Tu Dulce Esencia

Capítulo 2.

Fabián.

Provengo de una familia muy unida, mis padres se conocieron en la Universidad y desde entonces no se separaron, llegue a sus vidas cuando tenían 2 años de casados, así que me crie en un núcleo muy clásico y de buenas costumbres, se supone que tu crianza, más el amor que te dan, debe ser suficiente para encaminarte a una vida muy similar a la de ellos, y así debía de ser, pero mi vida cambio al cumplir los 13 años en plena pubertad.

No puedo explicar a ciencia cierta que lo comenzó o por qué, pero un día, mientras esperábamos a la suplente de literatura en el aula, cierto aroma se quedó impregnado en mi olfato, al principio fue muy suave, y se sentía bien, pero a medida que pasaban los minutos, se volvía más intenso, el aroma me estaba volviendo loco e inquieto, pregunte si alguien más lo sentía, pero nadie entendía a lo que me refería.

Los minutos pasaron y esa esencia se volvía cada vez más intensa y peligrosamente adictiva, quería salir a buscar de donde provenía, pero las puertas del aula se abren dejando ver a la nueva maestra de literatura.

Era mayor que yo, obvio, pero enseguida ese aroma, esa esencia me invadió por completo, no puedo explicar lo que es realmente, ni a que se parece, porque en mi vida percibí algo igual, pero ella lo portaba, emanaba de ella y yo me sentía atontado.

No estoy seguro si estaba enamorado o no, pero me encantaba estar cerca de ella, me volví el alumno ejemplar en clase de literatura, ella me premiaba con su sonrisa y su exquisito "aroma", me gustaba tenerla siempre a un lado de mí, posicione mi mesa a la par de la de ella, mi momento favorito era cuando veía su materia, me comenzaba a frustrar que las horas fueran tan cortas, odiaba cuando no tenía clases con ella, y los fines de semana eran una agonía.

Todo se vino abajo cuando la maestra de literatura regreso de su licencia de maternidad, la maestra suplente se marchó dejándome desolado, mi vida se arruino, me la vivía molesto, no dormía por las noches, le necesitaba con urgencia, su esencia se había vuelto indispensable para mí, pero no la tenía, y ya no la tendría mas, al tiempo descubriría que estaba pasando por un proceso de "desintoxicación" por así decirlo, ya que para mí, su esencia fue una droga, y el que me privaran de ella, me llevaba a estar en un estado de abstinencia.

Al pasar de los años, logre nuevamente hacer mi vida, conocí chicas y disfrute de una vida sexual plena olvidando lo que ocurrió en el pasado. En la Universidad conocí a Clara, de la cual me enamoré y quise compartir mi vida con ella, pero como nada es perfecto, un día mientras esperábamos en un restaurante para conocer a su mejor amiga volví percibir esa "esencia", me sentía Inquieto y frustrado, ya que no era de Clara que emanaba, y para mi desgracia, se trataba de la mejor amiga de Clara, Verónica.

Nuevamente estaba teniendo cerca mi droga privada, y provenía de Verónica, la quería tener conmigo todo el tiempo posible, aprovechaba reuniones para poder pasar más tiempo con ella, y cuando no había, inventaba cualquier excusa "El día internacional de la mejor amiga de tu novia". Hacia cualquier cosa, y mientras más tiempo pasaba con ella, más me sentía adicto a su esencia.

Mi estatura es de 2 metros, soy de contextura gruesa y porto rasgos prominentes y enmarcados. Se diría que soy un bohemio elegante, no pasó desapercibido en ninguna parte, y tampoco para Verónica, quien se dio cuenta de mi interés a ella. El momento se dio, y me sentía fascinado, pronto descubriría si esta esencia sería igual de envolvente en intimidad, pero mi decepción fue enorme al descubrir que no, fue como estar con una mujer solo por estar, me sentía estresado, pero aun así, seguía sintiendo su esencia, así que, seguí mi aventura con Verónica solo para mantenerla cerca de mí, mientras seguía con Clara, a la cual si amaba

Los días pasaban y mi adicción crecía, para una cena, las chicas decidieron cocinarme, me sentía bien teniendo a Clara y Verónica conmigo, a una la amaba, y la otra era mi droga personal. Mientras cocinaban, yo me limitaba a observar y llenarles la copa de vino, Clara cocinaba los suquini mientras Verónica cortaba los champiñones, en los momentos que Clara se distraía o se giraba, Verónica me lanzaba mirada lasciva, la cual respondía por obligación, en un momento de descuido, Verónica no se fijó en donde posicionaba el cuchillo y se cortó, Clara corrió por el botiquín mientras yo la tome para lavar su herida, Verónica se quejaba mientras yo lavaba su dedo del cual salía sangre y... No supe que sucedió, pero la esencia de Verónica se intensifico, haciéndome pasar saliva, saque su dedo del agua y presione para que saliera más sangre, el simple hecho de tener aquel liquido vino tinto en mis manos, me enloqueció, mi respiración se agitó en descontrol por la desesperación que sentía, me lleve su dedo con todo y sangre a mi boca succionando... El placer que sentí fue inexplicable, ola tras ola de emociones y placer incontrolable, estaba tocando el cielo, sentía que el éxtasis invadía mi torrente a la vez que un sedante el cual me generaba paz.