- Capítulo #1.

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Al día siguiente volvieron a estar en las mismas... El profesor de la clase 1-B Sekijirio Kan no estaba conforme con lo que llegaron en la otra reunión, siguieron presumiendo a los estudiantes más destacados de cada aula, está vez, el squad del explosivo estaba caminando hacia el patio.

El cenizo tenía el típico ceño fruncido mirando de mala gana a los demás, cosa que no le importaba a su querido pelirrojo, este estaba apoyado en el hombro de su pareja, como un loro, la afeminada rosa estaba haciendo bromas para así mantener entretenido al grupo, tenía de acompañante al joven de cabellera rubia con el reconocido rayo negro y el quinto integrante parecía alma en pena, no quiso comentar ni hacer nada, solo quería llegar a un lugar y poder sentarse.

Ya había pasado quince minutos desde que llegaron a un lugar y pudieron sentarse, la afeminada estaba parada señalando algunas nubes, diciendo que cada una tenía una forma única y otras cosas.

El cenizo estaba acariciando las mejillas del pelirrojo, ya que este tenía en sus muslos el torso del joven con dientes afilados, el pelirrojo estaba levemente sonrojado y con una pequeña sonrisa de lado.

El rubio estaba inventando solo en el árbol que tenían atrás y el azabache simplemente estaba echado en el pasto, su mirada estaba dirigida al horizonte, parecía que estaba terminando de pasar un "viaje astral" pero realmente estaba haciendo todo lo posible para no caer en sus pensamientos.

Era algo entendible, ¿Como no tener un bajón al ver lo feliz que es la persona que te gusta y que es feliz por qué está compartiendo su tiempo con tu mejor amigo? Aunque ya había pasado meses desde que esos dos hicieron oficial su relación aún así seguía doliendo.

El azabache se ponía a pensar en tantas oportunidades perdidas, no le molestaba ver feliz al cenizo ¡A lo contrario! Le encantaba, lo que no le gustaba que no era con el, sino con su mejor amigo, aunque el sabe que tiene algo de culpa al no contarle a su mejor amigo los sentimientos que tenía hacía el explosivo, tal vez si lo hubiera hecho el podía ser su pareja.

Se sumergió tanto que por un momento creyó que estaba echado en la cama de su habitación mirando a la pared mientras tenía entre sus brazos una almohada, la estaba abrazando con algo de fuerza sollozando levemente, gritándole a la pared ¿¡Por qué!? Pensaba en tantos por qué, que los ojos tan abiertos de el se fueron cerrando mientras se ponían cristalinos.

Sero ¿Sucede algo?. —Una aguda y femenina voz pregunto—.

Déjalo seguramente le afectó la cocaína. —Añadía una voz grave y algo ronca—.

Después de eso todos empezaron a reírse a carcajadas, el azabache estaba encantado con la risa de su amor platónico, era buen actor, sabía disimular para que mentir pero aún no podía engañar al pelirrojo, y para poder quitárselo de encima tuvo que decir algunas palabras con lo nervioso que estaba.

¡Claro q-que no! ¿¡Cómo s-se te ocurre que lo hago entre semana!?. —Esa respuesta solo hizo más grandes y ruidosas las carcajadas—.

El azabache aún tenía ese leve sonrojo de pena mezclado con placer, después de un rato se tantas carcajadas se escuchó una voz chillona, la cual le pertenecía a Hizashi Yamada, mejor dicho, la rubia gritona o el acompañante de dormitorio del vagabundo de Aizawa; diciendo.

¡Hola chicoos! Nuestra reunión ya concluyó ¿Y saben que significa eso no? ¡Hora de volver a sus auulas!. —Se cortó el aviso que le daba indicaciones a los estudiantes y a algunos squads—.

El grupo del explosivo ya sabía que hacer y se levantaron para así poder dirigirse a su aula, el más alto del grupo iba volando al aula, solamente quería entrar y que terminará el día y ir a su habitación para así poder fumar unos cuantos cigarrillos ya que eso es lo único que tiene permitido fumar dentro de los establecimientos de la U.A.

⎾¡🅃🄸🄴🄽🄴🅂 🅀🅄🄴 🄴🄻🄴🄶🄸🅁! ¿¡🄴🅂 🄴🄻 🄾 🅂🄾🅈 🅈🄾!?⏌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora