05.- Todos ocultamos cosas.

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Por favor, ayúdame con tus comentarios, me facilitarán para conocer errores y aciertos. Gracias!!! 😘😘😘😘

Vaaaaleeee, también es porque me divierto mucho con lo que decís. 😉😉🤣🤣🤣

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      ― ¿Iba a divorciarme?... ― Ella asiente ― ¿Y se lo dije a Hugo?

     ― Eso no lo sé.

¿No lo sabe? Uf, vale, por favor, necesito un momento... Esto no puede estar pasando.

Lorena dice que no lo sabe, y aunque sea tonto o ingenuo por mi parte, la creo. Todo en ella me dice que está siendo sincera aun cuando la cara que pone es la de una perfecta cómplice de fechorías, sí, está disfrutando a costa de mi falta de recuerdos. Por mi parte, yo estoy helada y puedo asegurar que no se debe al aire acondicionado precisamente. Después de este día sintiéndome tan cercana a Hugo, después incluso de haber coqueteado ambos, después de ese beso...

¿Mi amiga acaba de decir que iba a divorciarme y que tengo un amante? No puedo... mejor dicho, no quiero creerlo. Me resulta inconcebible.

Lorena va a tener que contar todo lo que sabe, necesito todos datos para terminar de asumirlo,  pero cuando voy a continuar mi interrogatorio, Hugo da por concluida su llamada y regresa junto a nosotras. ¡Qué oportuno! ¿verdad? Para mi desgracia, no vuelve a despegarse ni una sola vez. Está encima de nosotras sin perder detalle y desde luego, está más interesado en lo que dice Lorena que yo misma.

¿Le llegué a pedir el divorcio? Esta forma tan controladora de Hugo, ¿es solo porque está asustado por mi accidente o es porque lo sabe y es una manera de marcar territorio y que no le abandone?

Del resto de la visita al Taller puedo dar pocos detalles. Lo siento, pero es que estoy más concentrada en mis pensamientos que en las palabras de ellos, quienes parecen estar discutiendo a cada rato por la exposición, ajenos a mí. Definitivamente estos dos no se llevan bien.

No logro entender a mi yo anterior al accidente, a esa Paula que se escapaba con frecuencia con el coche de Lorena, a la mujer que hacía creer a su marido que seguía trabajando con el único objetivo de estar con otro hombre. ¿De verdad tengo un amante?

Que Hugo exigiera dejar mi coche ahí mismo es un mal augurio. Este hombre: o lo sabe o se huele algo.

No sé cómo era esa otra Paula, ni las cosas que se le pasaban por la cabeza, pero siento tanta vergüenza que no me atrevo a mirar a Hugo a la cara ni una sola vez. No después de hoy. Solo quiero salir de allí, pero como he venido haciendo estas dos últimas semanas, me muestro sumisa y me dejo llevar por la mano de Lorena, quien me arrastra encantada para terminar el recorrido completo de las obras preseleccionadas.

El lunes hablaré con ella. Tengo que hablar con ella.

En el coche de vuelta a casa, Hugo saca afuera todo su malestar. Está obcecado con que hay que retrasar la exposición, que queda demasiado por decidir y que lo que necesito es tranquilidad, que es una locura hacerlo de este modo y que Lorena está siendo egoísta y yo, sinceramente, lo único que quiero es que deje de hablar y tener al fin silencio para pensar. ¿La verdad? Me importa un bledo la exposición, si total, ni siquiera recuerdo haber pintado nada de aquello.

De esas cosas prefiero encargarme en otro momento.

Al poco de llegar a casa, Hugo recibe una llamada de nuestro amigo David con quien mantiene una charla amistosa que consigue hacerle olvidar a Lorena y la dichosa exposición. Al parecer, David y Gisela acaban de regresar de la playa y están deseando verme. La verdad, si tan amigos se supone que somos somos, no me extraña que quieran verme después de mi secuestro hospitalario. Hugo se muestra relajado y acepta su invitación para barbacoa y piscina mañana en su chalet. 

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⏰ Última actualización: Jun 28, 2022 ⏰

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