Capitulo dos: la captura de Laika

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A lo lejos observó lo que parecía el basurero de un mercado, sin pensarlo más, cruzó la calle y decidida se lanzó hacia lo que probablemente sería el lugar idóneo para comer, pues después de caminar por más de una hora ya tenía hambre. Había más perros en el lugar pero no era pretexto para sentir miedo pues los desechos eran abundantes por lo que habría comida suficiente para todos. Decidida busco en el extremo sur del basurero y con tan sólo dos escarbadas al montículo de basura encontró en manjar que nunca había imaginado comer, frente a ella se encontraba el famoso filete Stroganoff, platillo elaborado con carne de ternera cortada en dados y cocida en abundante crema acompañada de arroz; su ansiedad hizo que toda su cara se ensuciara de crema, haciéndole parecer una mascarilla con pepinillos, como aquellas señoras copetonas que vivían en las grandes urbes; pero eso no importaba lo principal era saciar su hambre. De reojo divisaba a su alrededor y veía que otros perros compartían lo que parecía un bufete lleno de sorpresas; por lo menos tres perros eran clientes de ese comensal. Casi apunto de terminar, aquel lugar en cuestión de segundos se convirtió en un caos, un portazo hizo que aquella perrita volteara a ver temerosa lo que pasaba detrás de ella, dos hombres con batas blancas y con expresiones de júbilo descendieron de una camioneta, con prisa y sin titubear se abalanzaron sobre dos perros que estaban a escasos metros de aquella perrita que no supo que hacer por la confusión, si correr o seguir comiendo, sin embargo una red calló sobre su esquelético cuerpo de apenas seis kilos, como pudo mordió aquella red de alambre, era inútil, la red era inviolable, aquellos hombres la sujetaron fuertemente y uno a uno los perros fueron colocados en jaulas de alambre y subidos a aquella camioneta que a decir de su aspecto parecía que transportaba helados o productos lácteos.
Ladridos, obscuridad, miedo e incertidumbre, fueron los sentimientos que exaltaban a caduco de los presos que eran ta saldados sabrá Dios a dónde. Aquella perrita imaginaba muchas cosas, una de ellas era que quizá era el fin de su corta existencia pero, irónicamente no sentía miedo. Transcurrieron los minutos que para ella eran siglos y cuando al fin la camioneta detuvo su marcha, frente a ellos una luz radiante iluminó su penumbra, y un imponente paisaje se develo. Aquella perrita quedó congelada a tan magno paisaje, todo era mayor a su talla, hombres y mujeres con batas blancas caminaban de un lado a otro, todos parecían ocupados, pequeños autos trajinaban de un lugar a otro, una puerta enorme era la anfitriona de aquellos nuevos huéspedes que eran depositados en pequeñas plataformas móviles. El recorrido fue breve pero sustancioso, cruzaron por espacios construidos en su mayoría por cristales en cuyo interior se podía observar cables de colores conectados a diversas computadoras, monitores que daban lectura a un sin fin de información y foquitos de colores prendían y apagaban en grandes tableros que no tenían fin.
Por fin llegaron a lo que parecía su nuevo hogar. Su inquietud no acallaba, pero aquella perrita optó por examinar aquel lugar. Minutos después, a cada uno le fue colocado un plato con tres divisiones que contenía agua abundante comida y la ultima tenía un aspecto de natilla que a juzgar por su aspecto parecía athe. Los primeros en dar el primer bocado fueron sus compañeros a diferencia de aquella perrita que decidió iniciar con el agua ¡ y vaya que lo hizo ! Pues su sed era tan grande como su curiosidad ...

La aventura de Laika [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora