Capítulo 3.

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Daiana.

¿Nerviosa? Por supuesto, y aún más, al sentirme incómoda por su manera de observarme, no es de forma lujuriosa, ni pervertida, no, es más como curioso o extrañado.

-- Entonces... -- Lo alarga mientras se reclina en su silla -- ¿La amiga de Carolina tiene nombre?

-- Daiana Cárdenas, Sr -- Me estiró para darle un fuerte apretón como me lo enseño mi padre.

El hombre permanece inmóvil observando mi mano por unos segundos, me avergüenzo y dudo si fue correcto el apretón de manos, pero el sujeto se estira y la aprieta con firmeza.

-- Es un placer, Daiana -- Estoy tratando de no demostrar mis nervios -- Soy Fabián Aristiguieta, tú nuevo jefe.

Sigo con mi sonrisa amable, aún no suelta mi mano, y ya me está incomodando mucho.

-- Eso significa ¿Que ya tengo el puesto?

Sigo con mi brazo estirado en un firme apretón el cual no deja de sostener.

-- Eso quiere decir que estarás a prueba por 1 semana -- No me suelta -- Tendrás igual tu paga, pero en esa semana tu rendimiento debe hablar por ti.

Asiento tranquila, fijo mi vista en mi mano, ya tengo trenzado los músculos de mi brazo. Fabián parece no notarlo, pero afloja el agarre y me suelta poco a poco.

Ya teniendo en poder mi mano, me acomodo en el asiento.

-- Le agradezco la oportunidad Sr -- Hablo con sinceridad mientras el rubio apoya su codo en el reposar de su silla, posando su mano en su quijada, boca y nariz -- Le pondré un mundo -- Me río, pero él se muestra distante y serio, sigue con sus dedos rozando su nariz.

-- Así lo espero Srta. Cárdenas -- Habla mientras se coloca de pie y yo hago lo mismo -- Andrea, mí secretaria, la pondrá al tanto de todo -- Se dirige a mí, doy media vuelta caminado a la salida para adelantarme, pero me alcanza en menos de 1 paso, se posiciona a mi costado izquierdo mientras abre la puerta y coloca su mano en mi espalda, aunque no está en zona roja, se me enchina la piel -- Comenzará hoy mismo.

Comienzo a salir, enfrente de mí, está un sujeto bien trajeado, con un gafete colgando de su cuello, en el, se observa su foto y "S. Batista", esta embelesado admirando a Andrea. Al percatarse de nosotros, se endereza, su expresión cambia a muy seria.

-- Sr, Aristiguieta, acá estoy.

El hombre es alto, pero no tanto como el rubio, es moreno, de cabello negro y ojos café oscuros, es muy mono, y Andrea voltea a mirar con timidez al joven, mi jefe, quien está con su cejo fruncido, y expresión aniquiladora, le señala que entre, el moreno camina y me da una sonrisa amable.

Me cae estupendo esté chico, con solo ver su sonrisa, sé que nos llevaremos muy bien.

-- Srta. Mora, por favor muéstrele la empresa a la Srta. Cárdenas -- Habla el rubio mientras se da la vuelta -- Y explícale sus labores.

El jefe cierra la puerta, Andrea me da una sonrisa amable en lo que se levanta. Damos un paseo por los pisos 5, 4 y 3, los cuales pertenecen a la empresa, me explica cuál será mi labor cómo asistente de Fabián, yo escucho con cuidado, dirigiéndonos a la cafetería.

-- Básicamente serás como su sombra-- Nos reímos, ya hemos tomado confianza -- Llevarás un teléfono donde recibirás las llamadas más importantes, llevarás las cuentas y tendrás acceso a los bancos, debes ser cuidadosa en eso.

Asiento en lo que desayuno y degusto el café.

-- Mi concejo es: No te tomes tan a pecho sus estados de ánimo, muchas de las chicas no duran porqué son muy susceptibles, y al mínimo cambio de humor del jefe, se desploman.

Tu Dulce EsenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora