Me puso de espalda del teléfono. Como era lógico, esa sombra era Ross. Forcejeé para librarme de sus musculosos brazos pero él me abrazó quedando yo inmóvil. Aprovechando el momento, Ross colgó el teléfono y empezó a susurrarme cosas en el oído.
R- No te resistas, sé que te gusto y la verdad es que tú a mí también. Eres mía
Esa última frase me hizo enojar más de lo que estaba. Así que le seguí el juego y en el momento que me iba a besar, dejó de abrazarme tan fuerte y... le dí una patada en sus partes para que aprendiara que con Ellie no se juega. Ross se quedó inmóvil en el suelo, quejándose del dolor. Nunca me ha gustado hacerle daño a nadie pero en esta situación era necesario. Así que, sin distraerme ni un segundo más, volví a marcar el número de Lea.
Le conté todo a Lea y para mi sorpresa se creyó todo lo que le dije. Eso me agrada porque significa que confía en mí.
L- Sabía que Ross me la estaba jugando. Era obvio. Cuando estoy con sus amigos empieza a mirar a las otras chicas y... -me dijo ella muy preocupada.
E- Lea... Si sabías que te estaba engañando por qué seguías besándolo de esa manera tan...tan...-dije sin saber que decir.
L- Porque estoy desesperada y besar me hace sentir bien. Me imagino que es el novio que me esperaba no el que fuma y bebe. Y me estoy dando cuenta que yo también hago malos hábitos inconscientemente... Ellie... ¿me podrás ayudar?
E- Claro eso ni se pregunta, siempre te ayudaré aunque tú no quieras. Siempre me tendrás esperando con los brazos abiertos.
Después de esta conversación me sentí muy bien conmigo misma y también por Lea, <<Por fin se ha dado cuenta de lo cerdo que es>>
Cuando menos me lo esperaba Ross me cogió como si fuera una bolsa de patatas, yo le dí con mis puños en la espalda pero no funcionó. Me soltó en mi cama quedando él encima de mí.
R- Bueno como le has contado todo a mi ex-novia, me tienes que dar un regalo y ese regalo eres tú.
E- ¿Qué?... No voy a hacer un juguete y menos para tí.
R- Bueno...pues te dejaré si me das un beso.
E- ...
