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La doctora está mirando fijamente hacia mis partes íntimas. Mi saliva sube a mi garganta con rapidez cuando ella toma la cinturilla de mis pantalones y los comienza a bajar. Lauren camina a pasos lentos y casi silenciosos para posarse en la parte inferior de la camilla.

Los brazos de ella están cruzados. Su respiración es un poco errática y siento como su mirada esta fija en las manos de la mujer que se mueven por toda mi extensión.

Me remuevo incomoda y la mujer lo está más, sobre todo porque siento la tensión en su cuerpo y la mirada de reojo que le tiene a Lauren.

—Señorita Jáuregui, necesito examinar a la señorita Cabello, pero su presencia...— Lauren la observa en silencio y quita su sombrero para dejar al lado de mis pies.

—Si ella dijo que podía estar aquí, puedo estarlo ¿No es así?— su pregunta es tajante. Pero no tengo las ganas de hablar, sobre todo cuando el dolor en el puente de mi nariz esta intensificado.

—La deja pasar por petición de la paciente, pero solo puede pasar personas cercanas— la mujer la mira con dureza, Lauren ladea una sonrisa y alza su ceja.

Cierro mis ojos porque si sigo observando la mirada demandante de esa mujer, tendremos un gran problema y no creo que la doctora quiera estar presente en este asunto.

—Estoy con la por ahora, señorita Cabello— el sarcasmo en su voz es evidente, quiero reírme pero no puedo por el malestar.

Siguen bajando mis pantalones y siento el aire frio tocar mis muslos desnudos. El apretón en mis tobillos hace que abra los ojos e impacte con los verdes de Lauren que tienen una tonalidad ¿Más oscura?

Los vuelvo a cerrar y dejo el frio del paño con hielo siga haciendo efecto en mi nariz.

—Señorita Cabello, necesito que alce un poco su cuerpo.

Hago lo que la mujer me pide y siento ahora como está tirando de la cinturilla de mi bóxer, aquello me hace abrir mis ojos con rapidez y aparto el hielo de mi rostro para ver a la mujer.

—Necesito observarlo, el dolor en la ingle había comentado, era insoportable— asiento a sus palabras y mi miembro flácido queda delante de la mujer. Lauren toca mi tobillo y conecto mis ojos con los de ella.

Veo como su mandíbula se aprieta mientras la mujer toquetea preguntando si me duele algo. Asiento en algunos momentos y niego en otros bajo la mirada de Lauren.

Muerde su lengua con sus muelas, aun así puedo ver la punta rosada de su lengua cuando es mordida. La sonrisa no se aparta de sus labios, ni cuando aprieta con más fuerza mi pierna. Mi saliva se hace un poco más espesa cuando pasa por mi garganta, y mis oídos se cierran dejando a un lado la capacidad auditiva.

Mis ojos se cierran un momento y siento como palmean mi pierna. La pesadez en mis ojos es más de lo que pude creer, así que siento como unas manos me ayudaban a subir mi ropa. Lauren es quien se encargaba de ayudarme, subió mi ropa interior y luego mis jeans, dejándolos abiertos evitando el broche.

La doctora estaba caminando hacia su escritorio y Lauren tapaba un poco la vista de ella con su cuerpo.

—Imagino que el toque de ella no es nada especial ¿Verdad?— niego un poco ida recostando mi cabeza en su pecho. La oído suspirar y rodearme con sus brazos mientras aprieto su camia en puños con mis manos.

—Me duele todo— la risita vibra en su pecho y alzo mi cabeza para golpear, y aunque pude hacerlo había algo en ella, en sus ojos que me era curioso.

—Haremos lo posible para que te recuperes. He hablado con...—

— ¿Pueden acercarse?— Lauren alza su mano y me ayuda a bajar de la camilla y abrocha mis jeans, deja por fuera mi camisa y acaricia mis caderas antes de tomar mi mano y extenderse a tomar lo que recubría el hielo, hielo ahora derretido.

— ¿Qué debe tomar la señorita Cabello?— gruño un poco sentándose a mi lado tomando mi mano. La mujer ve la unión de ambas manos.

—Primero, tengo entendido que una chica intersexual no es algo muy común, aunque la población existe nunca había tratado con una. Sin embargo, no sé si usted ingiere algunas otras pastillas, o es alérgica a algo. No quiero interferir en algún tratamiento, asumiendo que usted o bueno...— la mujer miro hacia su escritorio — Ustedes participan en las arenas como competidoras, no sé si toman algún suplemento o vitamina, o medicamento.

—No, señora— la voz tajante de la mujer a mi lado estaba haciendo que la doctora la mirara con molestia.

—Le preguntaba a la señorita Camila— Lauren asiente y me mira.

—No, nada. Ni siquiera por ser intersexual— ella anota algo y luego me mira.

La charla en los próximos minutos me estaba causando sueño, y no, no era porque estaba aburrida, es que sentía mi cuerpo muy cansado, quería acostarme y dormir la cantidad de tiempo necesaria para sentir que todo el malestar ha pasado.

Las notas en los récipes los lleva Lauren en su mano, y enlazado de ellas hacen que las personas a nuestro alrededor nos observen un poco más de lo debido.

—Creo que algunas cosas están saliéndose de las manos— no le prestó atención a sus palabras, y menos cuando me está ayudando a subir al auto.

— ¿Puedo quitarme el jeans?— asiente y poco a poco lo bajo por mis piernas y lo lanzo en un movimiento lento a la parte trasera.

— ¿Qué ocurre?

—Me aprieta— me remuevo más cómoda y recostándome caigo en un sueño.



Los brazos que me rodean son cómodos, bastante suaves y la respiración en mi nuca es pausada. Me giro aun en la oscuridad de la habitación y puedo diferenciar a Lauren que tiene sus ojos cerrados y su respiración pausada, está dormida y aun así, sus brazos aprietan a mi cuerpo para que no aparte.

— ¿Qué necesitas?— pregunta y me sobresalto.

— ¿Cuándo llegamos?— pregunto en un susurro mirando hacia el techo. Siento su manos acariciar mi abdomen con lentitud. Mis ojos quieren volverse a cerrar por el sueño.

—Hace horas. Te dormiste en el auto, te di el medicamento antes de dormirte de nuevo.

—No recuerdo eso— sonríe pero no abre sus ojos.

—Lo imagen, caíste de nuevo dormida. No pude ducharte porque no sé qué tanto dolor tenías en tus partes íntimas, así que solo agregue la crema.

— ¿Compraste los medicamentos?— asiente.

—Si mi mujer lo necesita tengo que proporcionárselos ¿No es así de lo que trata una relación?— sus palabras me hacen abrir mis ojos con grandeza.

— ¿Relación?— asiente y sus ojos se abren.

—Relación Camila. Eres mía desde que te vi y ahora que te tengo, no te pienso dejar ir— sus palabras caen como una piedra en pozo. Sin embargo, la pesadez de sus palabras no cae tanto como el hecho de pensar que ella quiera una relación.

» ¿Tienes algún problema con ello?— no sé qué decir realmente así que me giro, sintiendo un poco de dolor en mi zona íntima por la posición y me acurruco en el pecho de Lauren. Su mano se posa en mi espalda baja y la otra me aprieta de la nuca con suavidad acercándome a ella y con el suave olor que desprende su cuerpo, vuelvo a dormir. —En dos horas te toca un medicamento, así que descansa. Mi amor.

Bonito, bonito se siente mi pechito con la calidez de sus palabras.

Aunque ninguna estuvo al tanto, del desastre que se ha formado por verlas juntas.



*Disculpen los errores*

*Perdon no actualizar, las clases me consumen mucho tiempo, y la mayoria del tiempo la distribuyo en hacer tareas y descansar un poco*

*Nos leemos luego, luego*

La Cabalgata (Camren Doble G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora