Impulso

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Los ojos de todos los niños ricos se clavaron en mí mientras respondía la difícil pregunta del Profesor de Comercio Internacional. Anotaba en mi laptop que mis padres ahorraron largo tiempo para comprar todos los conceptos que consideraba importantes.

Mi nombre es Michael, Michael Collins, soy alumno de tercer año de economía de la Winston University. Una de las más prestigiosas universidades de Inglaterra, ingresé becado y trabajo luego de las clases en una cafetería dentro del campus para poder mantenerme, planeo ayudar a mis padres tras conseguir un trabajo al terminar la carrera. Mientras los estacionamientos están llenos de los mercedes e incluso algún que otro tesla de mis compañeros, yo llego en bicicleta, no me molesta, solo me recuerda que me gané el puesto en esta universidad con puro esfuerzo. Tocaba el chelo en la orquesta de la secundaria, fundé un proyecto de voluntariado, además de algunas microempresas y soy campeón regional de Taekwondo. Me merezco estar aquí, por mucho tiempo fue mi desafío y meta personal, y ahora... No sé.

Hoy es Viernes, el fin de semana es momento de recuperar todo lo que no pude realizar entre semana por mi trabajo. Faltaban 15 minutos para que acabara mi turno en la cafetería, ya había limpiado todas las máquinas, y el manager ya se había ido, cuando escucho el chirrido de unas ruedas frente a la cafetería, un BMW negro último modelo, acababa de estacionarse. Se baja de él un joven de la misma clase, cabello algo largo, ropas de primera, anillos y un cigarro en su mano.

Le apunto el cartel de "no fumar" que se encuentra en la pared, y guarda su cigarro en su bolsillo.
—¿En qué puedo ayudarle?— Le digo con una voz amable mal fingida por el cansancio.
—¿Puedo comprarte una bebida?— me dice poniendo cada mano en un extremo del mostrador.
—Puede comprarse cualquier bebida que se encuentre en el menú— le respondo.
—No... No- me dice— ¿Puedo comprarte a tí una bebida?
—Preferiría que no— le digo en un tono algo burlón
—Cuando cambies de opinión ve a buscarme en el club— me dijo como desafiándome.

Deja 40 libras de "propina" y deja el lugar en su auto. Cierro la cafetería y voy a mi dormitorio, mi compañero de cuarto, Jaiden, es un hijo de papi, pero de los inteligentes, estudiante de computer science que rechazó un apartamento para sí mismo por querer vivir "la experiencia universitaria" está haciendo algún trabajo en su computadora en la sala, lo saludo y paso a mi cama, me acuesto a descansar por unos segundos hasta que las ganas me superan, querer ver de nuevo y descubrir a ese chico de piel tan blanca y brazos tan fuertes, y sus intenciones. Me pongo la ropa más fina que tengo, y me dispongo a salir hacia el club, cuando Jaiden me detiene.
—¿A dónde crees que vas con esa ropa?— me dice confundido
—Al club— le digo, sin querer causar más preguntas
—Imposible— me dijo mientras entraba a su habitación— ¡No te muevas!
Regresó con unas ropas coloridas y de marcas que solo conozco por sus falsificaciones.
Logró que me las ponga y dijo:
—Ahora ya puedes salir, que te diviertas—

Llegué finalmente al club tras una considerable caminata, y apenas entrar lo ví, sentado frente a la barra, con un vaso de whisky y su cigarro, al fin, prendido. Me siento a su lado, y espero a que diga algo.
—Ahora puedo comprarte una bebida?—
—Nah... Lo siento, no bebo— le dije en un tono de falsa lástima
—¡Guau! Jajaja ¿Entonces para que viniste?— me dijo
—¿Y tú para qué me invitaste?— le respondo rápidamente
—Quiero proponerte algo—dijo y se tronó los dedos— Quiero proponerte que pasemos tiempo juntos, quiero conocerte—
—¿Por qué querría pasar tiempo con un riquito egocéntrico como tú?—
—Jaja— dice tranquilo, —primero, no me conoces, tal vez luego de conocerme puedas juzgarme, segundo, porque te pagaré el doble que tu actual trabajo, necesito ayuda con el estudio—

No me gusta el rumbo que toma la conversación pero no soy estúpido como para negarme a esa oferta, dejaría las estúpidas máquinas de café para hacer algo que de por sí ya hago y cobraría el doble.

—¿Tan desesperado estás?—
—Realmente lo necesito— dice —pero bueno, me gusta conocer a la gente con la que trabajo, me presento, mi nombre es Demir, Demir Aydim—
—Michael... Collins— le digo, y nos damos la mano. Siento como su mano aprieta fuertemente la mía, siento su energía por todo mi brazo.
Nos paramos y bailamos, sentía como sus brazos rozaban mi cuerpo y como nos íbamos acercando cada vez más.
—No sé si me va a servir tenerte de profesor— me dijo cuando llegamos a una esquina para descansar- no creo poder concentrarme, si ya ahora me estoy aguantando las ganas de tenerte-

—Ey, no sabía que ligar conmigo venía en el contrato— le dije entre pequeñas risas

—Terminarás rogándome— me dijo con una confianza sin igual.

— No tienes por que aguantarte las ganas... —Le digo mientras bajo mi mano derecha por su pecho, empiezo a caminar hacia el baño y el me sigue

Apenas llegamos me pone contra la pared y empieza a besarme, me agarra fuerte la mejilla y atrás de la cabeza con su mano y luego me alza sobre los lavabos y me dio unos besos intensos como ninguno, cuando creí que ya había terminado, empieza a ir por el cuello, dejándome marcas, me bajo del lavabo y le agarro para darle un beso, le agarro fuerte la cabeza, lo beso con la intensidad digna del momento y luego de un rato le digo
—creo que debería irme... Ya hicimos mucho por hoy, nos vemos el lunes a las 5 p.m.— y salgo del baño, y luego del club.
Llego a mi dormitorio y me acuesto, pongo mis dedos sobre mis labios y no puedo creer lo que acababa de pasar, no pude resistirme, su cuerpo, su actitud egocéntrica, su confianza, me llamaba, y yo simplemente respondí.
Al día siguiente me desperté y lo primero que hice fue buscarlo en Instagram:

@demir.aydim

Le escribí para preguntarle si de verdad sería su profesor para renunciar a mi otro trabajo. Empecé a buscar más cosas sobre él y su familia, es fácil encontrar cosas cuando todos son figuras, pero raramente, no encontraba nada con su apellido, hasta que sí, en un periódico turco, ojalá no hubiera encontrado lo que encontré:

Misterioso empresario turco Kerem Aydim acusado de cargos por narcotráfico internacional y crimen organizado.

Podría ser cualquier Aydim ¿verdad? Cualquier Aydim millonario... Nunca hago cosas por impulso, y por una vez que hago algo, es besarme con un heredero de la mafia turca, pareciera una maldita broma de mal gusto, Demir va a pagar por esto.

Camino A Lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora