Huellas

3 1 0
                                    

Entiendes de a poco que todo se acabó, que aquel lugar donde tantas veces te sentiste a gusto empieza a desvanecerse. En principio buscas culpables, como intentando echarle la culpa a alguien de que aun salga el sol, o que la luna brille con más o menos fuerza. Pero sanas, con el tiempo, a veces sanas pero la nostalgia te ataca. Hoy pienso en ella, y pienso en las que vinieron antes que ella, esas por las que tanto tiempo me alejé del corazón, pienso en las que me dañaron, en las que me dejaron con el pecho quebrado y los ojos llenos de lágrimas, en aquellas por las que lo di todo y eso no bastó, pienso en todas las brisas de la playa en la que veía los atardeceres, y resulta que en aquella playa aún están tus huellas, y veo al horizonte buscando tu presencia, busco una señal de que aún sigues ahí, y no la encuentro, no estás, solo están tus huellas, y la marea sube y las abraza pero tus huellas siguen ahí, giro la cabeza para volver a ver al horizonte, y aun así, ahí están tus huellas, en mitad del océano, visibles incluso en el oleaje del mar, visibles en los últimos rayos de sol, aún estás aquí aún sin estarlo, y eso esta bien, porque hoy el horizonte tiene el calor del sol y el calor de tu recuerdo, de tus abrazos, de tus besos y sonrisas, ya no estás a mi lado, lo entiendo, pero aún estás en mí, y entiendo porque las huellas no se borran, porque la marea no llega a mi pecho, a mi corazón, a mi alma, no, no llega ahí, y aun si llegaran, la verdad es que en mi pecho tus huellas están grabadas en piedra, y solo tu mirada a sido capaz de hacer latir a la piedra. Gracias, gracias por todo, y adiós, porque todo terminó, así lo decidimos, ese fue el camino que elegimos, y yo hoy estoy sanando, estoy mejor, estoy tranquilo, estoy feliz, y estoy sin ti. 

Sin MétricaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora