Prólogo

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La sensación de cansancio la invade de nuevo, últimamente muy habitual que ocurra esto.

Lo cierto es que las personas de su entorno parecen ya no reconocerla. Y eso tiene sentido, ya que ni ella misma lo hace.

Y es que dónde un día hubieron ganas de todo, hoy no hay ganas de nada.

Donde hubo un día un fuego que parecía eterno, hoy quedan cenizas.

Donde en su día hubo un gran río, hoy solo queda un riachuelo.

Donde un día hubo vida y ganas de vivirla hoy ya no queda nada de ello, hoy solo quedan las razones de
porqué no tenerlas.

Que triste ver cómo se acaba todo poco a poco.

Aunque más triste es ver cómo todo se apaga y no poder hacer nada.

Tan sólo quédateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora