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Los siguientes días fueron… grandiosos.

Día a día, ayudaba a Helena con las publicaciones de su página, y aunque me quejaba y parecía hacer lo que se me pedía de mala gana, la realidad era que estaba disfrutando todo de una manera difícil de describir.

Un día estaba a cuatro patas, mientras la grandiosa Miss Kitten me usaba como trono, al siguiente estaba hecho un ovillo en el suelo, sirviendo como taburete para que sus hermosos pies de alabastro no llegarán a tocar el suelo, y al siguiente de ese, estaba postrado en el suelo, haciendo amago de que besaba sus pies.

Cada día era grandioso, y lo disfrutaba más aún, debido que había encontrado el método de hacerlo todavía mejor.

Intentando replicar lo que ocurrió el primer día, rápidamente me di cuenta que Helena es propensa a enojarse con facilidad cuando siente su orgullo herido, y cuando eso pasa, tiende a ser más agresiva, y tomar decisiones que no hubiera tomado con la cabeza fría.

Mencionar que nunca lameria unos pies tan feos como los suyos, y burlarme de los suscriptores de la página, la llevó a meter la mitad de su pie dentro de mi boca en una ocasión que estaba distraído, y amenazarme con que de eso trataría su set de fotos, y si llegara a negarme, publicaría mi cara en internet. Insinuar que sus pies olían mal cuando ya había dicho lo contrario la vez anterior, la llevó tapar mi boca con su talón, y presionar los dedos sus pies contra mi nariz, obligándome de esa manera a oler la fuerte fragancia de entre sus dedos. Y molestarla con un tema cualquiera cuando estaba acostado en el suelo, y ella sentada en una posición elevada, siempre termina con sus pies presionando fuertemente mi rostro, llegando a un grado leve de asfixia.

Como era de esperar, Helena terminaba molesta al finalizar nuestras secciones, sin embargo, ya sea por su propia naturaleza que le impide ser rencorosa mucho tiempo, o por el hecho de que agregar ese leve de toque de "odio" le daba realismo a las fotos y vídeos que tomaba, y por lo tanto, los comentarios y las propias no hacían más que subir. Al llegar la noche, al momento de cenar, su enojo ya se le había pasado, e incluso se disculpaba si fue demasiado ruda, reiterando que no quiere que deje de mi "trabajo".

El final de mi semestre en la universidad, coincidió con la fecha en la que Helena había terminado de preparar las cosas para su set de fotos. Siendo sincero, la espera me fue el doble de tortuosa que de costumbre, si bien, en meses anteriores siempre esperaba con una buena dosis de expectativa, en esta ocasión, teniendo muy presente de que se iba a tratar y lo que me estaba esperando, hacían que el ansia me comiera vivo.

Habiéndome revelado su secreto, y contratado para guardarlo y ayudarla con la creación de contenido, Helena ya no tenía que limitarse a solo usar su habitación como escenario para sus fotos, es por eso mismo, que había pasado todo el día movimiento los muebles de la sala, y acomodando un montón de utilería que Helena había comprado el mismo día en el que fuimos por su cámara.

Asombrado por su nivel de prevención, a media tarde había terminado de construir un escenario con temática egipcia, que no era para nada mejor que el que verías en una película de bajo presupuesto, sin embargo, para alguien como Helena, o mejor dicho Miss Kitten, que en algunas ocasiones era criticada ya que pese a ser de las modelos más exitosas de la página, sus set de fotos tenían una calidad de imagen y preparación más acordé a una modelo que está empezando, este era sin duda su trabajo más grande.

Cuando todo estuvo listo, tanto yo como Helena fuimos a prepararnos, ella a ponerse el disfraz que había comprado, y yo, a masturbarme hasta quedar completamente seco...

Hasta donde sé, Helena todavía no ha notado el efecto que tiene sobre mí, es por eso que de unos días para la fecha, había tomado esa actitud. Si me masturbaba hasta no poder más, no tendría una erección en el trabajo.

Ahora trabajo como exclavo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora