Redención Innecesaria

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Semanas habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, pronto cumplirían un mes en esa dimensión y durante todo ese mes, la hechicera había enseñado a los brujos la técnica que usó con su padre, aunque solo Magnus Bane había logrado simularla a la perfección, los otros seis brujos con la tarea estaban perfeccionando detalles finales que eran necesarios para el éxito de la batalla.


Mientras tanto, en sus tiempos libres, el hechicero había realizado pruebas exhaustivas en la chica, pruebas en las que ponía a prueba su resistencia física, inmunológica, a la temperatura, al dolor, múltiples pruebas que saturaban su mente e incluso un exorcismo, pero nada había funcionado. La hechicera comenzaba a cansarse de esa situación y perdía la esperanza de recuperar su magia con el paso de los días, mientras que el chico maravilla se había limitado a ser un observador y guardián en la distancia, de día que aprendía y se familiarizaba con su nueva condición de shadowhunter mientras que en la noche atendía las pesadillas de su amiga con más proximidad, algunas noches las pasaban en vela, hablando, porque aunque Damian no lo dijera, para el todo era bastante complicado y esto lo sabía la hechicera quien se sentía culpable por ocasionar que el ojiverde la siguiera a su travesía.


Esa noche, ninguno de los dos podía dormir, y fue el chico maravilla quien decidió romper el silencio en medio de la oscuridad.



- No puedes dormir.


Afirmo el chico, ella chica negó con la cabeza levemente inconsciente de que el chico no podía verla así que al notar esto le respondió:



- No ¿Qué hay de ti?


El chico soltó aire que ni siquiera sabía que estaba reteniendo y se giro sobre su cuerpo quedando cara a cara y a escasos centímetros de la hechicera, sin embargo, debido a sus recientes acercamientos no se alejo.



- Tengo un muy mal presentimiento.



La chica se sorprendió por sus palabras y secundo la sensación.



- Empezó hace varios días - Dijo ella -  primero solo era una sensación y ahora estoy casi segura que todo va a acabar el tragedia más rápido de lo que Magnus espera - El chico pensó las palabras de la hechicera y ante su silencio ella retomó la palabra cambiando de tema - Tengo miedo Damian - El hilo de pensamientos conspirativos que se estaba formando en la mente del chico desaparecieron y sus ojos se enfocaron en los de Raven - No se si tomé la decisión correcta al venir aquí, te puse en riesgo, se que a través de nuestro vínculo te hago daño y ahora puede que estemos varados porque si algo pasa y Magnus muere antes de que yo recupere mi magia...


El chico abrazo a la bruja para calmarla y ella respiro fuertemente contra su pecho, sorprendida de lo embriagador que era el masculino aroma del ojiverde y de la capacidad que tenía para calmarla, solo por eso, ella despejo su mente y se concentro en el chico maravilla quien se había alejado un poco al sentir que su respiración se hacía lenta y sus ojos, ahora acostumbrados a la oscuridad se encontraban con los suyos.



- Creí que te lo había hecho entender hace un par de años - La ojiamatista lo miro levantando una ceja - No tienes que pasar por todo eso tu sola. Tienes una familia, tienes un hogar, me tienes a mi y mientras yo este con vida, voy a protegerte.



Con esas palabras, la hechicera no pudo controlar las lagrimas que se resbalaron por sus mejillas y el creciente nudo en su garganta. Por su parte, el azabache uso sus pulgares para limpiar las lagrimas del rostro de Raven y observarla con confusión ¿Acaso había dicho algo malo? En respuesta a su expresión confusa ella sonrió nostálgicamente.

Jóvenes ShadowHunters | Historia CortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora