04.- No necesitas conquistarme.

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Por favor, ayúdame con tus comentarios, me facilitarán para conocer errores y aciertos. Gracias!!!

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Por muy confortable que sea mi cama, sigo sin dormir bien y como todos los días me despierto demasiado pronto sin lograr volver a dormirme. Bueno, tampoco ayuda que me incorpore a cada rato para apuntar datos en mi cuaderno, como lo de la carcasa del teléfono o para releer anotaciones de otros días. Menuda obsesión me tuvo que dar con los lirios y las estrellas.

Hay cosas de esa Paula anterior al accidente que me parecen propias de alguien que no soy yo, como si la información recogida no fuera mía sino de una extraña.

Por otro lado, reconozco que hoy me encuentro ansiosa y tengo ganas de que empiece el día: al fin voy a salir a la calle y no solo porque iremos al Taller y eso, sino porque Hugo quiere que vayamos a algunos de los lugares que suelo frecuentar y que dice pueden ayudarme a recordar.

Me gusta estar con Hugo, es emocionante concentrar su atención casi en exclusiva y sorprenderle siempre mirándome. Pero también hay una parte de mí a la que le gustaría que pronto llegara el lunes, que él se vaya a trabajar, y poder actuar más libremente. Es lógico que se preocupe, el accidente, la amnesia, vale..., lo entiendo, pero es tan exagerado con mantener todo bajo control, como si cualquier cosa me fuera a romper, que resulta agobiante.

No son aún las ocho cuando el móvil me avisa de la entrada de un mensaje. Lo recojo de la mesita de noche.

Número oculto:

     "¿Nuevo número?"

Yo:

     "Sí, ¿quién eres?"

Me quedo esperando la respuesta, pero pasan los minutos y no llega, por lo que vuelvo de nuevo a mi cuaderno. Pienso en los contactos que habría en mi antiguo móvil. Sí, definitivamente mensajes de desconocidos a cada rato no se ven agradable, entiendo lo que quería decir Hugo anoche, pero éste no es solo un desconocido, sino intencionadamente oculto, por eso no responde. Qué imbécil, ¡pues no me escribas! Y en eso el móvil vuelve a pitar.

Lorena:

     "Tenemos que hablar a SOLAS. Dile a tu controlador marido que esta tarde te deje en la puerta del Taller, yo te llevo a tu casa después"

Yo:

     "No puedo. Hugo dijo que me dirías eso y que te dijera que no me va a dejar sola"

Lorena:

     "Perdona Pau, pero tu marido es gilipollas. No vas a estar sola, sino conmigo"

Yo:

     "Lo sé, pero insistió en que le dejara estar conmigo"

Lorena:

     "Joder, ¿y desde cuándo haces todo lo que te dice Hugo?"

Pues mira, ahí me ha pillado.

Yo:

     "No sé, dímelo tú"

Lorena:

     "No conozco la versión sumisa de Pau, mi hermana es una loba desde los quince"

Yo:

LA VIDA AL DESPERTAR (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora