01

475 51 30
                                    

“Me estoy volviendo loco.”

Se sentía agotado, mental y físicamente. El dibujar siempre había sido su pasión, y dicha pasión la llevó a trabajo.

Cuando publicó el primer cap de “La cereza de tus labios" jamás se imaginó que hoy en día sería unos de los manhwas más leídos de Corea del Sur, y prontamente en muchos otros países.

Empezó siendo un pequeño proyecto personal, para salir de la rutina, y ponerle un poco de vida a sus días.
Pero poco a poco, a medida que pasaban los años (y se lanzaban más temporadas del manhwa) sentía que ya no era un hobby, sino más bien, una estúpida obligación. Realmente ya no lo sentía propio, sentía que estaba en manos de los lectores que le ordenaban un nuevo capítulo por semana.

Y ya estaba harto, aunque nunca le gustó dejar las cosas inconclusas y por eso decidió seguir con aquel proyecto.

Ya no le encontraba el sentido, estaba cansado de lo mismo, se volvió gris de la nada.

(...)

Changbin se levantaba normalmente a las 10:00 am todos los días, desayunaba tostadas con huevo revuelto y un té de hierbas, a las 11:00 se bañaba y alistaba para la universidad, finalmente a las 12:30 llegaba a la universidad y esperaba a su horario de entrada.

Todos los días hacía lo mismo, y hoy no sería una excepción.

Ya alistado, Changbin se dirigía al establecimiento, siempre pulcro. Con sus lentes redondos, su cabello bien peinado, sus pantalones planchados, su camisa violeta y sus zapatillas blancas.

Tan perfecto, tan aburrido.

Siempre le molestó ser perfeccionista, porque todo el mundo se lo recordaba, él mismo se lo recordaba cada mañana. Por esa razón siempre pensó que era muy aburrido, sin gracia. Tan solo una hoja en blanco.

Él quería ser espontáneo, imaginativo, una explosión de colores y felicidad... Libre. Por lo que liberó esa creatividad en un personaje que era todo lo que él no pudo ser.

Cómo jamás pudo cumplir sus propias expectativas, se dispuso a cumplir las expectativas que tenían los demás hacia él.

Llegando a la universidad, saludó a cada persona que pasaba por su lado, les sonreía porque sabía que les encantaba, que lo adoraban por ser tan... Perfecto.

—Buenos días, Seo. Puntual como siempre.— Le decía su profesor de Filosofía, Changbin solo pudo dar una sonrisa y sentarse en su lugar, el cual estaba en el frente del salón.

Otro día de falsedad.

(...)

Ya finalizada la jornada educativa, fue caminando a su departamento.

Al entrar en el, lo único que pudo ver fue vacío, estaba solo. Se sentía solo.

Se quitó sus zapatos antes de pasar, colgó su saco, se sacó su mochila y dejó las llaves a un lado de la puerta.

Pasó a la cocina y tomó un pote de helado, como hoy es viernes probaría no hacer nada, y solo ver series hasta quedarse dormido.

Pero a medida que pasaban los capítulos de su serie favorita (The Umbrella Academy) los pensamientos llegaban.

“¿Por qué siempre estoy solo?”

“Odio mi vida”

“me odio”

Y muchos otros, no supo en que momento las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, pero no pararán.

Entre los chistes sarcásticos de cinco y su propia melancólica fue que cayó dormido.

(...)

—Binnie, despierta.

Alguien lo llamaba, pero no conocía esa voz, abrió un poco los ojos y no vio a nadie frente a él. Volvió a cerrarlos.

—Vamos, binnie, no me ignores.

Ok, eso ya le comenzó a asustar, abrió sus ojos y revisó a sus costados. Nadie.
Suspiró aliviado, quizás estaba imaginando cosas.

—Arriba, bonito.

Miró hacia arriba y efectivamente allí había un hombre, muy guapo, con pecas en su rostro, el cabello negro algo largo, que le sonreía coqueto y-

¡¿Por qué había un hombre en su departamento?!

—¡Que carajos! ¿Quién eres y qué haces aquí? —Preguntó exaltado, casi cayéndose del sofá.

—Felix, duh. ¿Qué te pasa? Estás raro.

Dijo como si fuera algo obvio.

—¿Disculpa? Ni siquiera te conozco.

Lo miró raro, ese tipo si que estaba loco, comenzó a buscar con su mirada su celular para llamar a la policía.

—¿Cómo que no me conoces? Uhm, si este es un tipo de juego no me está gustado, binnie.

Dijo el tipo un poco confundido.

—¡No te conozco! Dios, mi celular dónde está, este tipo está loco... Un momento ¡¿Cómo sabes mi nombre?! ¿Eres algún tipo de fan loco acosador?

Inquirió Changbin, ya bastante alterado.

—... ¿Qué? Bebé, no entiendo nada.

¿Lo había llamado bebé? Que carajos.

Comenzó a analizar su cara, se le hacía conocida y un momento...

—¿Cómo dijiste que te llamabas?

Preguntó ya al borde del colapso.

—Felix.

Y eso fue lo último que escuchó antes de desmayarse.

Ayy q dramático este changbin

Manhwa -LixbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora