Personaje: Hablar... -se suicida- acción (Joder, esas tetas no dejan de mirarme) pensamiento ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Tras recibir la noticia, la vida del pecoso dio un enorme cambio.
Para empezar, a tan sólo una semana de saber el compromiso, este tuvo que usar un anillo e irse a vivir con la heroína número 1 en una casa aparte (la cual era enorme).
Como segunda cosa, este conoció a la hija de los Yaoyorozu, teniendo un encuentro cuanto menos peculiar....
Flashback
Izuku: Según mamá, la dirección es aquí... Cielos, sólo porque me prohibió volar o teletransportarme, si no ya habría llegado.
A lo lejos podía divisar a una chica de cabello negro correr hacia él y lo pegó a una pared.
¿?: Perdón por el atrevimiento, necesito que me oculte porque me están siguiendo.
Sin decir una sola palabra, el peliverde se quitaba su sudadera con capucha y se la colocó a la chica, solamente para abrazarla.
Este ya estaba preparado para cualquier cosa hasta que vio un grupo de personas vestidas de mayordomos y sirvientas.
Sirvientas: ¡Momo-sama!
Un mayordomo entonces se acercó a la parejita.
Mayordomo: Disculpe muchacho, ¿ha visto una chica de cabello negro azabache correr para allá?
Izuku: Uhhh... No, no lo creo, estaba tan sumido en los labios de mi amada que no me di cuenta.
Mayordomo: Entiendo, disculpe por haberlos interrumpido.
Y entonces quedaron solos.
Izuku: Ya puedes separarte.
Pero la azabache estaba absorta en otra cosa, concretamente en el abdomen marcado del pecoso.
¿?: (Por Dios, ¿cómo es posible que un cuerpo así exista?)
Izuku: Ammm... ¿Señorita?
¿?: ¿Eh? O....Oh, disculpe.
Izuku: No hay problema, ¿la acompaño a su casa para evitar problemas?
¿?: ¡NO! Quiero decir.... No gracias, no tengo ánimos de volver.
Izuku: Ya veo... En ese caso, ¿gusta acompañarme al centro comercial? Tengo que comprar un par de cosas personales.
¿?: Con gusto, soy Momo Yaoyorozu por cierto.
Izuku: Soy Izuku Midoriya.
Fin del Flashback
Aiko: Buenos días Midoriya-kun, ¿qué tal dormiste?
Izuku: Bastante bien, aunque aún no me acostumbro a esta casa.
Aiko: Jeje me disculpo por ello, creo que me emocioné un poco con las habitaciones también.
Izuku: De eso no hay problema, Aiko-san, después de todo puedo usarlas como salas de entrenamiento.
El pecoso le sonrió a la mujer rubia y ambos bajaron a la cocina.
Aiko: Me agrada tu estilo de cabello, ¿lo cortas tú o lo hace alguien más?
Izuku: Lo hago yo, es una costumbre que tengo desde chico.
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