Capitulo # 3

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                                                                                Capitulo # 3

Desperté al escuchar una fuerte discusión. Me senté en la cama tratando de ubicarme, ¿en qué momento me quedé dormida? ¿Qué tanto tiempo dormí? Miré el reloj, marcaban las nueve de la mañana y por ende, supe que ya era Martes. Me bajé de la cama, me cepillé rápidamente los dientes y bajé hacia la planta baja. Vi que Madisson estaba discutiendo con Matt, mi ex novio. ¿Qué hace él aquí? Puse los ojos en blanco y caminé como si nada hacia la cocina. Tomé un vaso y me serví leche.

— Ve, ya despertó. — Dijo Matt al verme. Me rasqué el brazo, tomé el control de la Televisión y me senté en el sofá. — Kathe, tenemos que hablar.

— Largo. — Fue lo único que dije y lo último que diría. Cambié los canales en busca de algo bueno que ver. Bebí de mi vaso de Leche.

— ¡Ya la oíste, lárgate de mi casa cara de pito! — Gritó Madisson. Me carcajeé al escuchar eso.

— Oye Madi, ¿qué no es esa la grosería que le dijo Elliot a su hermano Michael en E.T el extraterrestre? — Ambas nos carcajeamos. Como me encanta reír de esta forma, se siente tan bien.

— Me largo, pero ya veremos si no me escuchas después, preciosa. — Escuché que dijo entre nuestras carcajadas. Ya no podía, me dolía el estómago de tanto reír. Madisson cerró la puerta y se acercó corriendo hacia mí soltando una fuerte carcajada.

Después de desayunar, nos pusimos a ver una película de terror. Olvidé todo lo que había pasado el día de ayer, que pase lo que tenga que pasar. Conoceré a otras personas y podré tener otro trabajo. Madisson y yo gritamos, reímos e insultábamos a los protagonistas como si pudieran oírnos. Comíamos palomitas junto con unas Coca-Colas, dulces y gomitas. Cuando la película terminó, todas las golosinas habían desaparecido. Recogí lo que habíamos utilizado y en eso, el teléfono suena. Contesté.

— ¿Hola? — Respondí en pregunta al no reconocer el número que marcaba la operadora.

— Señorita Ferrer, la empresa "BIG HIT MUSIC" la ha contratado. Solicitamos su presencia el día de mañana a las nueve de la mañana. — Abrí mis ojos de par en par, quería gritar y brincar, pero me contuve.

— ¡Gracias! — Ni bien colgaba cuando empecé a gritar a todo pulmón, Madisson dio un brinco del susto y me miró.

—¿Qué pasa? — Dijo con una mano en el pecho. Sonreí como el gato de Cheshire y entonces ella entendió.

— ¡Me dieron el empleo! — Grité y Madisson se unió a mí, corrió en mi dirección, me abrazó y comenzamos a saltar como niñas de secundaria.

— ¡Felicidades! — Se separó de mí — ¿Pero ¿qué más te dijeron?

— Tengo que estar en la empresa mañana temprano a las nueve. — Dije con ilusión. — Estoy nerviosa, y no tengo la ropa adecuada para el trabajo.

— Eso significa una cosa... — Intercambiamos miradas — ¡Compras! Pero antes festejaremos con un poco de buen vino a mi bar favorito.

— Iré a bañarme. — Chocamos los cinco y cada quien hizo lo suyo.

***

Madisson escogió que fuéramos en su coche esta vez ya que la vez pasada fuimos en el mío. Encendió el auto y yo la radio. Ojalá se repitiera todo como ayer, verlo y sonreírnos con picardía. Su sonrisa era tan blanca, brillante y sexy. Mis ojos se movían en todas las direcciones en busca de aquél Mercedes negro con un sexy conductor. Madisson me miraba dándome a entender que sabía lo que estaba pensando.

— Deja al hombre en paz. — Me sonrió divertida. — Ha de tener un dolor de oídos o de cabeza tan fuerte que...

— Me pregunto si ha pensado en mí. — La interrumpí. Ella rio y aceleró más. Llegamos a su bar favorito y bajamos del coche. Madisson pidió las bebidas y una vez que las teníamos en nuestro poder...

— Porque Kathe consiguió el trabajo de sus sueños. — Chocamos nuestras copas. Luego pedimos tres más. Reímos, bailamos un poco y después decidimos irnos para las compras. Cuando llegamos a una tienda, estacionó el coche y bajamos. La canción "Girls Just Want to Have Fun" sonó de fondo en mi mente mientras que íbamos de tienda en tienda, comprando hasta lo que no teníamos planeado comprar, así como lencería de encaje, tacones de aguja y plataforma, etc.

Se hizo de noche, dejamos las bolsas dentro de la cajuela y luego subimos al coche y nos dirigimos a casa. Llegamos con un fuerte dolor en nuestros pies, con hambre y sueño infernal. Había sido un día fantástico. Madisson preparó unos sándwiches y sirvió jugo de naranja. Nos sentamos juntas viendo la T.V mientras cenábamos. Al terminar, cada quien nos fuimos a nuestra habitación, nos duchamos y dormimos. Mañana será un gran día.

***

Me desperté antes de que la alarma sonara y quizás sea porque Madisson me estaba haciendo cosquillas en el pie. No lo sé. Me bajé de la cama jalándole el cabello con un poco de fuerza. Ella hizo un sonido de queja y entonces, supe que querría pegarme una nalgada, corrí lo más rápido que pude a mi cuarto de baño. Estaba por entrar cuando sentí su palma marcar mi trasero. Soltó una carcajada y yo me encerré lloriqueando. Me duché, me puse mi nueva lencería y me coloqué una toalla en el cabello. Cuando salí, Madisson estaba al pie de mi cama con dos atuendos que habíamos comprado ayer, dos de los cinco.

