mi príncipe (#1 Saga Imperio ⚜️👑)

Capítulo 18

— tu no iras a esa guerra Isabel! — advirtió silver

— es mi desicion — espete — y nadie se atreverá a impedirlo! — reproche

— pero yo soy tu emperador y te prohíbo ir a esa guerra — ordenó edward

— y yo la segunda autoridad — asegure en tono dominante — yo iré a esa guerra a la cual no pienso regresar sin una victoria lo han entendido — salí de la sala del rey

— no iras eso te lo aseguro — grito edward

No quise hablarle a nadie para encerrarme en mi habitación y los días siguientes discutirlo todo con sir lester

— la guerra está próxima alteza — me informaba sir lester

— lose — murmure — ya es momento de hacer los preparativos para la campaña no será fácil evadir al rey del charles

— debería disculparse con su alteza

— que? — lo mire — acaso el te obligó a decir eso? — el asintió

— el está muy desesperado su alteza, el no quiere que se vaya sola a la guerra — yo suspiré para calmarme

— no pondré mi reino en riesgo por el caprichito de un príncipe — reproche

— pero alteza

— ya e dicho! — el se estremeció y asintió

No duramos ni un mes para acabar los preparativos y empezamos a despedirnos de la gente

— repasemos — procedí — ya están las armas?

— si alteza de todo tipo

— las municiones suficientes?

— las esenciales

— el purificador mágico

— tenemos 4 por si se pierde, rompa o descargué la piedra central

— bien, ya que que todo está listo nos iremos por la mañana así que vayan a descansar — ellos asintieron

— de verdad esta segura alteza? — preguntó sir lester

— muy segura, si muero en la guerra se quedará marcado en la historia así que no necesito más de esta estupidez y talvez así su alteza sea feliz con su concubina — espete antes de salir e irme a mi habitación

Al entrar prendi una vela cuando un pequeño brillo me llamó la atención

Cuando me acerque me sonreí, era mi caja de música hecha con un gran diamante azul que mi tío me había regalado en mi cumpleaños número 15

Mis lágrimas inundaron mis ojos, el calor de los recuerdos llegaba a mi

— te tengo una regalo me bella princesa — decía mi tío

— que es que es?! — preguntaba con emoción mientras saltaba para ver que tenía escondido en sus manos detrás de él

— espera ten paciencia, ahora cierra los ojos y extiende tus manos — hice todo lo que me pidió pero aún estaba llena de curiosidad — ahora abre los ojos — los abrí y vi ese hermoso piano que el abrió y salieron notas musicales mágicas con una bella melodia del amor verdadero

Los recuerdos de la muerte de mi tío son tan duras que es casi imposible de olvidar, mi corazón está tan roto por la indiferencia de alisteir pero debo mantenerme fuerte ante mis ideales

Esa noche no pude dormir por la mínima razón de que temia que alisteir se atreviera a Intervenir

La mañana siguiente me levante de golpe recordando que se me hacía tarde para salir, me aliste para unirme a sir lester

— reflexiona un poco por favor — suplicaba mi padre lleno de preocupacion

— padre tiene razón, sabes que sam estaría muy preocupado — suspiré

— el estaría orgulloso de mi porque a pesar de todo el dolor sigo firme y sin llorar como una niña — ellos me miraron..

— por favor no quiero perderte — sollozo edward a quien abrase con fuerza

— no me perderán — murmure — esperame hermano — el sonrió y me abrazo más fuerte

— parece que te estuvieras despidiendo — sollozo silver

— no es así — dije sonriendo y ellos retrocedieron para que subiera al caballo
— además adriel cuidara de mi — asegure y el se acercó a mi y asintió dándoles un poco de paz — bien vámonos! — ordene a los soldados quienes comenzaron a caminar

Mi reino me miraba como si fuera la última vez, sus miradas estaban llenas de tristeza y eso lo podía ver así que lo menos que podía hacer era sonreír dulcemente haciéndoles saber que luchare para poder volver

Salimos del reino y yo suspiré volteando a ver por última vez a mi preciado reino que espero con ansias regresar a salvo

Cuando estabamos a punto de entrar al reino norte una orda de soldado nos detuvo y vi al rey y a su alteza delante de ellos

— que están haciendo? — pregunté

— haciéndote entrar en razón Isabel — dijo el rey

— su magestad por favor no interfiera

— Isabel

— y usted su alteza no debe de importarle si regresó o no porque su concubina podrá darle tanto hijos como usted quiera! — sentí una mano en mi hombro

— calmate — murmuró la suave voz de adriel y vi que si alteza se tensaba

— quién es?! — preguntó alisteir muy alterado

— eso a usted no le incumbe su alteza — dije con indiferencia

— soy tu esposo!

— usted perdió su derecho cuando la escogió a ella!! — el se quedó en silencio y elena se puso a su lado — que hace ella aquí? — apreté el agarre de adriel

— ella vino a verte — sonreí con ironía

— si vuelvo de esta guerra te juro que te are sufrir como sufrió mi corazón y are de tu vida un infierno — ella se estremeció — ahora no me detengan, tengo una guerra que ganar — pase por su lado — y adiós edward y ya veras cuando regrese que no te salvarás de mi! — el salió detrás de los soldados perplejo por haber descubierto su plan

— que debes recapacitar! — me detuve

— ya es tarde ya e tomado mi desicion, lo lamento primo pero es momento que tome mi propio camino sola tal y como tio lo dijo “entre las guerra y el amor las barreras son delgadas pero están hechas de lágrimas y dolor así que el camino más seguro es la guerra que el amor que te tendrá atrapada en las barreras de dolor” — edward sonrió y me miró muy triste

— estas segura de que este es el camino que quieres? — yo asenti dándole una sonrisa dulce

— estoy muy segura primo — el movió su mano y todos se retiraron, alisteir me miraba con dolor y tristeza

— no te vayas — murmuró al borde de las lágrimas

— si vuelvo de esta guerra ya habré pensado claramente en lo que pienso de nosotros así que esperame — el me miro y asintió soltando mi caballo

Empeze a cabalgar mirando por última vez al amor que creí que era perfecto pero que aún no se bien si continuar o formar un nuevo camino