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Regla 3: No confiar en nadie.

Esta podría ser una de las reglas más importantes de supervivencia. Si encuentras a una persona no confíes en esta, puede ser mala y atacarte por donde más te duele. A veces los monstruos son las personas y no los Duraks.
Las siguientes preguntas debes hacerlas siempre si esta persona quiere juntarse a ti:
* ¿A cuantos Duraks has matado?
* ¿A cuantas personas has matado?
* ¿Por qué?

___***___

A no ser que...

Saque un cuchillo grande el cual estaba en mi mochila, al hacerlo me arrastre sin dejar de mirar a los ojos al Coõaka, este por su parte solo gruñía y sus largas garras resonaban en el suelo. Mi espalda toco la pared impidiendo que retrocediera más, tenía el corazón en la garganta y mis manos temblaban. El Coõaka me acorraló contra la pared, saco sus colmillos en ambas cabezas amenazando que iba a matarme y produjo un sonido escalofriante, cuando este estaba a punto de clavar sus colmillos en mi piel y arrancarla sin piedad, levante el cuchillo, que parecía más un hacha, y se lo clave en la parte trasera de su cabeza lo que hizo que chillara de dolor y retrocediera dándome la oportunidad de levantarme del suelo, me acerque a el Coõaka y saque el cuchillo de su cabeza para después, con toda la fuerza que tengo, quitarle la cabeza con este; la cabeza rodó hasta mis pies dejando un rastro de sangre azul, (sí, azul), la cual dejaba un olor putrefacto, la otra cabeza miro con horror la sangre y comenzó a hacer un ruido desgarrador, un ruido de agonía, que hacia qué sintiera como si mis tímpanos fueran a explotar, el sonido era tan insoportable que le corte la cabeza sin pensarlo dos veces, la sangre salpico en mi cara y ropa y el cuerpo ya sin cabezas se desplomó en el suelo.
Mire el cuerpo con asco y me tape la nariz con la manga de mi saco debido al olor tan inmundo que produce.

- ¿Estas bien?- Le pregunte a Jo con la voz agitada mientras ayudaba a que se levantara.

Jo: S-Si, gracias.- Dijo un poco nerviosa.

Me acerque al techo y ayude a Emma a que bajara de este, recogimos las cosas que nos íbamos a llevar antes de que llegara el Coõaka y salimos de la casa.
Caminamos por la sola y larga carretera, buscando entre los autos que habían uno que funcionará, pero ninguno lo hacia por falta de gasolina, así que seguimos caminando siendo precavidos de que ninguno de los cadáveres que yacían tirados en el frío pavimentó nos atacara.
Después de una larga caminata llegamos al Central Park, estábamos tan cansados que decidimos buscar un lugar donde descansar para después buscar algún auto que funcione para no estar tan expuestos al peligro de ahora.
Antes de que todo esto del virus D pasara el único peligro en este mundo eran las personas, los seres humanos, violaciones, asesinatos, secuestros... Etc. Y ahora, debemos huir de esas cosas que solían ser personas que conocíamos o no por algo mucho peor que las actitudes que nombré antes, y no, no se puede considerar canibalismo porque estas cosas no tienen conciencia, sólo piensan en comer y matar, comer y matar, nada más; lo que hace la situación más peligrosa y difícil de resolver.

Recorrimos todo el Central Park hasta que nos topamos con una gran biblioteca, camine hasta esta siendo seguido por Emma y Jo. Subí las escaleras de la entrada, saque mi pistola y comencé a abrir la gran puerta lentamente, esta crujía y hacia que un gran eco se escuchará dentro de la biblioteca, así que decidí abrirla rápidamente.

- Yo entrare primero y después ustedes.- Le ordene a Jo.

Entré en dicha biblioteca, con dos pistolas en mis manos esta vez, camine por el largo pasillo que tenía hojas tiradas, lápices y de más cosas. Lo que se me hizo más extraño fue no ver cadáveres en el suelo o algún rastro mínimo de sangre.

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⏰ Última actualización: Jan 24, 2016 ⏰

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Movimiento es vida (2 temporada "Un chico en el Apocalipsis") PAUSADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora