introducción |
aunque las manos de jimin estuvieran temblando, su agarre en la taza de café era fuerte, intentando con esto mismo darle calor a sus manos que se estaban congelando por la brisa y los pequeños copos de nieve que caían de forma lenta; seguía siendo poco, quizás por eso estaba confiado de que no se enfermaría gravemente por ello.
miró a su costado, la dulce chica de cabello corto con tonos dorados soplaba con lentitud a la taza color gris posada entre sus dedos; y quizás todo fue una misera excusa para no dejar de verla, porque para él siempre ha sido la más hermosa, la más dulce...
y es su novia.
aunque quizás este título no fuera duradero, pero quería decirlo, pensarlo, hacerse saber que seguía siendo real.
aunque fuera una farsa que dolía cada día porque estaba a nada de terminar.
— ¿no te duele?
jimin sonrió de lado y supo que de nuevo tuvo que guardar lo que en realidad sintió, porque el solo sentimiento de dolor en ella le hacía miserable, y ese susurro decaído, esa mirada que seguía apartándose con cuidado le dejaban en claro que decir la verdad le haría daño, y se había prometido hacerla lo mas feliz sin ponerse a pensar en lo que sucedería después.
que sería ella y después el por mas mal que estuviera ese pensamiento.
quizás jamás vaya a ser lo correcto, quizás sus amigos se molestaron y no le han hablado por eso, pero es lo que él deseaba, lo que él necesitaba.
solo esperaba que esto no fuera a causar mas daño del que se tenía programado.
— ¿qué importa si me duele cuando puedo estar contigo? — quiso mostrar otro color de calidez en su voz, quiso que ella viera que estaba bien así solamente se haya obligado a auto creerse que era real.
y él supo que ella lo notó, pero de la misma forma cerró los ojos y fingió, aunque también se estaba cansando de ello, porque dolía cuando nadie estaba viendo.
— eres hermoso, jimin... — ella recargó su cabeza en el hombro del mayor y sonrió de lado, se aferró a eso de la misma forma con la que el castaño de mejillas rosas lo hacía. — no quiero dejarte.
él lo sabía, pero tampoco quería que ella se quedara, que olvidara sus sueños y se conformara con su amor; porque la quería ver feliz, triunfando así tuvieran que estar lejos, y si ese era su sueño, él estaría de acuerdo y la dejaría ir, aunque su amor siguiera ahí haciéndole daño.
él pasó su brazo encima de los hombros de jeongyeon, dejó un pequeño beso en sus cabellos y restregó su nariz en ellos, cerró sus ojos de nuevo tratando de no pensar en lo que sucedería mañana. — algún día estaremos juntos otra vez; te veré, estaré feliz de lo que eres, de lo que te estas convirtiendo así no estás a mi lado, porque te amo, porque mereces lo mas precioso, bonita.
y de la mejilla del castaño una lagrima rodó, fue lenta, quizás dulce y tortuosa.
pero se hizo creer que estaba bien, otra vez. que todo esto pasaría, que ya no dolería.
dentro de ellos algo dolió, y trataron de hacerlo ver como algo normal, algo sin importancia que pasaría en cualquier momento, cuando el ardor aumentó y se quedó .
los copos caían y el abrazo mas valor obtenía, porque los segundos corrían con más velocidad de la cual eran conscientes, porque las horas pasaban y eso indicaba que ella tendría que irse.
no es lo que querría, pero ella aún así lo haría.
se iría.
── ♡
[ 160622 ]
YOU ARE READING
i feel bad
Teen Fictiondonde jimin sigue recordando lo que fue y lo que ya no es después de su ruptura con jeongyeon