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—No me voy a subir ahí— Negó Josie viendo el pequeño bote en la orilla del lago.

Hope se giró a verla dejando los remos a un lado

—Vamos, va a ser muy relajante— Agitó las cejas

Josie rió y negó

—¿Sabes conducir esa cosa?—

Hope soltó una carcajada

—No dejaría que te sucediera algo Josie— Hope le sonrió y estiró su mano hacia ella, Josie ladeo su cabeza y suspiro

—Bien— Bufo y tomo su mano, Hope la ayudo a subir al bote y luego empujó este para subirse

—Cuando veníamos a la casa del lago y quería estar a sola me subía aquí y remaba hasta el centro del lago— Hope comenzó a hablar mientras remaba, Josie la miro—Un día pensé ¿Por qué no pinto el lago?

—¿Pintas?— Josie la miro confundida

—Si, mi padre me enseño— Sonrió— En fin, ese día reme hasta el centro del lago y me dispuse a darle vida a un lienzo con pinturas, todo iba bien hasta que apareció un pato— Hope mordió su labio con una sonrisa recordando

—¿Un pato? ¿Que sucedió? — A josie se le contagio su sonrisa y le miro divertida

—El pato comenzó a pararse sobre mi lienzo, yo lo espantaba, y regresaba, el peor error que pude hacer fue ponerme de pie, me tropecé, y caí en el lago— Hope sonrió frotando su mejilla

Josie rió

—Lo peor de todo fue que la pintura se arruinó — Hope había llegado al centro del lago y dejo los remos dentro del bote y miro a Josie, la menor ladeo la cabeza

—¿Puedes mostrarme algo que hayas pintado? Si no es molestia claro — Agrego

Hope asintió

—Por supuesto que puedes — La cobriza sonrió

Número equivocado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora