🐺 With Bared Teeth 🏹 |KakaIru|

Capítulo XI

La historia original pertenece a "callaina". Las imágenes son propiedad de "anniemaar" y "booleanWildcard"

La historia original se encuentra en Archive of Our Own y está en Inglés, dejo aquí el enlace del capítulo: https://archiveofourown.org/works/33583975/chapters/85062499#workskin

Descargo de responsabilidad: Todos los personajes pertenecen a Kishimoto

Habían pasado quince días desde que Iruka y Kakashi habían regresado. Poco a poco, el bosque recuperó su salud, evidente en la exuberante vegetación y el aire zumbante de las alas batientes de las libélulas o las puestas de sol iridiscentes que brillan bajo las luces fantasmas que se despiertan. Las pesadillas de Iruka también habían cambiado de naturaleza. Donde recordaba la muerte casi todas las noches anteriores, sabía que soñaba con presencias brillantes que lo miraban desde arriba y lo envolvían en sus abrazos. Le tomó a Iruka la mayor parte de sus días y una larga conversación con Kakashi en una mañana fresca donde Iruka se despertó sobresaltado y encontró sus manos, brazos y todo el cuerpo envueltos en un pequeño resplandor hasta que entendió que no estaba simplemente soñando.

El dios del bosque que, una vez, se compadeció de Iruka cuando era un niño indefenso, había dejado su forma corpórea después del final de la guerra. Sin embargo, su esencia todavía se cernía sobre todo el bosque; la existencia de cada uno estaba unida. Ni siquiera Kakashi podría haber razonado cuál había surgido primero.

Entonces, cuando el bosque que los rodeaba respiró hondo, y todos sus habitantes también, las líneas entre el subconsciente de Iruka y su entorno comenzaron a debilitarse, dejándolo abierto a mensajes de espíritus detrás del velo, espíritus que una vez conoció. Iruka era huérfano solo en papel. Su vida pertenecía al bosque y el bosque le pertenecía a él.

Gran parte del tiempo de Iruka lo pasó al lado de Kakashi, quien se negó a dejarlo ir tan pronto después de los eventos de Konohagakure. Iruka se sorprendió por la nueva cercanía que se desarrolló entre ellos, pero no pudo cuestionar el cambio de naturaleza de Kakashi, no cuando sintió una oleada de afecto cuando sus dedos se entrelazaron al caer la noche y permanecieron juntos hasta el amanecer. Durante las secuelas inmediatas de su regreso, Iruka había descansado, agotado pero realizado, y Kakashi no se había apartado de su lado ni una sola vez. No hasta que se hubiera asegurado de que todas las narices del bosque captaran su olor en Iruka. A este último le había divertido muchísimo cuando despertaron con sus piernas desnudas enredadas y el youkai insistió en que usara uno de los atuendos de Kakashi.

"Sé que tienes que irte", dijo Kakashi mientras ajustaba más el abrigo alrededor de los hombros de Iruka. Con el paso lento del verano al otoño, la tierra y el viento se volvían más fríos cada noche. Iruka vio a Kakashi detenerse, insoportablemente apegado a él.

"¿Pero?"

Hizo un puchero. Este hombre, medio kami, bendecido con dones que otros ni siquiera podían comenzar a imaginar, hizo un puchero "Ojalá no tuvieras que ir" Ahuecó el rostro de Iruka. Sus palmas estaban calientes.

"Sin embargo, volveré" dijo Iruka. Una pequeña sonrisa adornó sus labios mientras trataba de no reírse de Kakashi. Sus ojos recorrieron los rasgos que tanto había llegado a amar, y aquellos de los que aún no conocía toda la historia detrás. No creía que pudiera cansarse de Kakashi. Molestarse con él, tal vez, ya que al youkai le encantaba molestarlo y burlarse de él, pero su corazón había estado abierto para él desde el principio.

Iruka se miró a sí mismo y al abrigo que olía fuertemente al aire pesado antes de una tormenta. Estaba a punto de partir para un viaje de regreso a la aldea donde planeaba buscar a Hiruzen y descubrir lo que había ocurrido durante sus semanas de ausencia. Y hacer sonar una advertencia para futuros malos tratos a los ayakashi. Se iría por una semana como máximo antes de regresar al bosque "Y luego me... ¿me quedaré?"

"¿Por qué eso suena como una pregunta?"

Iruka estaba en silencio. Kakashi le dio un codazo para que sus ojos se encontraran "Te lo dije Iruka, has sido tú todo el tiempo ¿Sabes lo que eso significa?"

Iruka resistió el impulso de esconderse. Sacudió la cabeza suavemente y trató de pensar en una respuesta, con los labios ligeramente entreabiertos.

Kakashi sonrió. Sonrió como la primavera y el verano y el otoño y el invierno a la vez. Como el sol, la luna y las estrellas. Sonrió y el pulso de Iruka se aceleró "Significa que te amo. Y cuando regreses, te seguiré amando hasta que te canses tanto de que te adore que nunca dudes de que te amo"

Sus mejillas habían comenzado a arder ante la primera declaración y continuaron calentándose hasta que Iruka agarró las manos de Kakashi que aún ahuecaban sus mejillas, necesitando castigarse. Sus ojos tenían un brillo vidrioso cuando susurró: "Yo también te amo"

Si es posible, la sonrisa de Kakashi se amplió. Acercó a Iruka para darle un casto beso, una simple presión de sus labios, pero Iruka pensó que podía sostenerse solo con la calidez de Kakashi y esos besos.