— Escoge. — Dijo con una sonrisa. Si escojo uno, me hará poner el otro así que mejor que decida ella.

— ¿Cuál crees que debería ponerme? — Dije haciendo una mueca de dolor por mi trasero adolorido. Ella comenzó a reír.

— Este, se ve elegante y sexy. — Era una falda corta negra, un saco del mismo color y una sexy blusa blanca. Asentí y lo tomé. Ella me pasó unas zapatillas de tacón de aguja.

— ¿Crees que deba usar medias? — Le pregunté con inocencia. Ella puso una cara de espanto y negó.

— Tienes lindas piernas con una piel saludable, no necesitas esas mierdas. — Caminó hacia la puerta. — Me avisas cuando termines para que te maquille.

Asentí. — Gracias, Madi.

Cuando salió, me puse crema corporal, me puse desodorante y cuando éste secó, me puse la blusa, luego la falda que desgraciadamente me quedaba un poco ajustada, me puse crema en mis piernas y pies, y después me puse las zapatillas. Solté mi cabello y sequé con la secadora, después llamé a Madisson. Cuando ella entró, traía consigo el desayuno y todo su maquillaje dentro de dos grandes cajas. Cuando abrió las cajas, dejó ver todo ese hermoso maquillaje. Me dejó desayunar y cuando acabé empezó a pasarme un poco de hidratante en la cara, luego un poco de base y corrector, me maquilló las cejas dándole un acabado natural, un poco de sombra en los párpados, delineador, mascarilla, rubor, labial color rosa y brillo.

— ¡Listo! — Dijo, cerrando el brillo labial. — Ahora el peinado.

Comenzó a peinar mi cabello, hizo su maniobra, me hizo un lindo peinado, me ayudó a poner el saco y después me perfumé. Tomé mi bolso, las llaves de mi coche y salí de casa. Conduje el camino que me llevaba a la empresa. En un alto, miré que mi maquillaje estuviera en perfección, miré mis dientes y tomé una goma de mascar. Un claxon sonó a mi lado, entonces volteé y ahí estaba él con su sonrisa que tanto me había quitado el aliento durante todo este tiempo. Le sonreí de vuelta, él se bajó un poco sus lentes de sol y me hizo un sexy movimiento con sus cejas mientras se mordía su sexy labio. Mi corazón dio un vuelco, latía tan fuerte... Quería bajarme del coche, subirme al suyo y besarlo. Sabía que aquí doblaría, me despedí con la mano y el hizo lo mismo. Giró el volante y dio vuelta a la derecha. Conduje y seguí mi camino hacia la empresa.

***

Cuando llegué, me estacioné, tomé mis cosas y bajé del coche. Caminé como mi amada amiga me había enseñado hacia la entrada. Cuando entré al edificio, me encontré con Rebecca quien al verme sonrió ampliamente. Me saludó con la mano y yo hice lo mismo. Caminé hacia ella emocionada. Por suerte, todas vestían de saco y falda, pero no eran nada sexy, sus faldas llegaban abajo de las rodillas.

— Veo que si te dieron el trabajo. — Dijo ella. — Por cierto, discúlpame por la bofetada.

Reí. — No te preocupes, te lo agradezco muchísimo. — Le sonreí — Rebecca, ¿es regla estricta tener la falda hasta debajo de las rodillas?

— Es como tú quieras, pero tampoco exageres. — Sonreí aliviada. Noté que las diez chicas contratadas estaban aquí. — Por si te preguntas, el Jefe de Jefes vendrá hoy a recibirnos, darnos nuestros gafetes y posicionarnos donde hayamos quedado, por eso estamos todas aquí.

— Si me lo estaba preguntando, gracias. — Saqué mi teléfono y le envié un texto a Madisson: "Conoceremos al Jefe de Jefes, al parecer no es con quien tuve la entrevista... Oh, no creerás cuando te diga que vi a 'alguien'", minutos después respondió: "Mierda, ¿viste al sexy extraño? ¡Júralo! Y me dices qué tal está el Jefe de Jefes Ja Ja.", " ¡Lo juro, se veía más guapo que nunca! Quería darle una buena mamada", "Joder, Kathe... Siempre supe que no eras tan santa.", "Él saca lo peor de mí, lo siento. Hablamos luego, nos están hablando", "Ok".

Nos acomodamos en hilera conforme a nuestro número de boleto, yo era la última.

Rebecca estaba nerviosa, no dejaba de tronarse los dedos mientras que me contaba algo realmente estúpido.

— Cuando conozca al Jefe de Jefes, lo saludaré y susurraré que me de un besito — Dijo Rebeca riendo, yo hice lo mismo. Esta mujer si que está loca.

— Silencio, ahí vienen. — Dijo una de las chicas contratadas. Respiré hondo y ensayé en mi mente lo que le diría al saludarlo, algo que suene original y elegante a la vez. "Darle una buena mamada", reí, ¿cómo pude decir eso? Pero si darle un buen beso a sus sexys labios. Sentí cómo Rebecca me codeó levemente. Miré que habían como 5 hombres y dos chicas con unas bandejas frente a nuestra hilera. Miré a cada persona que estaba frente a nosotras. Y entonces lo vi, estaba ahí hablando con Josh, con quien tuve la entrevista. Oh mierda... Oh mierda... ¿Que hace él aquí? Su mirada se apartó de Josh y le echó un ojo a cada una de las chicas contratadas.... Hasta que sus ojos se detuvieron en mí. Se quitó sus lentes de sol, escuché suspiros de las chicas, pero eso era lo de menos, él no apartaba su mirada de mí y comenzó a formar su sonrisa letal.

Mierda.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
Mierda.
¡M I E R DA!

MI CUERPO EN TUS LABIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora