Apartamento B

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Faltan 20 minutos para la hora a la que debo llegar al apartamento de Demir, hoy será la primera clase, durante las lecturas hoy no parábamos de intercambiar miradas, él miradas coquetas y yo miradas fulminantes.
Me llega un mensaje con su ubicación, agarro mi laptop y mi mochila, salgo de mi dormitorio y empiezo a ir en bicicleta hasta el edificio.
Sky building apartamento B del último piso.
Nunca había ido a uno de esos departamentos, la gente que vive ahí es muy reservada y el lugar es exclusivo y con alta seguridad, ahora entiendo porque...
Llego al moderno y lujoso edificio de 10 pisos, me recibe un guardia enfrente y me pregunta:
—¿Para ver a quién?—
—Demir Aydim— le digo demostrando una falsa seguridad.
Empieza a hablar por la radio sin dejar de mirarme con desconfianza. Me hace pasar al lobby y sentarme en uno de los grandes sofás.
Se baja del ascensor entonces una joven, piel clara y con pecas, cabello pelirrojo natural, y unos ojos oscuros y profundos, si no fuera por las condiciones en las que la conocí, me hubiera parecido hasta atractiva, estaba vestida con chaqueta de cuero, jeans negros y guantes en sus manos. Se acercó rápidamente hacia mí con una cara descontenta, se paró justo frente mío y me preguntó:

—¿Para qué mierda quieres ver a Demir?— y luego se tronó los dedos.

—Él-él me pidió que lo ayude con sus estudios, somos compañeros— le dije luego de tragar saliva.

—Para la próxima búscate una mejor excusa— me dijo, apoyó sus manos en la pared detrás de mí y se inclinó. —MI5? FBI? CIA? quién te mandó?—

Cuando ya estaba congelado de miedo y sentía que la chica iba a golpearme, le sonó el teléfono, me lanzó una mirada asesina antes de responder, respondió, susurró unas palabras, luego cortó, se alejó y se tapó sus ojos con una de sus manos, con la otra, me apuntó al ascensor.

Me acompañó sin decir ni una palabra hasta llegar al apartamento, donde me abrió la puerta, adentro, Demir sin camisa, mostrando sus trabajados abdominales, con su cabello mojado, creo que me sonrojé.

—Perdón por no ir a recibirte, no te esperaba tan puntual— me dijo mientras yo contemplaba el hermoso apartamento en el que vivía, lujoso cuanto menos, una televisión gigante, una cocina de primera, y la puerta cerrada de su habitación...— Perdón también por como te recibió mi amiga Mar, es muy impulsiva y a veces sobreprotectora—

—Demir Aydim, ¿Cuándo pensabas mencionarme quien eres y que haces? Sé que es algo que no se cuenta a la primera pero me hubiera gustado saber como sería recibido.— le digo sacando de una vez el tema. Se sienta y me señala para que yo también me siente.

—Creo que es mejor que me vaya...— dice Mar

—Discúlpame, suelen alejarse al saberlo, y realmente no me gustaría que este fuera el caso—  me dice

En una situación normal le hubiera dado una bofetada y me hubiera marchado, pero esto lo sentí diferente, como un nuevo reto en mi vida.

Suelo adherirme a listas de objetivos o metas que tengo que cumplir, en todos los aspectos de mi vida, y él, él cumple todo lo que busco en una persona.

Me tranquilizo y me siento, y él empieza a contarme:

—Desde que se descubrió que vengo de la familia que vengo, todos me hacen menos, piensan que por ser hijo de mafiosos soy una mala persona, un criminal, un violento o alguien que consigue todo por la fuerza, y verdaderamente no es así. Seguro tú crees que aquí encajo, pero no, aquí los hijos de empresarios petroleros que explotan guerras o hijos de empresarios con fábricas en China que explotan niños se creen superiores a mí—

—tranquilo, no me iré— le digo y pongo mi mano en la suya—bueno, ponte una camisa, vinimos a estudiar, y tenemos mucho que estudiar—

Estábamos estudiando, pasaban las horas, el sol se escondió, y estábamos concentrados, según yo, cuando siento su mano en mi muslo, apretándolo suavemente, entonces le miro y sonrío

—Pensé que estábamos estudiando y que era tu profesor— le dije dejando escapar una pequeña risa

—Me cansé de estudiar, ahora ya no seas mi profesor— me dijo y agarró más fuerte mi pierna

Me paro y le agarro de la camisa que apenas se había puesto, le estiro hasta el sofá, donde lo tumbo y empiezo a desabrocharle los botones, le empiezo a besar el cuello y voy bajando, el va jugando con mi cabello mientras, luego me agarra la cabeza y me hace subir lentamente hasta que mis labios se encontraron con los suyos y empezó una explosión de sensaciones, tanta pasión, tanta fuerza. Paramos solamente porque estábamos cansados.

—Creo que debo irme— le digo

—Espérame, te haré algo de cenar, ya es tarde, no encontrarás nada para comer— me dice y me sonríe

Me hizo entender con un plato de pasta porque tanto lujo en su cocina, cenamos los dos juntos, él se tomó una copa de vino y yo un vaso de jugo de naranja. Pusimos una película porque el silencio ya era demasiado, y ahí mismo, en su sofá, me dormí.

Me desperté en su cama, cubierto con una manta, no pude creer lo que estaba pasando, me decepcioné de mi mismo por un segundo y luego me tomé el tiempo de ver la hermosa habitación en la que estaba, me puse mis zapatos que Demir me dejó al lado de la cama, y empecé a salir rezando para que no me haya dejado encerrado.

Encuentro a Demir con un delantal de concina sirviendo lo que parecían huevos revueltos al plato con tostadas de Mar, que se puso roja al verme, y yo también me puse rojo.

—Justo a tiempo— dijo Demir —acabo de terminar el desayuno—

—No debería...— le digo

—Tenemos café— me dijo, y me convenció

Fue probablemente el mejor desayuno que tuve en mucho tiempo, suelo desayunar alguna galleta o algo que me compre camino a las clases, lo que me recuerda, mis clases.

—En serio debo irme, ya debería haber salido si es que quiero llegar a mi clase de hoy— le digo

—¿Vas a la clase de estadísticas?— dice Demir

Le asiento con la cabeza

—¡Mar también!— dice claramente sugiriendo algo —ella podría llevarte en su moto así no llegan tarde—

—No quiero ser molestia...— le digo

—No molestarías— dijo Mar —al fin y al cabo, nos vendría bien conocernos—

—¡Bien! Que tengan un lindo día— dice, nos despedimos y Mar y yo salimos

—Demir nunca invita a nadie al apartamento, más te vale tratarlo bien— me dice Mar en el ascensor

—¿De dónde lo conoces?— le pregunto

—Somos amigos de toda la vida, nos conocimos en el colegio, conozco a sus padres, me adoran... ¿Y tú de donde lo conoces?— me pregunta con un tono ligeramente agresivo, como intentando establecer una clara superioridad.

—Eh, supongo que porque somos compañeros en algunas clases, bueno, en realidad lo conocí en el café en el que trabajaba— le respondo

Llegamos a la lobby y ella agarra su casco, y me pasa uno amarillo pastel, claramente era una motociclista. 

—Es esta— me dice mientras apunta a una reluciente harley davidson

Me lleva a mi clase y nos despedimos, cada uno se sienta en una esquina. Pasa el día y vuelvo a mi dormitorio, donde estaba Jaiden esperándome:

—¿Con quién, dónde estabas?— pregunta Jaiden enojado —No sueles salir y no avisaste que no pasarías la noche aquí, me preocupé—

—Perdón— le digo— estaba... estaba con un amigo—

—Con tu amigo del club seguro— me dijo Jaiden —debes tener más cuidado con tus amistades—

—No lo conoces— le digo

Pero por su consejo hasta pareciera que Jaiden sabe quien es, aunque no se imagina todo el cuidado que debo tener, porque yo tampoco me lo imaginaba...




Camino A Lo ProhibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora