidado.

-¿Qué es esto?- les pregunté

-¡Sorpresa!- exclamaron todos a coro.

Jungwon me apretó el brazo y me miró profundamente, estaba pensando lo mismo que yo.

-¿Nos...regalaran una casa?- pregunté aturdido.

-Sólo para ustedes, para que hagan sus perversiones con intimidad...

-¡Jake, no quería saber eso! ¡Podía vivir sin esa imagen en mi mente!- le reprendió Karina.

Le dediqué una mirada amenazadora a Jake, para que se callara y no metiera la pata. Pero terminamos riéndonos.

Entramos y tenían todo preparado. Había muebles, las paredes pintadas, decoración, de todo. Incluso ya habían mudado Gaeul y a Asesino, que se miraban celosamente cada uno desde un ángulo de la casa.

-Gracias, está...no sé como describirlo...-suspiro Jungwon.

Seguíamos sin soltarnos de las manos. De a poco se fueron despidiendo, para que nos adaptáramos a nuestro nuevo hogar. Jake prometió venir a visitarnos mañana, Jisung vendría en la  noche a dejarnos unas cosas que nos compró, además tenía una cita con Hyujin, Sunoo vendría con Jay. 

Todos se marcharon menos Niki y Lia.

-¿Qué sucede?- le preguntó Jungwon a Niki, lo conocía mejor que yo, a pesar de que bromeáramos todo el tiempo. Se veía distraído y pensador, al igual que en las islas. Algo bueno podía ser, se veía muy asustado.

-Les quiero anunciar algo- nos dijo.

-¡Oh, mira que hora es! Hora de irnos- le espetó Lia. Jungwon los miró con detenimiento, analizando cada movimiento y gestos de sus amigos.

Al final, Lia arrastró a Niki y se lo llevó. Jungwon me miró y negó con la cabeza, en señal de que no quería hablar del tema.

Revisamos la casa de arriba abajo, era de dos pisos y muy espaciosa, tenía cinco cuartos cuando nosotros sólo utilizaríamos uno.

-Tal vez para las visitas- le dije a mi esposo.

-Tal vez para nuestros hijos, idiota. Mamá quiere nietos de inmediato- bufó. Me reí de él y le contagié la risa, era absurdo. Yo amaba a Jungwon, pero no estábamos preparados todavía- Por favor, dime que nos reímos de lo mismo, porque no quiero tener hijos aún.

-No te preocupes, estamos en la misma sintonia- me besa y acarició mi cabello, últimamente le gustaba hacer eso.

La cama era cómoda, pero no hicimos "nada". El viaje nos tenía agotados y además, tenía ganas de dormir abrazado a Jungwon, como antes de casarnos, sólo por el simple hecho de sentirlo a mi lado, de saber que era mío durante esa noche y que nadie más en el mundo lo podía tener de esa manera.

Al día siguiente, no teníamos nada que hacer. Nuestros padres se habían encargado de mudar todas nuestras cosas a la casa nueva, todo estaba ordenado y lo único en que gastamos tiempo fue en desempacar. Jungwon estaba de vacaciones y a mi ya me habían aceptado en la universidad. Hasta que llegó Niki de nuevo. Debían ser las once de la mañana, Jungwon no sabía cocinar, pero trataba de hacer algo decente para el desayuno mientras yo colocaba la mesa cuando el timbre sonó.

Otra vez acompañado de Lia, quien tenía las mejillas enrojecidas y el ceño fruncido. Niki la obligó a entrar.

-¡¿Quien es, Hyung?!- gritó Jungwon desde la cocina. Salió de allí no se sorprendió de ver a Niki y Lia.

-Sunghoon, Jungwon, les queremos decir algo...-comenzó a decir Niki.

-Por favor, dime que tus impulsos no te dominaron- Jungwon parecía saber lo que iba a decir Niki, pero en cambio yo, no tenía la más minima idea.

-Demasiado tarde para advertinos- nos dijo Lia, mostrando su mano y un anillo.

Un anillo

¡Era un anillo de compromiso!

-¡Niki, ¿Qué hiciste?!- le grité, estaba pasmado, de todas las locuras que Niki había hecho, aunque no eran muchas esta era la peor.

-Lo mismo que ustedes- me respondió de mala gana. Jungwon no decia nada, pero parecía pensar mucho la situación.

-¿Cuando ocurrió?- preguntó al fin.

-Antes de que se fueran de luna de miel- le contesto Lia.

-Tres semanas, Niki, no puedes casarte con alguien que conoces desde hace tres semanas- volví a exclamar. No podía creerlo, era absurdo, él no podía casarse.

-Tiempo suficiente para enamorarse, ¿no? Acaso Jungwon no se enamoró de ti en tres meses. Además conozco a Lia desde que somos amigos con Jungwon- me recriminó. Iba a decir algo, un millón de insultos, pero Jungwon me detuvo a tiempo.

-Primero, conozco a Sunghoon desde los ocho años, segundo, me gustaba desde los 16- eso no sabía, ¿Le gustaba a Jungwon desde los 16?- Y tercero, ¿No será que alguien sólo se sentía abandonado o celoso? Además, estamos hablando de mi prima.

Niki se mordió el labio y bajó la mirada.

-No me importa lo que digan, me casaré en un mes con Lia, les guste o no. Sólo se los quise decir primero porque son mis mejores amigos, y también para pedirles si querían ser los padrinos, pero se lo pediré a Jay y a Sunoo o Heeseung y a Jake.

Se fue dando un portazo, pero se volvió y tomó de la mano a Lia, a quién había olvidado en su momento de rabia. Ya solos, Jungwon y yo nos quedamos en silencio, sin saber que decir. Jungwon conocía a Niki , y sabía que cuando una idea se le metía en la cabeza, no había persona en este mundo que la convenciera de lo contrario, así que nos gustara o no, asistiríamos a una boda muy pronto.

𝐌𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐦𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora