Capitulo III

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-¿A donde tan de prisa cariño?- respira Artemisa, no tienes que cometer un crimen el primer día, lo necesitas con vida para aprobar el año.
-¿Que quieres Ares?- el suspira como pensando la siguiente idiotez, que saldrá de sus labios.
-¿Cuando haremos el trabajo que nos dejó el profesor?- maldita sonrisa coqueta, quisiera poder borrarla de un golpe.
-¿El viernes podrías?-suspiro resignada- ¿En tu casa o en mi casa?- el me mira con una sonrisa coqueta, la que le sirve para conquistar a las rubias sin cerebro del instituto.
-En mi casa ya que esta más cerca el instituto.
-Como quieras, a mi me da igual, lo único que quiero es acabar con el trabajo, para no tener que ver tu odiosa cara otra vez- estaba furiosa, por esa sonrisa de soy mejor que tu.
-Pero no te enojes cariño, que te saldrán arrugas antes de tiempo, nos vemos el viernes al salir del instituto- suspiró resignada, ya que no puedo hacer nada porque sino voy a desaprobar y yo nunca desaprobe una asignatura.
-Nos vemos el viernes idiota- voy camino a mis siguientes clases y mi mañana sigue normal, ya que consiste en clases, libros y los famosos insultos desgastados de los populares.
Al fin sonó la campana anunciando el fin del día en el instituto, voy camino a casa me coloco mis auriculares  escuchando mi canción favorita de Morat para hacer más entretenido el regreso a casa, ya que solo vivo a solo 7 cuadras del instituto, en el camino me encuentro a varios de mis vecinos.
Al llegar a casa, voy a mi habitación, dejo mi mochila y me pongo ropa cómoda, bajo a la cocina, me preparo algo de almorzar, una vez termino de almorzar, empiezo a hacer mis tareas del instituto.
Terminó mis tareas y veo la hora son las cinco de la tarde. Mientras metiendo voy leyendo un nuevo libro que empecé a leer.

Mi Dulce Bad Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora