Si bien estuvo la mayor parte del tiempo rodeado de sus "novias" no podía evitar pensar que eso no estaba bien, no es que no las quería, las amaba, pero esa sensación no desaparecía.
Cuando actuaba hacia parecer que de verdad tenía sentimientos por la otra persona, pero no era más que una farsa.
Parecía que las cosas eran diferentes el día que empezó a ver a Santos de una manera distinta, empezó a admirar su pelo rubio, un poco oscuro, sus hipnotizantes ojos, y todo lo demás.
Cuando se dio cuenta que lo que sentía era más que cariño de amigos, fue cuando le terminaron de llamar la atención sus parejas y solo podía pensar "¿que estará haciendo Santos ahora?" "¿Comio bien?" "¿Que comió? "¿Le caeré bien?".
Sin duda tener que confesarse fue un verdadero lío, pensaba que Santos lo iba a mandar a la mierda, dejándolo con el corazón en la boca.
Grata fue su sorpresa cuando Santos le correspondió, abrazándolo sin soltarlo por un largo rato.
