El club

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El Club estaba lleno de autos lujosos en frente, con luces neón de todos los colores, pasamos adentro sin ningún problema, el lugar estaba lleno, repleto, Demir me agarró de la mano, se dio cuenta que me estaba pareciendo agobiante la cantidad de gente que había, me llevó por unos pasillos a un área algo más privada, con sofás y un bar privado, donde nos preguntaron nuestros nombres antes de entrar, pero pudimos pasar.

—No te preocupes, aquí estará todo bien— me dijo Demir

Pasaron como una hora y media, ya estaba tranquilo y disfrutando de la música.

—Iremos por una bebida, ven con nosotros— me dijo Demir

—prefiero quedarme aquí, no te preocupes— le dije con una sonrisa

Estaba sentado en el sofá, contemplando el lugar, cuando unos tres chicos se acercan y uno se sienta a mi lado, era un rubio, algo musculoso, atractivo, pero pasado de copas.

—¿Estás solo chiquito?— me pregunta

—No estoy solo ni soy chiquito— le digo

—Eh, eres mi chiquito— me dice mientras se acerca, pone su mano en mi cara y ahí ya me se me fue toda la paciencia.

Lo empujé y me paré

—¿Se puede saber qué mierda te pasa?— le pregunté sin miedo a nada

—¿El becadito se pone ropas lindas y ya cree que puede rechazarme? ¿Crees que no te conozco o que no te recuerdo de la cafetería?— dijo en un tono prepotente

Sabía que lo conocía de algún lugar, cuando fue el primer año él solía molestarme en la cafetería.

—Uno pensaría que ya maduraste algo, por lo visto no es así— Le digo

Me agarra de la cara fuerte de nuevo, entonces no tengo de otra que darle con mi rodilla en los testículos. El grito lo escuchan hasta Demir y Mar que llegan justo a tiempo cuando los otros dos amigos estaban por lanzarse hacia mí.

—¡BASTA!— dijo Demir poniéndose entre yo y el lastimado

—Lo que faltaba, el becado con el Turco— dijo el todavía herido rubio 

Demir fue el único que pudo resistirse, tanto Mar como yo le dimos patadas al rubio, lo que causó que se vaya todo a la mierda. Los amigos llamaron a otros y se empezaron a tirar a nosotros, a golpearnos y nosotros nos defendíamos, ya eran muchos, cuando agarré una copa de cristal que estaba sobre una de las mesas y la partí sobre la cabeza de uno de los amigos. Los de seguridad se vieron superados, el área privada parecía una batalla campal de ricos tomados, estaba ahora repleta de gente pegándose sin razón, estábamos todos repartiendo derecha e izquierda a todos, desvío la mirada un segundo y veo a Demir siendo golpeado por tres al mismo tiempo, ya lo superaban.

—¡DEMIR!— grito, causando que Mar lo vea

—¡DEMIR! SÉ QUE LA TIENES, SÁCALA O YO LA SACARÉ Y SABES QUE NO ME CONTROLO!— dijo Mar mientras corríamos hacia Demir

Demir apenas se mantenía parado, entonces llegamos, y Mar empujó y pateo a uno de los tipos, otro la empujó echándola justo sobre Demir, entonces Mar sin pensarlo, echó su mano derecha hacia atrás, puso su mano dentro del pantalón de Demir, y sacó una pistola, una beretta, la apuntó directamente a los que golpeaban a Demir, le bajó el martillo y después apuntó hacia arriba haciendo un disparo. Todos estaban aterrados, nosotros dos agarramos a Demir y empezamos a correr por los pasillos, intentando evitar la seguridad, cosa que era fácil ahora que todo el mundo estaba aterrado e intentando salir del club, conseguimos salir en medio de la multitud, Mar se aseguró de que nos hayamos subido al auto de Demir y que estuvieramos a salvo, después me dio la pistola como si fuera que pudiera hacer algo con ella. Demir estaba aterrado, pero unos segundos después se recuperó, sin emociones en su cara encendió el auto, salió del estacionamiento y empezó a acelerar con todo, yo seguía con la pistola en la mano, no sabía que hacer con ella, estábamos yendo a toda velocidad ya por la carretera cuando Demir me grita

—¡ABAJO!— y lo siguiente que escuchó son disparos impactando a nuestro auto

Entramos dentro del bosque y por alguna razón no chocamos al instante, sino al perder algo de velocidad, Demir estaba inconsciente, pero yo no, salí al instante del auto evitando hacer ruido, agarro el arma, me pongo contra la puerta y empiezo a llorar, pasaron unos 10 minutos cuando escucho como unos pasos se van acercando, definitivamente eran los que intentaron matarnos, dos personas, dos series de pasos caminando hacia mí, entonces estaba a nada de pararme cuando escuché un auto llegar. ¿Será amiga o enemiga? Los que venían también lo escucharon, lo siguiente que escuché fueron una serie de disparos, estruendos de armas automáticas tanto de los del auto como de los de al lado, no podía quedarme ahí sin hacer nada pero tampoco quería terminar muerto, me agarro de valor, recuerdo mi vida y me paro, sin saber apuntar y por instinto apunto mi arma a los dos hombres que estaban cerca mío y vacío el cargador, casi sin notarlo, había matado a alguien.

No era esto a lo que me refería cuando decía que veía a Demir como un nuevo reto, esto era más de lo que me esperaba, pero no negaré que me gustó, los sonidos de los disparos, la adrenalina, el peligro, la mafia.

Terminaron los disparos y escucho la voz de Mar

—Él es, él es Michael— dijo

—Gracias por salvarme— les digo

—Tú te has salvado solo— dijo el joven que acompañaba a Mar —Soy Kadir, Kadir Aydim, primo de Demir—

—Un gusto— le digo

Entonces Demir se despierta, dice que está todo bien pero no sé hasta que punto es real, lo subimos al auto, yo en el asiento de atrás con Demir y Mar en frente, Kadir nos lleva al hospital, donde nos revisan a todos. Nos liberan diciendo que estaba todo bien, sentí un gran alivio.

Después de salir, Kadir nos lleva al edificio de dormitorios, Demir entonces saca un fajo de billetes y me dice:

—Toma el dinero de las clases, ya te he hecho pasar por demasiado—

—No, No dejaré tu lado, no ahora— le dije —Estoy dispuesto a pasar por todo lo que sea necesario—

Ni siquiera yo me creía capaz de decir cosas así, ni yo sabía que sentía eso, eso salió de lo más profundo mío.

—Gracias— dijo Demir

Me abrazó y me llevó a su apartamento, él durmió en el sofá y yo en su cama, aunque dormir es una forma de decir, porque dormir, no dormí nada, normal, acababa de pasar algo traumático.

Al día siguiente nos levantamos, Demir estaba empezando a hacer café, lo saludo con un abrazo queriendo decir: "ya pasó lo peor" y empiezo a ayudarle con el desayuno, hasta que el tono de llamada en su celular interrumpió nuestro silencio, era su padre, quien nos iba a hacer darnos cuenta, de que aún no pasaba lo peor.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2022 ⏰

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