MEEFF- Amigos globales / J.YH

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Mordí la punta de mi dedo pulgar, ¿era mejor decirle qué en el puto Whatssapp iba a ser incómodo comunicarnos si no había traductor automático de por medio?

- Hyung, ¿comerás o dejarás el tteobboki? Quedé fallo - Shotaro miraba mi plato y a mi rostro, simultáneamente. La verdad no estaba pendiente de lo que pasaba en la mesa, simplemente miraba el teléfono tratando de decidirme si pedirle a la chica que descargara Line o solamente ser el que traduciera todos sus mensajes. - ¿Hyung, me estás escuchando?

También me daría pereza traducir todos los mensajes, creo que le quitaría el chiste a toda la conversación.

- !Jaehyun, papaito, te están hablando!

Sacudí mi cabeza saliendo de aquel pensamiento ridiculo levantando la mirada. Absolutamente todos los chicos me observaban con interrogativa en sus rostros, Valeria alzó una ceja y señaló a Taro que señaló mi plato con una sonrisa a medias.

- ¿Qué? ¿Quieres comer lo qué dejé? Adelante, come - Sonreí pasándole el plato. El chiquillo únicamente susurró un gracias mientras volvía a comer, suspiré con suficiencia y paz. Me gustaba ver a los menores comer mucho, merecen eso por haber trabajado duro esta semana qué pasó. - ¿Hoy no tenemos nada qué hacer?

Taeyong negó con la cabeza, por lo que el mocoso de Haechan movió sus hombros con un toque de felicidad.

- Bueh. Si no hay nada que hacer, yo me voy pa' donde mi mai - Automáticamente Yuta, Hae, Mark, Shotaro, Jisung, Jeno y los que le seguían voltearon a verla. Ella rió, recargando su puño en su mejilla derecha. - ¿Me quieren acompañar, verdad?

- Debo de ganarle en pug a Santiago hyung - Nana se levantó de la mesa extensa de nuestro comedor, llevando su plato y pasando por el de Valeria para irse a la cocina. - !Si le ganó me debe de dar una caja de flips!

- !Si ganas me tienes que dar! - Jeno también se levantó de la mesa para ir a lavar su plato. Los demás quedaron por terminar de comer mientras veían sus teléfonos. - !Más bien yo debería de jugar contra él! !Soy más bueno que tú!

- !Claro que no!

- !Que si!

- !Que no!

- !Que si!

- !Que no!

- !Que...-

- !AY CÁLLENSE!

Valeria gritó mirando hacia la cocina con fastidio, regresó su atención a la mesa y me miró con los ojos entrecerrados.

- La belleza no se pega, preciosa.

Se echó a reír por lo bajo.

- Tampoco lo infiel.

Auch, touché.

Los demás trataron de disimular su risa entre tosos falsas. No me ofendía para nada que se burlaran, lo que tuve con Valeria había pasado y simplemente debía de pasar página. Negué con la cabeza sin quitar mi sonrisa divertida, también estaba en mi mismo modo.

Podría decir que ahora éramos amigos, sin ningún rencor o problemas por delante. Simplemente quise que todo acabara, debía de entender que lo que había sentido por ella no era más que un simple capricho que confundí por otra cosa formal. Aprendí que era mejor dejarla ir y parar con mi psicopatía de idiota.

- ¿Con quién te escribes ahora, muergano?

- Con nadie, solamente espero a que mi mamá me escriba - Mentí, Johnny me miró incrédulo por un segundo. Sabía que mi linda madre no me escribía a estas horas por estar en el trabajo. - No hables como si yo me escribiera con un montón de chicas, no me da de ser playboy - Torcí mis labios con repelús.