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6 : Necesidades Nocturnas

Nota: Ikki tiene 17 y los gemelos 14

Giyuu se consideraba un hombre tranquilo y paciente.

Pero toda esa paciencia podía irse al caño cuando se trataba de interrumpir sus horas de sueño.

A menos que se tratase de sus hijos, no le molestaba en lo absoluto atender sus necesidades nocturnas.

Cuando eran pequeños era atender hambre o cambiar pañales, cuando se volvieron niños de vez en cuando debía tranquilizarlos por una pesadilla, ahora que eran adolescentes no había gran necesidad nocturna en la que pudiera ayudar, aunque no le molestaba la idea de hablar con ellos a mitad de la noche si lo necesitaban.

Pero de ahí en fuera, pobre alma en desgracia aquel que se atreviera a despertarlo.

Por eso se levantó de muy mala gana cuando empezó a escuchar ruidos en la cocina esa noche, en especial viendo que Kyojuro parecía un oso en hibernación y no se había inmutado por el escandalo en el piso de abajo.

Agarró su shinai antes de bajar las escaleras, fuese una rata o un ladrón, iban a verselas con él.

Claro que no contó con encontrar a Ikki husmeando en el refrigerador mientras que Fuji cargaba a su hermana sobre sus hombros intentando alcanzar la alacena más alta.

—¿ya las tienes?

—no... está muy atrás. Si no tengo cuidado voy a tirar algo...

—pesas Rei.

—cállense los dos —les regañó el mayor mientras sacaba la cabeza del refrigerador, Giyuu pudo darse cuenta de que tenía en las manos tres gelatinas—. Solo agarra las...

Ikki dejó sus palabras en el aire en el momento en el que se dio cuenta de la mirada de su padre desde la entrada de la cocina.

—¡Ya las tengo! —festejó Reiko en un susurro.

—ahora vamos a- ¡eek!

A Fuji por poco y se le cae Reiko de los hombros cuando vio a su padre, quien encendió la luz una vez tuvo la atención de los tres.

—si tienen hambre, pueden intentar hacer un poco menos de ruido en la cocina —les reprochó.

El somnoliento Kyojuro apareció en la cocina también.

—¿no escuché la alarma?

—son las tres de la mañana, y es sábado.

—ahuevo, no tengo que ir a la oficina —Giyuu le dio un codazo—. ¡Ay!... ¿Y ellos qué hacen despiertos?

—bueno —dijo Fuji ya bajando a Reiko de sus hombros—. Para ser sincero me desperté y dije: "mm tengo antojo de McDonalds" pero ya sé como es papá Yuu cuando se despierta en la madrugada y dije: mejor voy a ver que hay en el refri. Y cuando baje encontré a Ikki en el refrí. Y dos segundos después bajó Reiko por un vaso de agua y recordamos que había unas donas ahí arriba e intentamos bajarlas y aquí estamos.

Giyuu suspiró, era su culpa por esconder las donas.

Kyojuro dejó salir un bostezo.

—la verdad se me antojó una hamburguesa ahora que dijiste McDonalds...

—no vamos a ir a McDonalds a las tres de la mañana, Kyo...

El estómago de Reiko empezó a rugir.

—parece que alguien quiere McDonalds aparte de mi —dijo Fuji con algo de satisfacción.

—ya que lo dices, tengo antojo de unas papas —confesó Ikki.

—¡Y yo quiero mi cajita feliz!

—okey, basta. No vamos a ir a McDonalds a esta hor-

Tres Doritos Después.

—me da una hamburguesa, un McTrio de nuggets con refresco de manzana, unas papas grandes, una cajita feliz y una malteada de fresa.

Lo que hace uno por amor...

Nota de Honoka:

Esto salió de un antojo de McDonalds a las tres de la mañana mientras no podía dormir jaja -inserte carita fachera facherita-

No es un Oneshot largo ni mucho menos el mejor que he escrito, pero espero que les haya gustado.

Cuídense, tomen agüita, nos leemos luego, bai.