Jóvenes ShadowHunters | Historia Corta

ShadowHunter Artificial

- ¿Alguna vez han escuchado hablar de los shadowhunters? - Se explico el hechicero alejando la espada con un destello de sus manos y al ver que las aves negaban suspiró. - Es una larga historia...

- Otra vez no. - Gruñó Damian a lo que el hechicero se encogió de hombros.

- Siempre puedo contárselas en el desayuno, se que están cansados y es mucho que procesar.

El petirrojo descarto la idea de inmediato pero Raven acepto y cuando la observo para reclamarle pudo notar el agotamiento en ella, estaba inestable, pálida y sus ojos se veían apagados por el agotamiento, ahora que no tenia su magia no podía recuperarse rápido y pensándolo bien el también se sentía cansado así que se tragó sus comentarios y se limito a seguir al brujo por todo el lugar hasta detenerse en una tienda.

- No sabía que recibiría a dos visitantes y como estamos en una guerra nuestros recursos son limitados, pero espero que la encuentren agradable.

Raven intercambió una mirada con el petirrojo y juntos se adentraron en la carpa sorprendiéndose.

- Un encantamiento espacial - Susurró la chica.

Dentro de la endeble estructura exterior se encontraba un espacio lo suficientemente grande para los dos, estaba dividido por secciones, tenía su propia cocina, baño, comedor y sala de estar, pero mientras lo observaban ambos llegaron a la misma conclusión.

- Solo hay una cama.

- Dormiré en el sofá.

Dijeron al mismo tiempo, sin embargo la hechicera se negó. A lo que Damian había llamado sofá era una banqueta de madera con un colchón delgado y mantas decorativas.

- No sería la primera vez -Susurró la hechicera - No debería haber problemas.



Damian negó con la cabeza. Si, había dormido con ella antes, durante una misión y semanas antes de la traición de Terra cuando se vio en la necesidad de intervenir en una de sus pesadillas y se quedo dormido en su cama. Sin embargo esta ocasión era diferente. El tenía sentimientos por la hechicera y no estaba seguro de como proceder ante la cercanía fisica y emocional de la chica.

- Son semanas las que pasaremos aquí, Damian - Argumentó la chica - Se supone que vas a protegerme ¿Cómo lo harás sin descansar adecuadamente?



El chico maravilla no dijo nada y se dirigió al baño con su mochila para cambiarse, la hechicera fue a la habitación e hizo lo mismo.

Minutos después se encontraron de nuevo en la sala de estar, el vestía pantalones sueltos y una camisa mientras que la chica shorts y una blusa de tirantes.

- ¿No tienes nada más abrigado? - Preguntó el chico ocasionando un gesto de molestia en la hechicera por lo que tuvo que explicarse - Estamos en la intemperie y en una guerra, puedes enfermarte y pueden herirte más fácil si tienes piel expuesta.

La hechicera puso los ojos en blanco.

- Cuando hablaba de que me protegieras, Damian, no me refería precisamente a esto. Soy una bruja, valoro la comodidad y la ligereza en mis atuendos para usar mi magia libremente ¿Qué no viste a las otras brujas de afuera?