Un paño tibio ayudó a limpiar el aceite y el sudor de su rostro y manos. Ha sido un día largo. A Anakin le dolían los dedos por el complicado trabajo de desmontar BT, eliminar todos los rastreadores de identidad y volver a montarlo. Un día largo, pero bueno. Podría ir a la ducha y obtener una limpieza adecuada y disfrutar del calor y la humedad, limpiar la suciedad de todos su cuerpo o podría comer y llenar su estómago. Diablos, podría simplemente ir y dormir en la cama. Dormir no sería tan malo después de horas de trabajo mecánico y casi explotar.
Pero echaba de menos a Obi-Wan.
Encontró a su Maestro en su propio dormitorio, sentado junto a un escaparate. Observó con calma las líneas blancas y brillantes del hiperespacio.
- Anakin, hola. - dijo. Dio un pequeño asentimiento de reconocimiento.
- Hola. - Anakin se unió a él en los asientos. Se cruzó de brazos y miró también.
- ¿Arreglaste el droide? - preguntó Obi-Wan. Parecía muy distante, los ojos fijos en el paisaje que tenían delante.
Anakin se encogió de hombros. A Obi-Wan probablemente no le importaban los detalles, siempre y cuando el trabajo estuviera hecho. - Sí, Grievous no tiene forma ahora de rastrearlo. Ni siquiera reconocería a BT si se encontraran en la calle y no explotará a nadie en el corto plazo.
- Bien.
Permanecieron allí en un silencio sociable. Era relajante, como Anakin siempre había escuchado que se suponía que debía ser la meditación. De hecho, podía sentir cómo sus hombros se relajaban lentamente. Cuando Obi-Wan no estaba en su caso sobre esto, aquello o lo otro, en realidad se llevaban bastante bien.
- Anakin. - dijo Obi-Wan de repente.
- ¿Sí? - preguntó Anakin con cautela al tanto por no estar dándole sexo oral. Sus hombros se levantaron de nuevo.
Obi-Wan se alejó de la ventana y se encerró con Anakin. - Tengo un favor que pedirte.
Anakin sonrió. - Sí, claro, tal vez pueda hacer algo por ti. Sin embargo, depende.
- Bien, nunca te lances a un compromiso a ciegas. - Obi-Wan sonrió. ¿Se suponía que era un cumplido de profesor a alumno? - Lo que quería preguntarte es esto: te he prometido mi honestidad. Esperaba que pudieras hacerme el mismo honor.
''Oh, mierda.'' Anakin se mordió la lengua. Hizo un repaso mental de todos los secretos que le ocultaba a Obi-Wan. Podría ocultarle información a Obi-Wan, pero nunca podría decirle una mentira total. Esta fue una receta para el desastre. No era que tuviera muchos secretos, pero había tanto que nunca podría decirle a su Maestro...
La mirada de Obi-Wan era paciente y generosa. Como si supiera que había pedido mucho y reconoció el peso de su pedido. Anakin dejó escapar un profundo suspiro. Él le había pedido lo mismo. Esto era justo. Y podía confiar en Obi-Wan. Puede que no esté contento con las respuestas que obtuvo, pero Anakin sabía en su interior que entendería el contexto detrás de ellas. - Está bien, sí.
- Gracias, eso significa mucho para mí. - Obi-Wan agachó la cabeza. Anakin se preparó para cualquier palabra que saliera a continuación de su boca, cualquier verdad a la que tuviera que renunciar. - Puede que lo hayas notado, pero he estado un poco... en todo el mapa últimamente.
- ¿Eh?
Obi-Wan se rió entre dientes. - O tal vez no. Lo que quiero decir es que me han faltado unos cuantos cristales para un sable de luz.
Parecían más afirmaciones que preguntas. Anakin se encogió de hombros. - De acuerdo.
- Lo que quiero decir, Anakin, es que siento que he dejado que mis emociones me dominen. - Obi-Wan se puso de pie. Solo entonces Anakin se dio cuenta de que se había quitado la ropa interior oscura. No podía recordar la última vez que había visto a Obi-Wan sin capas y capas de túnicas. Años, probablemente.
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SEMILLA
FanfictionCuando Anakin cae enfermo por un veneno letal, Obi-Wan no tiene más remedio que usar todos sus recursos para curarlo, sin importar lo reacio que sea a administrar el antídoto. Traducción del ruso al inglés hecha por bell (belldreams) de la historia...